52_ EMCDU (3)

302 36 1
                                    

-Bienvenido, Gaara-.

Aunque Gaara estaba de visita sin previo aviso, Naruto lo recibió con un ligero abrazo y lo recibió felizmente. La amistad de los dos era como antes.

A pesar de la brecha que existía entre ellos como duquesa e hija de un vasallo, las personalidades de ambas pudieron destruir esas barreras. Con Naruto, que no hizo valer su autoridad como duquesa, y Gaara, que fue directa y no se aprovechó de su amistad con la duquesa, simplemente se trataron como una persona a otra.

-¿Te sientes mejor ahora?- (Naruto)

-Sí. Me he recuperado por completo, así que vine a verte-.

Gaara había estado atrapado en casa durante casi un mes debido a un resfriado.

-Quería ir a verte pero… lo siento.-

Naruto no pudo ir porque Sasuke se negó rotundamente a permitirlo. Incluso cuando trató de explicarle que era solo una visita corta para que no le diera fiebre en ese corto período de tiempo, él actuó como si no escuchara nada. Más bien, utilizando la razón de que hubo un brote de fiebre fría, prohibió las salidas por completo.

-¿De qué estás hablando? Hiciste bien en no venir-.

Gaara solo podía temer problemas futuros si por error le había pasado su enfermedad a Naruto. No deseaba incurrir en la ira del duque.

Por otro lado, Gaara estaba ansioso por contarle a Naruto sobre los cambios en la atmósfera del norte en estos días. Aparte de tener una fiesta de té dos o tres veces al mes, la duquesa no tenía otra actividad oficial y, sin saberlo, se había convertido en un pez gordo en los círculos sociales.

Sin embargo, aunque uno era una figura destacada, uno no estaba en el centro de atención.

Era similar a cómo el duque Uchiha gobernó el norte pero reinó prácticamente sin ser visto. Naruto conoció hasta quince personas a la vez y la fiesta del té a pequeña escala limitó la comprensión del público de su psicología. Su presencia fue buscada en el centro de la alta sociedad del norte más de lo que podía imaginar.

Gaara vio que el círculo del norte estaba al acecho de noticias sobre la duquesa y le había pedido a gritos a su tía abuela que informara a Naruto  pero lo regañó por apresurarse.

Madame Karura le dijo estrictamente que si la duquesa escuchara tales palabras de otros antes de ser consciente de su posición, sería difícil para el medir su entorno correctamente.

-¿Su Gracia está inspeccionando el feudo?- (Gaara)

-Sí. Por lo general, demora entre cuatro y cinco días, por lo que debería estar de regreso mañana. ¿Cómo está la señora Karura?-

-Lo mismo de siempre. El regaño ha aumentado. Estoy cansado de escuchar que al menos debería parecerme a la mitad de la duquesa.-

-Sabes que ella solo está diciendo eso. Uno sabe lo hermosa y encantadora que eres, Gaara.-

-Creo que Naruto es mucho más encantador-.

-Gracias.-

Al mirar la sonrisa de Naruto como si le agradeciera la palabrería, Gaara no insistió en que realmente pensaba eso. Incluso si lo hiciera, solo se reirían como bromas.

Cada vez que veía a Naruto, siempre se sentía extrañamente encantada. Naruto no era una belleza deslumbrante, pero cuanto más se miraba, más se atraían los ojos hacia el. No era una apariencia lujosa, pero el mismo era como un aroma que atraía a la gente. Como llenar un espacio cerrado con flores, incluso después de quitar todas las flores, la vista permanecía, resonando en la memoria.

NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora