Capítulo 06

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La escena era tensa. Eunha se presentó con timidez a la madre de Yoongi. Era una mujer muy guapa, que aunque no parecía muy puesta en moda, y gente como su madre pudiera catalogarla de mal gusto, era muy atractiva. Era amable y cálida, podía ver en Yoongi mucho de ella. Parecía agradarle Jungkook, era más, parecía quererle, todo lo contrario a la relación que tenía Yoongi con el señor Jeon. Cuando Yoongi, se marchó a acompañarla a su casa, Eunha fue directa al grano. Miró a su hermano con severidad.

—No dejarás que haga esa estupidez, ¿verdad?

Jungkook ni la miraba.

—¿Qué estupidez? —preguntó con tono seco.

—¡Renunciar a la gira! —exclamó Eunha, haciendo que Jungkook levantara el rostro y la mirada llena de confusión.

—¿Eso piensa hacer? —preguntó y su voz sonó casi ausente.

—Eso me ha dicho Jimin —contestó la chica.

Su hermano bajo la mirada. Eunha vio como apretó los puños de pronto.

—Soy un gilipollas... —dijo entonces con rabia—. La peor persona del mundo —dijo entonces, y su voz falló. Un sollozo vino después. Eunha no podía ver su rostro, pero no era difícil de adivinar lo que le pasaba. Aun así, no pudo evitar sorprenderse.

—¿Es-estás llorando? —preguntó sin poder evitar su sorpresa.

—¡Sí, estoy llorando! —gritó Jungkook.

Le había echada en cara cosas horribles a Yoongi cuando estaba renunciando a tanto por él. Había sido un estúpido en pensar que a Yoongi no le importaba, porque si hubiese sido al revés, Jungkook hubiera hecho lo mismo, por lo que tenía que haber supuesto que Yoongi lo haría. Porque si una cosa sabía, es que Yoongi le amaba tanto como él quería a Yoongi. Eunha iba a colocar una mano en la espalda de su hermano, pero sabría que a este le molestaría. Sin poder evitarlo habló.

—Me alegro —dijo entonces. Jungkook levantó el rostro y la miró con los ojos húmedos pero llenos de furia.

—¡¿Qué te alegras?! —inquirió.

—Sí, por fin te desahogas —dijo cruzándose de brazos. Su hermano era un tremendo testarudo. Estaba harta de tener que verle en silencio o de mal humor, ya era hora de que mostrara un poco de humanidad. Jungkook no dijo nada. Eunha suspiró y se sentó en la cama—. No puedes dejar que lo haga.

—Lo sé.

—Jimin ha hablado con los demás y pospondrán su viaje hasta el jueves, pero después se deben marchar. Yoongi está muy cabezota según Jimin.

Jungkook bufó.

—Yoongi es un idiota.

Eunha asintió, en señal de acuerdo.

—Sí, uno que te quiere demasiado —respondió, y Jungkook no lo negó—. Así que hazle entrar en razón.

El azabache se recostó en las almohadas y se pasó la mano por el cabello. Así haría.




Comió y se duchó en casa de su madre. No había pasado por su piso desde que discutió Jin. Suerte que tenía ropa limpia en su antigua casa. Ya se estaba haciendo tarde. Sin demora, se dirigió a la habitación de Jungkook. Sin embargo, no había siquiera llegado a los ascensores, cuando se topó con el señor Jeon. Yoongi deseó que le ignorara como a Jimin, o que se limitara a echarle una mirada fría y le dejara en paz, pero parecía que ese hombre hacía justamente lo que no deseaba.

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