20 | MALAS NOTICIAS P2

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¡Tony! Tony! ―escuche detrás de mí la voz de Pepper.

Solté la bolsa a un lado de la puerta al entrar a la habitación y empecé a sacarme la ropa para quedar al final totalmente desnudo.

Entre al baño y sin detenerme seguí de largo hasta la ducha y no quede contento hasta que sentí el agua deslizándose por mi cabeza, mi espalda y logrando que la tensión se esparciera por fin.

Después de unos minutos Salí de la ducha y me seque rápidamente, me puse los pantalones de la pijama y Salí aun secándome el cabello. Pepper estaba recostada en la cama y tan pronto me senté al otro lado se sentó.

―¿Minerva tiene cáncer?

―Es lo más probable según lo que nos dijo el doctor ―respondí.

―Perdóname, no era mi intención hacerte un berrinche ―expreso con el arrepentimiento visible en su voz― Me tome las cosas muy a la ligera y no te deje explicar nada

―No hay problema Pepper, para la próxima ya sabes que debes escuchar antes de hacerte ideas ―asegure mientras me recostaba poniendo un brazo debajo de mi cabeza.

―¿Cómo esta ella? ―pregunto mientras se acercaba a mi costado, tomo mi brazo libre y lo paso por encima de su hombro, la apegue más hacia mí.

―Bien, o por lo menos eso es lo que me quiere hacer creer. Sin embargo sé que le afecto.

―Lo siento mucho amor. Se cuánto la aprecias e independiente de eso el cáncer es terrible.

―Ojala fuera una falsa alarma...

—Minerva  fuma, eso le resta posibilidades

―Lo sé. ―repuse, permanecimos unos minutos en silencio― ¿Entonces ya tienes los papeles que necesitas?

―Sí, los recogí tan pronto llegue y tengo que regresar mañana

―¿A qué horas tienes el vuelo?

―A las 7 de la mañana, ¿me acompañas?

―Por supuesto.

*****

MINERVA________________________________

Cáncer.

Solo pensar en la palabra me daba escalofrió. Ignore cada ataque de tos que viví por más fuerte que este fuera, no me reprimí a la hora de fumar y ahí están los resultados.

Aun pienso que si Tony no hubiera estado allí cuando tosí sangre quizás simplemente lo hubiera olvidado y hubiera seguido como si nunca hubiera pasado, pero no, él no me dejo en paz hasta que estuvo seguro de que era lo que tenía.

Y aunque la respuesta había sido tan inesperada, creo que no podía esperar nada más. No fue sino hasta cunado el doctor ordeno todos esos exámenes que fui consciente de que las cosas podían estar mal, y aunque confieso que por varios minutos me distraje embelesada por el atractivo del doctor, la posibilidad de tener cáncer no dejo de tensarme.

Por un segundo el recuerdo de mis padres llego a mi mente y me sentí mal porque sabía que los había defraudado, la vida que estaba llevando ahora no era ni de lejos la que ellos habían soñado para mí, sobre todo mi madre.

Luego de dejar a Tony en su casa, y mientras conducía a la mía no pude evitar que mi mente volara hacia los pensamientos más involuntarios.

Tenía suerte de tener a un hombre como a Tony a mi lado, como amigo, claro está. Y a pesar de que así lo pensaba, había otra parte de mí que sabía que las cosas ya no eran iguales por lo menos no para mí. Todo esto que paso sirvió para que mi mente dejara de vagar por aquellos recuerdos, pero ahora lo sabía con claridad.

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