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−¿Cómo te sientes Minerva? -pregunto Steven al ver a Minerva abrir los ojos.

−Bien, un poco cansada pero bien, gracias Steven -hablo con dificultad.

−Qué bueno -dijo- Te quiero presentar al doctor Russo, un oncólogo amigo; y al doctor Mendez, el radioterapeuta -hablo mostrando a los hombres junto a el- Con ellos ya decidimos que tratamiento de quimioterapia y radioterapia será el adecuado para ti. 

−¿Podemos pasar? -la voz de Tony hizo que todos miraran hacia la puerta. El hombre lucia ansioso y el doctor no dudo. Todos los que habían estado afuera esperando entraron y Tony se sentó de inmediato al borde de la camilla- ¿Cómo te sientes? -pregunto tomando levemente su mano.

−Siento como si la garganta me ardiera como el infierno, sin contar que casi no puedo hablar bien -susurro con una media sonrisa. Tony sonrió ampliamente.

−¿Eso es normal doctor? -pregunto.

−Por supuesto, la sensación se calmará en un par de días y el habla también. 

−¿Qué tal fue la operación? -pregunto Kc.

−Maravillosamente. Por fortuna se logró extirpar el cáncer que había afectado el ganglio linfático sin tocar las cuerdas vocales lo que fue un punto a nuestro favor, confiando en que el resto del tratamiento se realice sin inconveniente este episodio solo será un mal recuerdo del pasado.

Tony respiro con alivio. El solo hecho de pensar en que algo malo podría pasarle a Minerva le hacía dar nauseas.

Después de que todos estuvieran seguros de que la paciente se encontraba en mejor estado, decidieron irse quedando en el consultorio solamente Kc, Tony, el doctor Steven y Minerva. 

−¿Cuándo empezaremos la segunda parte del tratamiento? -pregunto Minerva.

−Mañana mismo.

−¿Se me caerá el cabello?

−No necesariamente. Cada organismo reacciona diferente a las quimioterapias, además, el tratamiento que escogimos no es tan agresivo y combinado con la radioterapia alivianara los efectos. Podrás seguir con tu vida lo más normal que se pueda y solo tendrás que someterte a sesiones de un par de horas -explico- Eso sí, el cigarrillo está totalmente prohibido. Haz de cuenta que no existe. Si quieres puedes empezar a masticar chicle para evitar la ansiedad de fumar.

−En eso estoy de acuerdo Mia, no más cigarros -advirtió Tony.

−No se preocupen, creo que ya aprendí la lección -repuso Minerva.

−¿Algún tipo de dieta? -pregunto Kc.

−Por el momento Minerva permanecerá aquí lo que resta de semana, por supuesto la alimentación será particular para ella. Después del tratamiento, se necesita terapia para ayudar con el habla y la deglución. Si Minerva no puede tragar, será necesario una sonda de alimentación. Pero eso solo lo sabremos cuando sea la hora de comer, de todas maneras, al inicio todo será una dieta líquida. Cuando sea hora de regresar a casa les explicare que otras precauciones se deben tener.

Todos asintieron conformes y el doctor les explico que ya era hora de terminar las visitas. Kc se despidió y junto al doctor salieron de la habitación dejando a Tony y a Minerva solos unos minutos más.

−No sabes cuánto gusto me da saber que todo salió bien -repuso dándole un beso en el dorso de su mano, la cual no había soltado en ningún momento.

−No podemos confiarnos Tony, aún falta la segunda parte del tratamiento.

−Pero ya pasamos lo más complicado cariño...

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