Una Vida De Mentira

Capítulo 21

Maratón 1/2

Hace veinte minutos que estoy parada en la puerta de mi habitación, que raro sonó llamarlo de esa manera a éste cuarto, tengo que relajarme, solo tengo que abrir la puerta, bajar al primer piso, saludar a todos los que se encuentran abajo y todo esta resuelto, suena muy sencillo.

Pero a quien quiero engañar tengo pánico, todo esté cambio ha sido tan difícil para mí, solo ha pasado unas horas y tengo una nueva familia, tengo hermanos, pensé que nunca los iba a tener, de niña deseaba aunque sea tener una o un hermanito y ahora resulta que tengo seis.

Las últimas horas han sido un montón de sentimientos encontrados, ayer en la tarde me enteré que fui secuestrada y a las personas que creía que eran mis padres no lo son, he perdido la mitad de mi vida sin mi verdadera familia, un tiempo que nunca volverá, tantos cumpleaños, navidades, festejos y reuniones, todos han sido perdidos por casi veinte años de mi vida.

Abro la puerta de la habitación, es momento de conocer a mis hermanos, bajo lentamente las escaleras quizás pensando que si me demoró tendré más tiempo para asimilar la noticia.

Todos se encontraban en la sala, algunos conversaban entre ellos, Harry fue el primero en que me vio, le di una pequeña sonrisa lo cual el también sonrió.

—Buenas tardes a todos.

Lo que me sorprendió fue recibir el abrazo de Bill. — Llegó tan apurado que casi se tropieza.

—Te he extrañado tanto, Ginny.

Me suena tan raro que me llamen así pero tengo que acostumbrarme, ese es mi verdadero nombre.

—Ya, déjala Bill. — Habló Fred.

—La vas aburrir. — Concluyó George.

Bill me soltó, y recibí rápidamente los abrazos de los gemelos, que no dejaban de decirme cosas graciosas.

Ellos se separaron y fue turno de Charlie que no dejaba de sonreír. — Ya estás en casa Ginny.

Percy se acercó y también me abrazó, me susurró cerca a mi odio unas disculpas, lo cuál le respondí que todo está olvidado.

El último fue Ron, que seguía un poco en shock por la noticia y no lo culpo, yo estoy igual que él, me da un fuerte abrazó.

—Es bueno tenerte de vuelta Ginny.

El sentimiento fue increíble cuando todos nos abrazamos, mis seis hermanos junto con mis verdaderos padres, que en ningún momento dejaban de llorar.

Hermione, Harry, Fleur y Audrey estaban mirando con una gran felicidad la hermosa escena familiar de los Weasley, Hermione no dudo en tomar una pequeña fotografía.

—Ustedes también vengan acercarse a éste abrazo, no olviden que forman parte de esta gran familia. — Habló la señora Molly.

Hermione tenía los ojos vidriosos, Harry sin duda siente que todos los Weasley siempre formaran parte de su vida.

Todos estaban reunidos en un pequeño círculo, donde Ginny se encontraba al medio y todos se abrazaban a su alrededor.

Quizás para Ginny pasaron unas horas pero solo fueron unos minutos que para ella fueron los mejores.

Mientras veía como sus hermanos ponían la mesa, Molly con unos hechizos traía la comida, sus cuñadas empezaban hablarle con normalidad y estaba feliz que le trataran de esa manera.

—El almuerzo ya está listo.

Cuando Gin se acercó a la mesa, observó una gran variedad de comida, muchos pasteles, postres, frutas, parecía todo un festín.

—En honor a Ginny. — Proclamó el Señor Weasley, todo se ve delicioso Molly.

Todos nos sentamos a comer y fue agradable escuchar a los gemelos, las risas que ellos provocaban con sus ocurrencias, a veces Bill, Ron y Charlie se unían a ellos, Percy era más callado pero sonreía por los sucesos que pasaban en la mesa, me sentí en paz, con una gran tranquilidad y sobre todo feliz.

Después del almuerzo salí un rato al jardín de la madriguera, el clima está soleado, un bonito clima para un día especial.

Me senté y observé el cielo, no quise pensar en nada solo mirar y sentir el aire por todo mi rostro.

—¿Cómo te encuentras?.

Di un pequeño brinco, volteo a verlo, el estaba con una sonrisa. — Harry me asustastes.

Perdón, no fue mi intención, pero no dejaba de reírse, te veías muy graciosa con ese gesto de asustada, ¿Cómo estás?.

—Estoy bien, procesando todo lo que me esta sucediendo, y no es gracioso asustar a alguien.

Lo lamento por asustarte, dale todo al tiempo, todo es un proceso, yo sé que con ayuda de toda tu familia, lograrás vencer toda esta situación.

—Gracias Harry, ¿Puedo darte un abrazo?.

Ven para acá, Harry se acercó y me abrazó. — No tienes nada que agradecer, yo soy feliz cuando tú lo estás.

*******

Solo ha pasado una semana, y ha sido increíble, las conversaciones con mis padres, las bromas que hice con todos mis hermanos, bueno sólo con George y Fred, al igual que Percy a mi también me gusta investigar, en eso nos parecemos.

Charlie en las tardes me cuenta todas sus aventuras con sus dragones, nunca había tenido contacto con ninguno, el me ha prometido llevarme a Rumania, en las noches vienen Ron, Hermione y Harry del trabajo, y charlamos.

Estaba conversando con Fleur en la cocina cuando un sonido de la red flu nos asusta, caminos hasta la sala y el primero en llegar fue Harry, de ahí Ron.

—Ha pasado algo, porque llegan a esta hora.

Otro sonido de la red flu, lo que menos esperaba era verlo, ahí estaba el con un semblante serio.

—Draco, ¿Que haces acá?.

—Necesito hablar contigo.

—Puedes hacerlo acá Malfoy.

—Prefiero hablar con ella en privado Weasley.

Ven Draco, sube a mi habitación, ahí nadie nos va a interrumpir. — Podía ver las miradas serias de Harry y Ron, lo que menos quiero es un enfrentamiento entre ellos.

—Mejor vayan al despacho del Señor Weasley, es cómodo para que conversen.

Gracias por la recomendación Harry pero prefiero que sea mi habitación.

Subimos la escalera en silencio, cuando llegamos al cuarto, lo primero que hizo Draco fue lanzar el encantamiento muffliato.

Se puede saber que te sucede, te esperaba hace una semana es España, mi padre te necesitaba, no sabia nada de ti, hasta pensé que algo malo te había sucedido, he tenido que hablar con Potter para saber si sabía algo de ti, al comienzo no quiso decirme nada pero fue su amiga Granger que me avisó a pesar de la negativa de Potter.

Lo olvidé, lo lamento Draco, pero no te preocupes ahora mismo me voy contigo a España, verás que tu padre se va a recuperar, solo déjame alistar unas....

—No te preocupes, no es necesario, mi padre murió.

Un silencio se produce entre los dos, Draco se encuentra triste y molestó a la vez.

Lamento tanto tu pérdida, quise acercarme para poder abrazarlo pero lo rechazó.

Que demonios haces acá, porque no fuistes Gines, mi padre te esperaba, te llamaba en sus últimos momentos, yo te estaba esperando pero nunca apareciste.

Es una historia larga y te pido que te calmes y no me llames nunca más Gines.

Pero que te pasa, siempre te he llamado así, explícame que haces viviendo con los Weasley, porque no fuistes a España, porque estas pelirroja, que te esta sucediendo.

Yo no soy una Lestrange, nunca lo fui, mi verdadero nombre es Ginny Weasley.