El restaurante es muy elegante, se encuentra ubicado en el centro de la ciudad, no es un restaurante para magos sino todo lo contrario, los muggles tienen muchas comidas deliciosas, eso es algo que siempre me va a gustar de ellos, su deliciosa comida, es tan rico comer. — Pensó Gines.
En este sitio nadie conoce a Harry Potter, me imagino que todo eso de la fama debe de ser agotador para él y también fastidioso, no debe ser nada bonito que los magos y brujas te estén persiguiendo a todos lados.
Nos sentamos cerca a la ventana, desde ahí se puede ver todo Londres, hay una bella vista, de noche se ve tan mágico la ciudad, estoy al frente de Harry no puedo negarlo, se ve muy guapo.
En el transcurso de la cena, nos pusimos a conversar como si fuéramos grandes amigos, y sobre todo nuestras risas se escuchaban por todo el lugar.
—Así que nunca has jugado quidditch.
—No. — Respondí.
—Te pierdes lo bueno.
Estaba pensado en comprarme una escoba cuando vuelva a España y después ponerme a practicar, es algo que lo vengo deseando de hace años pero por el trabajo no he tenido tiempo.
Pero eso no será necesario, yo tengo dos escobas, te puedo prestar uno y si tu quieres puedo enseñarte a jugar, no encontraras un mejor profesor que yo.
Su dulce sonrisa se dibujó al instante.
—Eres tan humilde Harry Potter.
—Llámame Harry, sólo Harry.
—Entonces tú dime, Gin, sólo Gin.
Esta bien Gin, entonces te parece bien que salgamos mañana mismo después de tu trabajo a enseñarte a volar. — Harry le observaba con incertidumbre.
Yo, encantada que un mago tan simpático me enseñé a volar, pero sobre todo de un gran talento.
—Así que soy simpático. Harry la miraba con una sonrisa en su rostro, mientras bebía un poco de vino.
—Solo un poco, no te creas mucho.
Ambos empezaron a reírse, era un agradable sonido que a los dos les gustaba escuchar.
—Te ves hermosa. — Mencionó.
Le ardían sus mejillas, aunque no lo pudiera ver, ella sentía que sus cachetes estaban muy rojos no esperaba un comentario así, pero sobre todo no pensaba en ponerse de esa manera.
—Gracias. — Respondió.
Siguieron conversando, del trabajo de Harry, todo lo que estudió para convertirse en Auror, también del trabajo de Gines, sobre pociones, seminarios y curaciones, incluso de comida, pero sobre todo del quidditch, el tema preferido de los dos, ambos se habían dado cuenta que hablar de eso los unía más.
Después de la cena, decidieron caminar por la ciudad, un pequeño tour que se ofreció Harry, los dos en ocasiones se miraban y sonrían, esas sonrisas que significaban mucho para ambos, Harry se siente también con ella, su compañía es fantástica.
—Estuvo increíble, muchas gracias, la pase muy bien.
—Se puede repetir las veces que quieras. Harry la miraba, mientras Gin abría la puerta de su habitación.
—Puede ser, pero a la próxima invitó la cena. Fue una gran salida; buenas noches Harry.
Al momento que se están despidiendo, ambos se quedaron muy cerca mirándose, para ellos fueron un par de horas pero solo había pasado menos de un minuto. — Gin le dio un beso la mejilla de Harry y entró rápidamente a su cuarto.
Harry se tocó con mano el lado donde Gin la besó y sonrió, con esa sonrisa se fue feliz a su habitación.
******
Ya me voy a España y recién te dignas a venir a visitarme, esto es el colmo, soy tu única prima, merezco un poco de consideración.
Draco la miraba con las manos en su cintura, Gin quería parecer molesta pero el sabía que no lo estaba.
Lo lamento por no haber venido antes, pero cuando me enteré que atendías a Ron Weasley preferí no venir hasta que acabaras tu trabajo.
—No entiendo.
La familia Weasley desprecia a los Malfoy y también a los Lentrange, me imaginó que no te trataron bien al comienzo, imagínate si te visitaba, eran capas de creer que estamos planeando una venganza contra ellos. Así que quise evitar cualquier malentendido contigo. Ahora que me enteré que se encuentra fuera de peligro, fue el momento oportuno para visitarte.
Espera como sabes que él estaba enfermo, según lo que sabía era todo confidencial.
—Lose, pero en esta vida, uno todo se entera, un sanador me lo contó.
—¿Dónde está Draco?, tu no eres mi primo. — Gin sacó su varita apuntándole cerca a su cara, no sé quién eres pero....
—No seas tonta, lo interrumpión. — Soy Draco y baja tu varita.
—Compruébalo. — Advirtió Gin.
Draco sonrió, sacó de su bolsillo un cuadro, donde salía ella. ¿Quieres que te diga que ocurrió en esa foto, para que compruebes que soy el verdadero Draco?.
Gin, lo miro y sonrío, esa foto la tomaron cuando tenía 7 años, lo tomó la madre de Draco. — Tú empezaste hacer gestos con tu cara para que pueda reírme.
Draco con su mano agarró la varita de Gin y la bajó. Antes de eso, estabas llorando, agradece que te hice reír sino hubieras salido mal en esa foto, esa foto es tuya.
—Si eres tú. — Habló sorprendida.
Por supuesto que lo soy, no entiendo porque estás así, y hazme el favor de cerrar tu boca.
Gin agarró el cuadro de la fotografía y lo puso en la mesa de su pequeña sala.
Astoria si que te ha cambiado, donde está esa persona que fastidiaba a los muggles, a los traidores de la sangre. Lo siento pero te he visto tantos años maldiciendo a esas personas que me he sorprendido y disculpa por eso.
—No te preocupes, no he podido conocer a una bruja mejor que ella.
Draco y Ginny pasaron toda la mañana juntos, conversando sobre tantas cosas, recordando algunos viejos tiempos y contándose las cosas nuevas que le habían sucedido en los últimos años, en la habitación de a lado Harry escuchaba atento a todo lo que hablaban y se sorprendió al escuchar a un Draco tan distinto.
—Ahora que me doy cuenta, te has puesto alguna poción en tu cabello, lo veo más esclarecido como un marrón claro.
No, para nada, Gin con su varita hace aparecer un espejo. — Mientras se veía se dio cuenta de lo que Draco le mencionó, y era algo extraño, siempre ha sido pelinegra y ver su cabello de ese color es algo inusual.
—Es extraño. — Murmuró Ginny.
Quizás es una nueva crema que estas utilizando para tu cabello, y ahora esta dando ese efecto.
—Puede ser. — Lo dijo con una voz dudosa.
Draco no se dio cuenta de eso y se levantó del solfa, me gustó verte pero ya es hora de irme a casa, le prometí a Astoria que la llevaría a almorzar.
—Entiendo Draco.
Bueno me encanto pasar la mañana contigo, la pase bien todo este pequeño tiempo contigo, estamos en contacto.
Gines le acompañó hasta la puerta y se despidió de él.
Era algo raro lo de su cabello, decidió investigar lo que esta ocurriendo, aunque lo haría más adelante ahora tiene que alistarse para ir a San Mungo.
*****
Hola a todos, Harry y Ginny ya se están acercando 👀👏👏👏 ya era hora xd 😂
Cuídense mucho y espero sus votos, gracias ❤
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Una Vida De Mentira
أدب الهواةGines Lestrange ha vivido engañada toda su vida, en un accidente conocerá a Harry Potter y a la familia Weasley. Al comienzo todo será peleas entre ellos, hasta que en el camino descubrirán nuevos sentimientos y sobre todo su verdadera identidad, nu...