Capítulo 15

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Y aquí puedes encontrar, todos los detalles para ingresar a un nuevo curso de sanación, el lugar es increíble, te lo puedo garantizar. — Finalizó Gin.

—Muchas gracias Gines, sin duda toda esta información es valiosa para mi.

—De nada Dean.

No lo puedo creer, sin duda el tiempo pasa muy rápido, mientras Dean observa su reloj. — Hemos estado alrededor de cinco horas.

La cena ha sido agradable, la conversación ha estado divertida, la hora ha pasado muy rápido para los dos. — Le sonríe Gin.

—Si quieres puedo acompañarte a tu casa.

—No quiero molestar.

—Tú jamás, lo harás.

Dean agarra la mano de Gines, para ayudarla a levantarse de la mesa, ella le sonríe y ambos se van del restaurante conversando.

Ir al hotel de Gin fue rápido, en solo unos segundos ya habían llegado por medio de la aparición.

Gracias por acompañarme, ha sido una gran noche, espero que esta salida, se vuelva a repetir.

Gin, voltea a verlo, Dean la pase genial contigo, pero en unos días volveré a España así que no creo que esto se vuelva a repetir. — Que tengas buenas noches Dean, hasta mañana.

Gines se despide con un beso en la mejilla y al instante ingresa a su habitación, solo pasaron unos segundos cuando la puerta empezó a sonar, cada vez sonaba más fuerte.

—Ya voy, dejen de de tocar así.

Cuando Gines abrió la puerta, se sorprendió a ver a Harry Potter.

—Porque tocas de esa manera. — Gines le miró furiosa.

¿Que tal estuvo tu cita? ¿Se besaron?. Harry tenía ganas de entrar a su casa, pero Gin no le permitía, tenía un pie adelante de la puerta.

—No tengo porque darte explicaciones.

—Sólo te hice dos preguntas.

Estoy cansada y lo que menos quiero es discutir así que por supuesto la cita fue muy buena, fue agradable.

Harry la miro y gruñó.

—Y no me bese con él, ahora si eso es todo, adiós.

Gin quiso cerrar la puerta pero Harry con su mano lo sujetó para que no pueda cerrarlo.

La mamá de Ron, estuvo de acuerdo en invitarte a cenar, mañana en la noche, pasó a recogerte a las siete para ir juntos a la madriguera, hasta luego y adiós.

Todo fue tan rápido para ella que cuando se dio cuenta, Harry ya había entrado a su casa.

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No entendía porque estaba tan nerviosa, es solo una cena, mientras más se acercaba a la casa de Ron sentía un sentimiento imposible de explicar.

—Harry, espera por favor.

El la observó y se detuvo en frente de ella, Gin no lo podía negar, se veía muy guapo, demasiado guapo pensó.

—Sucede algo. — Harry la observa, tenía que confesarlo, Gin con ese pantalón y esa blusa se veía muy hermosa.

Quizás te parezca raro pero tengo un poco de nervios, ya sabes por todo lo que ha sucedido con mis padres.

Gin, cálmate, antes de venir te expliqué que tu no eres responsable de lo que hicieron tus padres, además los Weasley son muy buenos y por último ya me has perdonado.

Una Vida De MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora