1.3 El deseo de mi hermano menor.

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-Entonces, ¿Estaban jugando a "la casita"?

"Solo cocinamos, ¿En qué se parece eso a jugar a "la casita"?

-Fueron de compras juntos, cocinaron y comieron como si fueran un papá y una mamá. Eso es jugar a "la casita".

"Qué tontería. Fue solo cocinar una chuleta de cerdo".

-Puede que sí, pero no hay manera de que para el cachorro de Eun-bin haya sido algo tan simple. Todas las actividades a esa edad son juegos de roles.

"Cómo podría saberlo. Nunca he criado a un niño"

-Yo lo sé bien porque participé en la crianza del hijo de mi prima. Ah, el increíble Jo Kyu-bin jugando a la casita con su hermano menor, es asombroso.

Hablaba consigo mismo y se reía a carcajadas solo. Kyu-bin estaba pensando que Choi Hyung-min disfrutaba de una situación que para él no era nada divertida. Alguien se había tirado en la cama muerto de cansancio por cuidar a un niño todo el día, pero otra persona actuaba como si estuviera teniendo la mayor diversión de su vida. Soltó una maldición automáticamente.

"Maldita sea, cuidar a un niño es lo mismo que cuidar a un idiota. Se entretiene jugando conmigo todo el día, y si ya se fastidió, se acuesta y me abraza lloriqueando, trae algunos cuentos para que le lea o saca a Gundam de la vitrina de figuras para que juegue con él"

-Jajaja, eso es genial, de verdad. Sin embargo, tu hermano parece haberlo tomado bien. Si fuera yo, y al abrir los ojos un día de repente me encuentro en el cuerpo de un adulto, me sorprendería mucho.

"Fue así al principio. Con los ojos llenos de lágrimas apunto de llorar, se quedó atónito por la ropa tan grande que llenaba su armario". Él me miró y dijo que ni siquiera podía ducharse adecuadamente, su cuerpo le era tan desconocido".

-¿Entonces, no tomó un baño?

"Yo lo bañé".

-Loco bastardo. Toda la situación parece una maldita comedia.

"Oh, entonces ¿qué debería haber hecho?, Estaba aterrado de mirar la parte inferior de su cuerpo".

Choi Hyung-min, que se reía a carcajadas, estaba siendo descarado, pero Kyu-bin estaba tan agotado por cuidar de su hermano menor que no tenía la suficiente energía para enojarse. El sonido de la música sonando a través del teléfono celular y el ruido de la gente conversando hicieron que su expresión se volviera sombría una vez más.

"¿Dónde estás? Puedo oír que te estás divirtiendo".

-En el salón del hotel. Invité a algunos chicos a pasar el rato hoy.

"Bastardo. ¿Por qué no me invitaste?"

-Estabas ocupado cuidando a tu hermanito. Si ya estás libre, ven ahora.

"¿Cuál es el motivo de la fiesta? "

-¿Qué quieres decir? Simplemente nos reunimos a escuchar música, beber y jugar.

Era un ambiente como el de un club. Kyubin, que estaba acostado en la cama, se levantó. El reloj de su escritorio marcaba las 11 de la noche. Normalmente, nunca se iba a dormir a esa hora.

"¿Puedo ir ahora?"

-Por supuesto.

Debería aliviar su estrés yéndose a dormir, pero Kyubin se bajó de la cama.

"Te veo en una hora."

-De acuerdo.

Después de colgar el teléfono, Kyubin simplemente se dio una ducha y se cambió de ropa. Llevaba unos pantalones limpios y una camisa blanca. Antes de tomar las llaves del auto, rocío su boca con enjuague bucal una vez más y se aplicó perfume cuidadosamente debajo de las orejas y en el interior de sus muñecas. Con un poco de suerte, podría conocer a alguna mujer que le guste y disfrutar de una noche con ella. Por lo general, le gustaban las chicas lindas que parecían inocentes, pero hoy quería experimentar con una mujer sexy, ardiente y para nada tímida. Justo cuando había llegado el momento de subir al coche aparcado en el garaje, esperando no asistir en vano a la reunión, escuchó una voz:

Hermanos del deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora