Hermanos del deseo

4.1 Esfuerzos para librarse de los deseos.

Pasadas las 7 de la tarde, el cielo azul, salpicado de nubes blancas, empezó a teñirse de rosa. Incluso el agua transparente que llenaba el interior de la piscina climatizada se tiñó de aquel color. Hombres y mujeres en trajes de baño se empaparon de ese misterioso y sútil tono.

“Estábamos tocando en Haeundae. El momento fue realmente agradable”.

Choi Hyung-min se apoyó en la barra y respondió a las palabras de las mujeres que preparaban y comían cócteles tanto como querían en la cocina que fue dejada para uso libre.

“Escuché que Jeonggeun estaba tocando en Songjeong. ¿Estuvieron cerca de ustedes?"

“Oh, vi las fotos en las redes sociales. ¡Su canción también fue buena!”

“Gracias por venir de inmediato aun cuando fue una llamada repentina”.

“Oh, Hyung-min, era una invitación tuya, no podíamos rechazarla. Estamos más que agradecidas”

Una de las mujeres miró a Kyubin desde una distancia de 11 personas entre hombres y mujeres amontonados en la terraza cerca de la piscina. Jo Kyu-bin lograba destacar incluso entre aquella multitud. Era del tipo de persona que atraía a la gente a su alrededor a pesar de no estar haciendo algo para llamar su atención. La característica atmósfera de tranquilidad provenía de haber crecido con una familia de mucho dinero, pero también se debía a su estilo de vida sin ataduras.

No se ponía nervioso por nada y tampoco se excedía. Decía que las cosas divertidas eran buenas y no perdía su actitud relajada aunque se encontrará en una situación difícil. Más hombres que mujeres se acercaban a la escena como si sintieran envidia.

Entre los grupos de hombres, Kyubin siempre había sido un líder o capitán. Las mujeres solian sentirse atraídas por él. Debido a su atractiva estatura, buen cuerpo y una cara bonita, hacía suspirar a mucha gente, sin importar su género.

“¿Pero por qué vino aquí Kyubin? Escuché que estaba en Seúl”.

Ante la pregunta de la mujer, Hyungmin respondió echándole aceitunas a su cóctel.

“Probablemente ya le hacía falta tomar un poco de aire fresco"

Entonces la mujer giró y giró su copa entre los dedos, entrecerró los ojos y dijo:

“No salía a menudo, incluso cuando estuvimos de fiesta en Seúl. Pensé que estaba ocupado pasando tiempo con su amante, pero ya veo que no".

“¿Amante? Jo Kyu-bin no está saliendo con nadie en este momento”

“¿En serio?”

Como si este momento fuera su oportunidad, la mujer tragó saliva y bebió un sorbo de su cóctel.

“¿Puedo invitarlo a salir?”

Choi Hyung-min sonrió.

Bueno, ella era una mujer que podía confiar en su apariencia. Si fuera el Jo Kyu-bin de hace unos meses, no habría echado a una mujer tan linda que venía por una aventura de una noche, pero ahora estaba ocupado buscando a un hombre. Tenía curiosidad por ver si una mujer podría llamar su atención ahora.

“¿Por qué me pides permiso? Puedes hacer lo que quieras”

“Solo pensé que ustedes dos eran muy cercanos”.

Qué quieres decir. Hablando de esto y aquello solo para obtener información sobre si estaba en una relación o no.

Choi Hyung-min recogió con los dedos la aceituna que dejó la mujer en el fondo de la copa y se la comió. La mujer preparo un nuevo cóctel y se dirigió a la terraza con una sonrisa, deseando que fuera suficiente para obtener lo que quería. Se mezcló naturalmente con la multitud formada alrededor de Kyu-bin y le entregó la copa. Kyu-bin sonrió mientras recibía la bebida y la mujer mostró su intimidad sosteniendo levemente su brazo.

Kyubin observaba a un hombre nadando en la piscina, ignorando el toque de la mujer. No era un rostro conocido, era alguien extraño que nunca había visto asistir a alguna reunión anterior. Se podría asumir que se trataba de una nueva cara entre los grupos que llegaron de Haeundae o Songjeong.

Alto, con la piel brillante de color cobrizo.

Apoyándose en la barra, Choi Hyungmin miró a Kyubin, quien tenía su atención fija en aquel hombre y murmuró mientras escupía las semillas de la aceituna en su palma.

“Ya que le gustó la experiencia con un hombre, solo los buscará a ellos por un tiempo”

Choi Hyung-min, quien derramó ligeramente su experimentado diálogo interno, tomó el control remoto. Cuando presionó el botón de encendido, la música se reprodujo a través del altavoz instalado cerca de la piscina. La emoción en las personas aumentó. Trayendo más bebidas, algunos hombres y mujeres las echaron al agua a la vez que ellos mismos se tiraban dentro de la gran alberca.

El cielo coloreado de rosa comenzó a oscurecerse. En lugar del rosa y el ligero tono púrpura que lo envolvía, un color azul marino oscuro, parecido a un apagón, tomó lugar. Debido a que el frente del edificio era el mar, la completa oscuridad que usualmente era difícil de ver en el centro de la ciudad había teñido toda la zona.

No importaba lo que sea que sucediera, era una oscuridad tan profunda que nadie se daría cuenta.

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Traducción: Snake & Beomi.
Corrección: Beomi.