4.2 pt 2 Esfuerzos para librarse de los deseos.

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En un instante, Eunbin, que pasó de un tono infantil a un tono adulto, agarró su trasero con una mano y con la otra le cubrió la boca. Empujó su dedo a través del agujero, atravesando incluso la fuerza que ponía Kyu-bin. Eunbin susurró mientras miraba la expresión de su hyung que se distorsionó en un instante.

“Ya está preparado. ¿Con quién lo ibas a hacer? ¿Podría ser el hombre que estaba esperando aquí?"

Kyubin agarró el cuello de la bata de Eunbin.

"¿Qué le hiciste a esa persona?"

 "¿Qué le hice?"

"¿Le dijiste algo extraño?"

"¿Qué quieres decir con “algo extraño”? Solo le dije que saliera porque tenía un asunto que resolver contigo".

"Por que me estás haciendo esto…¡ah!"

 "¿Qué quieres decir? Tú me hiciste así".

Mientras agitaba los dedos en el orificio suavemente aflojado, Kyu-bin mostró una suave reacción de aceptación en lugar de una intensa resistencia. Era una especie de reflejo condicional. Su agujero trasero, que antes de tener sexo con Eunbin no se había utilizado para ese propósito, se acostumbró al placer que nunca antes experimentó y ahora cada vez que algo se introducía en el, esperaba ansiosamente llegar a un estado de «climax».

Deseaba que algo caliente se clavara y le golpeará la próstata una y otra vez. Se sentía impaciente por alcanzar un placer diferente al de cuando ponía sus genitales dentro de otras personas y los sacudía. La piel y los nervios le recordaron que no podía escapar del placer que le brindaba Eunbin.

“ah, uh, tú…!'

Kyubin estaba avergonzado. No tuvo tiempo de enojarse consigo mismo por no poner resistencia. Cuando su cuerpo, que había estado aguantando las ganas de tener sexo con un hombre todo el tiempo, finalmente obtuvo lo que quería, reaccionó como si se hubiera derretido.

Kyu-bin solo se mordió los labios. No quería mostrar una reacción de ser adicto al sexo.

"¡Ah, ah!"

La cintura de Kyubin tembló cuando los dedos naturalmente pincharon su próstata. Jadeó, apoyando su cuerpo relajado contra la puerta detrás de su espalda. Cuando soltó la bata de Eunbin que estaba sujetando con ambas manos, esta quedó atrapada en el brazo de Eunbin y luego cayó al suelo. Kyu-bin lo miró, pero no pudo ver su expresión porque le estaba dando la espalda a la luz de la luna que entraba por la ventana.  A contraluz, no se podía distinguir ni su miraba ni la forma de sus labios.

"Hyung. Solo de pensarlo, hermano mío, ahora me duele mucho la polla. Me duele tanto que, aunque me aferre a ti, sigo temblando. Solo puedo pensar en cómo hyung la chupó y la mordió a través de este agujero pegajoso”.

Se le puso la piel de gallina en la nuca ante el tono de voz “del niño”. 

Estaba seguro de que le brillaban los ojos y parecía que iba a aplastar a cualquiera. Se filtró una voz disfrazada de falsa inocencia que había estado engañado a Kyu-bin hasta ahora.

"Estoy tan emocionado que quiero comerme el agujero de mi hermano tanto como mi polla quiere".

En ese momento, las piernas de Kyubin perdieron su fuerza por los tres dedos que fueron insertados al mismo tiempo.

"Ha, ha, uh…"

Si Eun-bin no lo hubiera sostenido con sus muslos, se habría deslizado por la puerta, derrumbándose en el suelo. Kyu-bin no podía salir de los brazos de Eun-bin, que lo sostenía firmemente.

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