"No hay nada malo con su salud. Para que la memoria vuelva, el tratamiento ambulatorio* puede ser mejor que la hospitalización. Las células de memoria también se activan cuando se estimulan en la vida diaria. Es necesario verificar el progreso de la cirugía, así que, por favor, regrese en una semana. Le ayudaremos a realizar una reserva afuera".
Kyu-bin tuvo que conducir hasta el hospital debido a que Eun-bin exigió enérgicamente el alta después de cuatro días de hospitalización. Eun-bin, que había estado llorando e interfiriendo con el trabajo de las enfermeras todo el día porque se sentía frustrado, sonrió alegremente cuando se quitó el uniforme de paciente, que estaba estampado con el nombre del hospital. Usando los jeans y la camisa que le trajo Kyu-bin, subió al auto y se sentó. Eun-bin sonreía mientras Kyu-bin ajustaba personalmente la posición de la silla para él.
"Wow, me encanta tu auto". "Eres genial."
"Bueno, es de mi papá". Tu hermano no solo no tiene dinero para tener uno propio, sino que tampoco tiene dinero para pagar el seguro".
La culpa de Kyu-bin se sumó a la apariencia infantil de Eun-bin, quien ahora no entendía nada sobre la patética vida de un adulto. Siguió pensando en lo que dijo el médico cuando le preguntó por el tiempo que le tomaría recuperar la memoria.
"Necesita mucho apoyo de su familia. Seguir en contacto con objetos y personas que frecuentaba en su vida diaria lo estimulará y ayudará a recordar"
Al final, esto solo significaba que no sabía con certeza cuándo volvería su memoria. ¿No podía saber eso incluso siendo un doctor? ¡Vaya mierda!. Gracias a esto, la culpa de Kyu-bin solo aumentó.
En su estado actual, Eun-bin ni siquiera podría ir a una escuela de posgrado en los Estados Unidos. El primer semestre comenzaba en septiembre, es decir, que le quedaba alrededor de un mes y medio para recuperar la memoria de alguna manera. De otro modo, si esto continuaba, habría arruinado la vida de su hermano menor para siempre.
"Estoy hambriento".
Al ver a Eun-bin sin el cinturón de seguridad puesto, Kyu-bin extendió la mano.
"¿Hay algo que quieras comer?"
Tiró del cinturón de seguridad. Eun-bin se quedó mirando con los ojos bien abiertos a Kyu-bin, quien se acercó para abrochar la hebilla. Era la primera vez que pasaba tiempo a solas con su hermano menor de está manera, exceptuando cuando eran demasiado jóvenes, por lo que se sintió incómodo hasta el punto de querer morir. Eun-bin, que se había convertido en un estudiante de primaria, tomo fuertemente la cara de Kyu-bin entre sus manos de una manera muy natural, pues estaba familiarizado con este gesto cuando iba a la escuela primaria, al igual que el ir tomados de la mano todos los días.
Se sobresaltó.
Kyu-bin abrió los ojos con sorpresa. Eun-bin agarró a Kyu-bin cuando intentaba ajustar su cinturón de seguridad y presionó sus labios en la mejilla de su hermano mayor. Fue tan espeluznante que todo su cuerpo se paralizó inmediatamente. El suave toque de los labios contrarios permaneció vagamente en la memoria de Kyu-bin.
"Cualquier cosa está bien. ¡Todo lo que coma con hyung será delicioso!"
¿Cómo aceptar tranquilamente la acción linda de su hermano menor, joven e inocente?. Era embarazoso cuando no estaba acostumbrado. El deseo de empujarlo ardía como una chimenea, pero no podía mostrar ningún rechazo.
Temía que al abrir los ojos, le gritaría a su hermano menor por lo alto y corpulento que era. Él médico también le advirtió que la depresión puede afectar fácilmente a un niño si en lugar de recibir el apoyo de su familia, es tratado incómodamente por vivir en un cuerpo adulto. Era algo a lo que Kyu-bin tenía que acostumbrarse.
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Hermanos del deseo
RomanceLos hermanos Jo Kyu-bin y Jo Eun-bin, que nacieron y se criaron en una familia que otros envidiarían, no mantenían una relación cercana, llegando al punto de no dirigirse la palabra a menos que sea necesario durante más de diez años. Pero, un día...