11

2K 110 81
                                    

11

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

11. A escondidas en los vestuarios

El balón voló por los aires hasta que entró por el aro de la canasta de manera limpia. Los gritos de alegría se escucharon por la cancha, contagiando el buen humor al equipo. Algunos como Bomin o Daehwi se tiraron sobre Hyunjin para felicitarlo dándole palmadas en los hombros, como buenos compañeros que eran. Sanha le chocó los cinco. Esos cuatro eran bastante amigos en el equipo.


Pero a pesar de tantas felicitaciones sobre su persona, Hyunjin no se centraba tanto en ellos, ya que solo se dedicó a extender su brazo para señalar y guiñarle el ojo a cierta persona que estaba sentada en las gradas viendo el entrenamiento.

Cada canasta que marcaba Hyunjin, era dedicada a Jeongin.

Jeongin desde lejos aplaudía súper orgulloso de su novio, sonrojándose por la atención recibida. Nunca antes le había interesado tanto los deportes hasta que conoció a Hyunjin. Antes, cuando eran amigos, lo veía a veces pero sin pasarse ya que no eran nada, pero ahora, siendo su novio, no quería perderse ningún entrenamiento y podía ir con derecho.

El sonido del silbato se expandió por el campo, llamando la atención de los jugadores.

—De acuerdo chicos, sé que lo estabais deseando por ser viernes , así que doy por terminado este entrenamiento. Muy buen trabajo todos y que no os de un coma etílico con el alcohol— habló el entrenador con voz firme, antes de guardar su silbato y acomodarse la gorra.

Todos gritaron eufóricos y guardaron los balones en la bolsa correspondiente, para después correr hacia el edifico de los vestuarios y duchas, deseosos de comenzar su fin de semana.


—Hyunjin, venga, que es viernes y me apetece irme ya— alentó Seungmin mientras se secaba el sudor de la frente con una pequeña toalla.

—Adelántate, ahora te alcanzo— dijo Hyunjin sin mirarlo, empezando a caminar para correr hacia las gradas con tal de besar a su bonito novio, siendo la envidia de la mitad del equipo por la buena pareja que hacían y un recordatorio de su soledad. Y bueno, Seungmin los miró antes de entrar al edificio.

 Y bueno, Seungmin los miró antes de entrar al edificio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Quiero más nueva versión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora