_13 Capitulo_ Venganza

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Aquellos pasos se detuvieron y retrocedieron, yo me quedé quieta, no hice ningún tipo de movimiento.
Luego de unas horas tocan la puerta.
Abro la puerta y es Turhan, que se mete de golpe en mis aposentos.
–Tienes que verle la cara... Es impresionante, algunas concubinas vomitaron.
–Eso querían hacerme a mí, no lo puedo creer...
Sentía que me iba a bajar la presión, de repente me maree.
–Tranquila Kamra, los malos tendrán lo que merecen.
–¿Y ahora?¿Que haremos?
–Nosotras nada, no tenemos nada que ver con eso...

Nos fuimos a dormir las pocas horas que quedaban para que amanezca.
Al otro día baje al patio de las concubinas, todas estaban mirándome raro.
Me acerco al jefe de los eunucos.
–Buenos días... ¿Que sucedió ayer? ¿Porque eran los gritos?
–La favorita Halime fue envenenada, su cara se desfiguró producto del veneno, están investigando de dónde salió.

Actué como si estuviera sorprendida y me fui a ver qué tal estaba.
Estábamos en la puerta del hospital con Turhan esperando pero los guardias no nos querían dejar pasar.
–Insisto que es importante.
–No señorita, no la podemos dejar pasar.
En ese instante aparece el sultán Ayhan, todos reverenciamos al verlo.
–¿Que está pasando?- dijo serenamente.
–Mi sultan, me enteré que una de sus favoritas está mal y vine a ver qué estaba pasando.
–No tienes que alterarte por estás cosas, tienes a un bebé en camino.
–Pero es que me llevaba muy bien con Halime, somos muy amigas, de verdad estoy preocupada por ella...
–Bueno mí querida, entraras conmigo- hizo un gesto a los guardias y estos se movieron sin decir nada.

Al entrar la vimos con su cara completamente roja y deforme, partes de carne se le habían caído y probablemente no vería de un ojo.
–Mi sultán...- Intento decir Halime entre gadeos.
–No te levantes, está bien... ¿Que te ha sucedido?
A Halime le estaba costando mucho hablar.
La doctora vino a explicar que alguien había puesto veneno en su almohada, un veneno excesivamente raro y caro, común entre la realeza.

–Oh no Halime- comencé a finjir llanto- ¿Quien te ha hecho esto?
Mí llanto era real, pero no por ella, era el alivio de saber que no era mí cara.
Me acerque y le acaricie el cabello mirándola a los ojos.
–Todo estará bien...

El sultán se levanta de la cama y me llama aparte.
–Debo irme a seguir con los asuntos, pero cuídala, que parece que le hace bien estar contigo, además pondré a alguien a investigar este caso, pero creo saber quién fue...
Me besa en la frente y se va.

¿Estará sospechando de mí?

Me acerco lentamente a la cama sonriéndole, ella me mira con odio y puedo sentir su enojo.
–Tengo buenas noticias, estoy embarazada...
Sus ojos se abrieron como platos.
–Pero no te preocupes, me encargaré de que no te echen del harem...–Me acerco a su oído y le susurro- Me las pagarás en vida.
Le sonrió por última vez y me voy.

-----por el lado del sultan-----
Mientras el sultán Ayhan caminaba por los pasillos del harem se encontró con un jenizaro muy joven, que estaba practicando muy ferozmente con la espada.
–¿Como te llamas?
–Soy Amid, sultan.
–¿Y que haces aquí?
–Soy aprendiz de uno de sus guerreros más fuertes, del jenizaro Beli.
–Oh si recuerdo al jenizaro Beli, excelente con la espada.
–Sigueme...

Comienzan a caminar y a hablar. el sultán Ayhan había perdido a su mano derecha hacia poco tiempo y se sentía solo.
El muchacho Amid era bastante joven y entretenido.

El tiempo pasó rápidamente, algunos meses después el vientre de Kamra crecía.
La madre sultana ignoraba la presencia de ella y hasta ignoraba a su futuro nieto.
Por un lado era mejor así, Kamra podría estar más tranquila pero no estaría segura hasta tener a un hijo varón.

Kamra decidió hablar con el sultán, pidió permiso para verlo en su puerta y la dejaron entrar.
–Hola mí luz, ¿Como estás?
–Hola mí sultán, estoy bien y mí bebé también lo está.
–Que bueno, ven, siéntate.

Me senté en su mismo sofá.
–Mi sultán, en realidad yo vine para pedirle algo... Yo no quiero ser irrespetuosa mí sultán, pero quería pedirle un favor.
–Claro mí amor dime
–Es que esa favorita, Halime, es como mí mejor amiga, y la jefa del harem dijo que no se podría quedar aquí una vez recuperada...
–No podría, la misma madre sultana no lo permitiría.
–Lo se, por eso quería pedirle si podía ser mí sirvienta, para que me ayude además a caminar por la panza.
–Es una muy buena idea mí amor, bueno, avisale a la jefa del harem.
–Gracias mí sultán, usted me hace feliz.

Mí venganza no está completa pero avanzamos bastante, ahora Halime es mí sirvienta y no va a poder respirar sin mí presencia.







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⏰ Última actualización: Nov 18, 2021 ⏰

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