Capítulo 69

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Inhalé cuanto aire podía, había olvidado el delicioso olor del campo y lo helada que el agua de un lago natural era, el sonido de las ramas al ser azotadas por el fuerte viento y...la hermosura de la naturaleza.

Miré todo mi alrededor, el cielo estaba teñido de grandes franjas color celeste, naranja y rosado, ¿Esto era el paraíso? jamás había visto algo tan hermoso, lo que más empecé a amar de este lugar son la infinidad de girasoles que había.

Es como si estuviera en un cuento de hadas, me siento en paz y libre.

Hoy, recordé un extraño sueño que tuve cuando estaba en coma.

No dejo de comerme la cabeza con eso, ¿Recuerdo o sueño? sin embargo, ni yo puedo responder a eso.

Recuerdo que en ese sueño lo vi, a Yoongi ¿Ya me conocía entonces?, sería imposible.

Lo había recordado -el sueño- horas después de haber despertado, me afectó tanto que tuve la necesidad de escapar, ni siquiera temí que The Hell pudiera encontrarme.

Solo quería escapar de esa gran mansión por unas horas; olvidar a Marlon y Charles, que me querían matar, a mi madre, a mi padre, a Jisoo, a Taehyung y Jimin, mi situación y...aunque me duela decirlo, a Jungkook también.

He sido, soy y seré siempre fuerte ante todo, una batalla no se gana llorando ni lamentándose, no, aunque la vida me empuje y me haga caer, siempre me levantaré y lucharé hasta vencer. He tenido miedo, lo admito, pero ya no le temo a la muerte...porque la he mirado a los ojos.

La he visto sonreírme y la he escuchado hablar.

Mi vida no es normal, dejó de serlo en el momento en que tuve que atender a ese Diablo con aspecto de hombre, a mi Diablillo.

Y solo por un día quiero sentirme una mujer normal, que no perderá su vida en cualquier momento.

Solo quiero ser T/n James y no La Diabla, jefa de un gran imperio mafioso y la presa de The Hell.

Solo aquí puedo sentirme así.

Tomé un auto de Jungkook y conduje por horas hasta salir de la ciudad, encontrándome en el camino este precioso lugar.

Lo primero que hice fue tirarme de espaldas en el césped, lo segundo fue desconectarme del único medio que me unía a algunos problemas:

El celular.

Después caminé durante horas adentrándome en el bosque hasta llegar al hermoso lago en el que ahora me encuentro y, por último, hice caso a un muy sabio dicho que mi profesora de español en la secundaria me dio a conocer.

"Dale descanso a tus pies, pero también a tu corazón".

Eso hice, me desconecté de todos y cada uno de mis problemas, descansé física y mentalmente.

De nada serviría que relajara mi cuerpo si mi mente seguía atormentada, por eso, le di paz a mi alma y cuerpo.

Y se sentía bien, muy bien.

Las horas, minutos y segundos se fueron volando, como las hojas son llevadas por el viento y los peces por el agua.

La oscuridad cayó sobre el bosque y el frío le hizo compañía, entristecida tuve que empezar a alejarme de allí.

Caminé sin ningún apuro, y en el camino fui prendiendo mi celular.

En el proceso, la alegre sonrisa de Emi apareció en mi mente y mi pecho dolió, la extrañaba demasiado.

Me prometí visitarla al día siguiente.

Mi celular se prendió por completo y miles de mensajes ingresaron junto con notificaciones de llamadas perdidas.

Todas de Jungkook.

Suspiré, sabía de ante mano lo furioso que estaba conmigo, sin embargo, no daría pie a la pelea.

Lo dejaría que me gritara cuanto quisiera y me lo tomaría con calma, mi paz seguía en mi, y ahí se quedaría por un buen rato.

A los minutos de estar conduciendo en el auto, mi celular me avisó de una llamada, "Don't let me stop you" de Kelly Clarkson inundó mis oídos, abrí la llamada y suspiré antes de hablar.

T/n: Hola, Jungkook.

Jungkook: ¡¿Dónde mierdas te has metido?!

T/n: Voy de camino a casa...

Jungkook: ¡¿Dónde estás?! no me importa si ya vienes, ¡¿Cómo se te ocurre desaparecerte así?!

Volví a tomar otra profunda respiración, su voz estaba llena de rabia y sus gritos amenazaban con dejarme sorda en cualquier momento.

T/n: Cuando llegue hablamos, te explicaré todo y responderás a unas preguntas mías, pero solo cuando regrese. Lo prometo, te amo.- Y colgué.

Ya en la ciudad, bajé del auto y caminé por una acera para llegar a una pequeña cafetería. Compraría un postre y unos cafés para llevar, caminando por la acera sin querer choqué con una persona que iba encapuchada, votándola sin querer.

T/n: Lo siento mucho.- Le dije, ayudándola a levantarse.

La capucha se le había caído de la cabeza, dejando ver su rostro. Quedé sin palabras, su piel estaba gris, tenía unas grandes bolsas color negro bajo sus ojos, su cabello estaba sin vida y corto, por la altura de sus hombros.

¿Qué le había pasado? jamás la había visto así.

T/n: ¿Jisoo?

Tiró de su brazo -el cual yo sostenía para levantarla- y me miró con un gran vacío en sus ojos.

Jisoo: Apártate de mi camino.- Dijo, su voz fría como un tempano de hielo.

T/n: ¿Estás bien?- Me aventuré a preguntar, sin importarme el tono seco de su voz.

Jisoo: Eso no te importa, quítate de mi camino.

Alargué mi brazo para tocar su mano, pero se apartó de un movimiento muy brusco.

Jisoo: ¡Déjame en paz!- Gritó. Haciendo que varias personas que circulaban por ahí nos volvieran a ver, sin embargo, siguió sin importarme.

T/n: Jisoo, te ves mal, déjame ayudarte.- Pedí.

Jisoo: ¿Quieres ayudarme?- Asentí.-Entonces desaparece de mi vista.- Susurró, su voz se volvió ronca y sus ojos adquirieron un brillo peligroso.

Me hice a un lado y pasó chocando su hombro con el mío, la vi perderse entre el mar de personas que caminaban por ahí.

Puede que ya no seamos amigas, pero no pude evitar que verla así me doliera demasiado.

No logro entender como es que llegó a ese estado, siempre ha sido una chica que se preocupa por estar bien, por su apariencia y sobre todo, por su salud.

Durante todo el camino hacia la mansión no pude evitar pensar en la chica que antes era como mi hermana y, si estaba pasando por una mala situación o no.

Sigan~~~

Sin tiempo para morir (Narcotraficante Jeon Jungkook  Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora