Capítulo 74

2.6K 200 37
                                    

Jungkook: ¿Y por qué habría yo de forzarla? Tiene ventiún años, Jackeline.
Es toda una mujer hecha y derecha, con una gran inteligencia como para medir el resultado de sus actos y de sus decisiones. Yo solo puse la oferta, ella la aprovechó. Y agradece, Jackeline, de no ser por mi, The Hell ya la hubiera exterminado. Y vaya que gran amante que es.- Ahogué un grito y cubrí mi boca con una mano. Jungkook había sonreído con sensualidad y picardía, provocando molestia en mis progenitores.

¿Cómo se le ocurrió decir aquello?

Lo fulminé con la mirada y también lo advertí de una buena charla más tarde.

Se encogió de hombros.

Jackeline: ¡Imbécil! ¡Como te atreves a habla así de mi hija! - Gritó mi madre.-No eres más que un mal hombre que ha desgraciado la vida de mi hija.

Frank: ¡Jackeline!- La advirtió mi padre.-Cuida tus palabras, ¿Acaso olvidas todo lo que este "imbécil" hizo por nosotros? Jungkook ha protegido a T/n como nunca nadie lo habría hecho, ni siquiera yo, deberías estar agradecida.

Jackeline: ¡Solo lo ha empeorado mándandola a pedirme explicaciones!- Exclamó. De pronto tapó su boca con alarma, como si hubiera dicho algo que no debía.

T/n: Yo sola quise ir, mamá. Además ¿Cómo podría eso empeorarlo?- Hablé por primera vez, decidiendo que era hora de intervenir.

Ella me miró, de nuevo- si las miradas matan ya estaria muerta, nunca me había mirado de esa forma mi progenitora, con tanto odio y rabia.

Jackeline: Debo irme.- Se levantó tan deprisa que dejó caer la taza de té en el suelo, igual que en el hotel.

Y ni siquiera eso la detuvo, se fue sin mirar atrás.

Nadie la detuvo, todos quedamos pasmados ante su inesperada acción.

Todos nos miramos confundidos y aturdidos, ninguno lograba entender la actitud de mi madre.

Y durante toda esa tarde hubo una pregunta rondando mi mente.

~~~~~

Los doctores y las enfermeras corrían con prisa por los pasillos del hospital, algunos pacientes paseaban con su tanque de oxígeno por ahí y varias personas estaban sentadas en unas sillas.

Caminé hasta llegar donde la recepcionista y apoyé ambas manos en el mostrador.

La encargada era una mujer de estatura media, de edad un poco avanzada y con ateojos igual de pequeños que los de la Señora Scott, quien por cierto, había hablado conmigo hace unos días para decirme que estaba despedida.

Al principio me sentí indignada, había estado ausente un mes no porque quisiera sino porque así se dieron las cosas.

Dijo que era mejor para mi, que debía cuidarme y dejar que mi novio me atendiera, no quería tener que ir a un funeral y, menos si es el mío.

Aún estaba afectada por el despido, y en parte, feliz por no tener que soportar a la sonsa de Jennie. En fin, la recepcionista era de una edad un poco avanzada, tal vez unos sesenta.

Me miró esperando a que hablara.

T/n: Vengo a visitar a Kim Jisoo, ingresó aquí ayer.- Dije.

Ella asintió y tecleó algo en su computador, luego se volvió hacia mi.

Xxx: Aún no puede entrar sino hasta las tres y media.- Dijo, suspiré y le agradecí.

T/n: Entonces esperaré.

Caminé de nuevo hasta poder descansar mi trasero en una silla. Miré mi reloj de muñeca, eran las tres. Me entretuve jugando "Pac-Man" en mi celular, hasta que sentí a alguien plantarse frente a mi.

Sin tiempo para morir (Narcotraficante Jeon Jungkook  Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora