20. MANADA SOLITARIA

491 100 9
                                    

—Creo que has olvidado esto en mi casa —escupió furioso el más bajo, al mismo tiempo que lanzaba una chaqueta sobre él.

Namjoon todavía confundido y preguntándose qué era lo que estaba pasando, tomó la prenda dándole un vistazo.

—¿Crees que por ser el líder puedes entrar a mi casa y aprovecharte de mi hermano?

Sus hombros cayeron fatigados al familiarizar su chaqueta. Sintió una ira repentina acumulándose en las manos una vez comprendió el porqué el otro estaba allí, apretó la prenda frunciendo sus labios.

—Lo único que creo es que Jin es demasiado mayor para hacerse cargo de sus propios asuntos.

Yoongi respondió con un gruñido manifestando su descontento, se agachó para tener que tomarlo por la camisa obligando al otro a mirarlo. —Me importa porque es mi hermano, tu puesto no te da ningún derecho a tratar así a los omegas de tu manada.

—Suéltame —pidió Namjoon con dura voz.

—Te metiste con los míos aún cuando ellos te ofrecieron su confianza, su lealtad y así es como les pagas. Con acciones aberrantes y cuestionables.

El alfa de cabello gris se carcajeó, lo que hizo poner más enojado a Yoongi. —¿Qué es tan gracioso, idiota?

—Me parece divertido que te atrevas a señalarme y me juzgues solo por mi desgraciado historial familiar. Te has atrevido a venir aquí para darme una paliza, sin saber que fue lo que sucedió realmente entre Seokjin y yo...

No hay Seokjin y tu —corrigió Yoongi fulminando al alfa más alto con la mirada—. No me hables de algo que entiendo, conozco el aroma de un alfa en celo y tu aroma sigue en mi casa, en su habitación, en su cama. ¿Seguirás pensando que soy estúpido?

Namjoon gruñó al escuchar como el otro alfa se entrometía en sus asuntos, Yoongi le respondió provocando que sus ojos se tornaran dorados por su alfa. El menor se dio cuenta de los ojos amarillos de su líder destellar por igual, haciendo que ese gruñido fuera más demandante, pero la furia de su alfa era más grande que no se iba a dejar intimidar.

El sentimiento le hervía la sangre dándole escozor en la palma de la mano, su alfa le pedía defender lo suyo y su respiración fue más pesada, los huesos comenzaron a lastimarle en cada extremidad. Iba a convertirse y dar por ganada esta pelea, pero una figura con cabello rubio interfirió entre ambos cuerpos arriesgando su propia seguridad.

Aquellos ojos eran pequeños, pero demasiado carismáticos aún cuando su rostro estaba completamente aterrado. Por ese instante Yoongi se perdió en esos ojos rasgados inyectados de ruego.

Esa pequeña figura no pronunció ninguna palabra, solo sostenía sus ojos puestos sobre él y a Yoongi le pareció más difícil tener que mantener su mirada conectada con la del omega que olía a un atardecer y algo más. Un sol que pudo ser la respuesta a su llamada de oscuridad.

—¿Cómo te atreves? —atacó con trémula voz.

Su voz fue como una caricia aterciopelada dando un descanso a sus emociones.

Yoongi por primera vez no supo que decir ante alguien y fue haciendo más suaves sus facciones pareciendo perdido. Vio que el otro alfa empezaba a levantarse y Jimin con una postura en defensa, fue que cubrió al de cabello gris.

Jimin sabía cuánto se arriesgaba demasiado ante un alfa cegado resultando muy lastimado, pero eso no le importaba, prefería ayudar a su buen amigo que estaba en desventaja y era probable que solo se llevara un bofetada para ganar tiempo, pero el reloj tuvo que haberse detenido.

HIJOS DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora