21. SOLITARIO CORAZÓN

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Yoongi estaba sentado sobre la raíz de un árbol que sobresalía de la tierra, balanceando sus pies a la par que pelaba una mandarina que anteriormente se ocupó de lavar muy bien.

Pudo haber vuelto a casa desde temprana hora, pero le encantaban las puestas de sol por brindarle calma.

Los primeros rayos se estaban ocultando tras la montaña del oeste y miró en dirección al campo donde algunos estaban terminando por hacer sus deberes, pero desde la distancia miraba a cierta persona que estaba lavando sus manos sobre un comedero de madera, donde depositaban agua fresca.

Mientras tomaba su almuerzo en el pequeño espacio improvisado del área de agricultores ya hacía unos días, el resto que laburaba en esa parte del bosque murmuraba cosas. Nunca se había interesado por los chismes que rondaban y esta no sería la excepción. Se les veía más contentos de lo normal y prefirió ignorar el motivo como siempre.

Siguió con sus bocadillos mientras leía un libro que se había encontrado en el pueblo, no estaba siendo tan interesante como esperaba, pero no le gustaba abandonar un libro sin antes terminarlo.

Un par de risillas lo desconcentró de su lectura obligándolo a levantar la mirada. Las omegas pasaron de largo frente a sus ojos dando cortos vistazos a sus espaldas como si algo extraordinario acabara de pasar en donde tomaban la comida.

Echó un vistazo a su alrededor y en la fila pudo percatarse de una figura diferente. Su cuerpo entero se irguió al reconocer la silueta de la cabellera rubia que estaba detrás del de cabello magenta.

Park Jimin se burlaba de algo o solo con Taehyun. Podía recordar por el resto de sus días lo que Jimin llevaba puesto ese día y lo haría porque se miraba como el omega más hermoso que haya visto.

Esa prenda a rayas de color rojo que tapaba sus brazos lo hacía ver tan delicado y pequeño. Ahora podía entender porque sus compañeros estaban tan entusiasmados, la energía que desprendía Jimin era muy contagiosa, tanto que hasta el mismo Min Yoongi estaba viéndolo mientras sonreía.

Se preguntaba qué era lo que estaba haciendo allí.

—¿Algún lugar te llama la atención? —le preguntó Taehyun a Jimin con cantarina voz.

El de cabello rubio desde que había entrado, fue cautivado por la armonía del lugar, pero al parecer no todos podían compartirla. Llamó su atención la única figura solitaria en una de las mesas que estaba a solo unos pasos, no sabía si era que lo prefería así o por algún otro motivo.

Min Yoongi estaba sentado sin ninguna compañía, comiendo a bocados pequeños y con precaución de no manchar el libro que sostenía con sus blanquecinos, largos y delgados dedos.

Se miraba tan intelectual, como a esos chicos solitarios que encontraba en el colegio leyendo entretenidamente sus comics.

—Oye Taehyun... ¿y si nos sentamos con Yoongi?

El de cabello magenta abrió sus ojos y vio la figura del alfa que parecía una estatua. —¿Estás seguro? Después de lo que pasó fuera de tu casa quieres... no creo que sea buena idea.

—¿Eres su amigo?

—No creo que él me considere como uno, Jimin. Soy el hermano de su ex pareja.

Jimin miró al alfa con incredulidad. —¿Hoseok? —asintió a lo que el omega volvió su vista al alfa que no se estaba percatando de su conversación ni de su presencia—. No sabía eso...

—Fue hace mucho de todos modos. ¿Por qué quieres ir? ¿Estás interesado?

—¿Qué? No, solo quiero saber cuál es su problema.

HIJOS DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora