25. MORFINA

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Durante la madrugada, el resto de los Min descansó en la sala. Soobin apoyó su cabeza en las piernas de su hermano Tae, quien se había ofrecido para montar guardia por si algo sucedía en el transcurso de la noche. Evidentemente, Yoongi sabía que no sería así.

Tae y Soobin se habían quedado profundamente dormidos en un santiamén, dejando a Yoongi sin opciones, se quedó despierto esperando que nada malo ocurriese. Antes de que amaneciera decidió echar un vistazo en la habitación donde el alfa se recuperaba, si todo estaba en orden entonces iría a recostarse para descansar un poco.

Abrió la puerta lentamente llevándose la sorpresa de que Seokjin también estaba dormido.

Se aproximó para revisar si el líder aún respiraba, acercó su dedo a su nariz confirmando que su corazón bombeaba sangre aún.

—Que lastima —pronunció en broma.

Verlo aún con vida no era lo que tenía más sorprendido, sino Seokjin, que descansaba su cabeza sobre su brazo extendido, el que de tal manera tomaba la mano del alfa. El agarre era flojo, pero su pulgar e índice aprisionaban los dedos del peligris.

—No somos lo que piensas, ellos no son como su familia.

Yoongi formó una mueca tras recordar las palabras de Jimin, él era leal a Namjoon por alguna razón ajena y el comportamiento repentino de su hermano mayor con el alfa lo tenía desconcertado. Jin aún se negaba al acercamiento de los alfas que no fueran su familia o amigos, pero ¿por qué con Namjoon no?

Por más que fuera su rabia hacía los Kim, si su hermano había visto algo que él no, era algo con lo que no podía luchar. Nunca lo obligaría a apartarse de una cosa o lugar, en este caso de una persona con la que se sentía bien y a salvo.

—Es esto lo que quieres ¿o no? —murmuró al omega—. A él.

El alfa no esperaba recibir ninguna respuesta a su pregunta, Jin podría responderlas después con sus acciones.

Decidió darse por vencido, no podía hacerle esto a Seokjin que había mejorado con su presencia.

No faltaba mucho para amanecer cuando vio por la ventana y salió de la habitación sin decir o pensar en nada más, por ese momento Yoongi pudo descansar mucho mejor.

Más tarde, Seokjin abrió sus ojos sintiendo una molestia en su cuerpo. Había luz clara en toda la habitación que le molestó en la vista. Cerrarlos por un momento hizo que se habituara y se diera cuenta que eligió la peor posición y lugar para dormir, y no solo eso, sino que su mano estaba sujeta a la mano de Namjoon.

La mano del alfa líder cubría la suya, como si apenas pudiera aferrarse a su agarre. Lograba sentir el calor en su palma y para no tener que despertarlo la retiró despacio.

Enseguida se enderezó lentamente quejándose por el dolor en su espalda, dio un vistazo a la ventana y a juzgar por el claro cielo podrían ser las 6:30 am o apenas las siete.

La lluvia se calmó por la madrugada dejando una brisa helada que le hizo cubrir a Namjoon con una manta extra para que no le molestara el frio. Seguramente no porqué era un alfa, su naturaleza le permitiría no sufrir por el frio, pero por su debilidad todo podía ser posible.

Con el cuerpo adolorido se incorporó dando un vistazo a Namjoon que parecía todavía no reaccionar, a simple vista el de cabello gris dormía plácidamente, tan calmado como recuerda aquel día haberlo visto que despertó a su lado. Compartiendo su calor y sintiendo que el alfa era la seguridad y apoyo que le brindo con solo un abrazo después de mucho tiempo.

HIJOS DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora