36. CÓMPLICES NOCTURNOS

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Al cabo de un rato, Seokjin regresó al comedor para su encuentro con Namjoon, quien, para su sorpresa no estaba donde lo vio por última vez.

La puerta de la entrada fue azotada por una ventisca llamando su atención. Tuvo el presentimiento que Namjoon estaría esperándolo afuera, por lo que se encaminó al exterior, encontrándolo con la vista fija en el camino a donde la noche de los campeones se estaba celebrando.

No fue necesario hacerle saber al otro que estaba allí. El peligris tuvo la sensación de ser observado, razón por la que se dio la vuelta para encarar al omega.

A simple vista, la actitud de Seokjin no generaría mortificación porque solo estaba de pie, pero por la forma en que se mantenía tan erguido, más por la forma en la que aprisionaba su dedo en su otra mano, dedujo que surgió algún inconveniente en la cocina.

Jin vio el cambio repentino en el semblante de Namjoon, disponiéndose a decir algo apenas lo notó subir un pie en el escalón.

—¿Crees que sea correcto que no los acompañemos?

La inesperada pregunta conmocionó al líder que no supo responder rápidamente.

Jin recapacitó sobre lo sucedido en la cena y la despedida. Se negaba a que Namjoon descuidara sus obligaciones con los otros líderes, más aún cuando Elsphet Creek apareció de sorpresa en Bergwald. Si bien le dio cierta satisfacción interponerse en su interacción con el alfa, ahora se rehusaba a ser un distractor en una reunión tan decisiva e importante para su manada.

Sin explorar en los motivos que lo llevaron a tomar esa decisión, Namjoon accedió.

Jin temía que su intención fuera malinterpretada por el otro, que admitió no tener ningún problema, pero ¿qué tan cierto era?

Luego de escuchar la elección de Seokjin, Namjoon se cuestionó si estaba actuando de manera incorrecta con el pelinegro, creyendo que Jin en realidad no estaba listo para permanecer a solas con él.

Lo ideal era comunicarse para que dejara de sobre pensar, pero no lo externó.

A pesar de llevar las manos unidas y los dedos entrelazados, caminaron en silencio, oyendo sus pasos y la música que armonizaba el ambiente de la celebración al final de su camino.

El abrupto desapego de Jin, no tenía ninguna relación a lo que Namjoon imaginaba. Admitir delante de los presentes ser la pareja del líder fue un plan desesperado para apartar a Elsphet del peligris. ¿Pudo ocurrírsele algo mejor que eso para evitar enfrentarse a lo que estaba a punto de hacer? Sí, pero en ese momento sus celos nublaron su buen criterio que no le permitieron planearlo mejor.

Reconocía que el secreto de su relación no podía mantenerse oculto por tanto tiempo, cual sea que fuera el plan —así fuera perfecto—, en algún momento Min Seokjin encararía a la manada como el omega líder de Bergwald, dando como resultado la misma ansiedad que tenía ahora.

Entre más lo pensaba, la presión se volvía más insoportable impidiéndole respirar con normalidad. De seguir así provocaría que se desvaneciera por tratar de regularizar su respiración.

Estando a punto de llegar a la plaza, Namjoon sintió una brisa acariciarle la palma de su mano. No tardó en descubrir que Jin lo había soltado, permaneciendo inmóvil a unos cuantos pasos.

—¿Jin? —pronunció Namjoon de un modo cariñoso.

Seokjin fácilmente leyó la angustia en el semblante del alfa, que con pasos tranquilos acortó la distancia cuestionando por su bienestar.

HIJOS DE LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora