El dolor es insoportable. Siento que todo mi cuerpo va contra mí, empeñado en no abrir la boca y contar mi historia, pero es curioso como el hecho de tener a mi lado a Cassiel apretándome la mano, hace que todo eso se disipe y tenga la fuerza y la voluntad de abrirme a alguien a quien confío y valoro.
—Como ya sabes el accidente fue el 9 de julio del 2018, en ese entonces yo acababa de cumplir recientemente 16 años—comienzo mordiéndome el labio inferior—. El día anterior a la tragedia mi madre vino borracha, muy borracha. Serían alrededor de las dos de la mañana y yo para ese entonces estaba durmiendo, ya que tenía clase al día siguiente, pero como siempre, eso le daba igual a mi madre. En un principio había pensado no meterme como hacia algunas veces, dejar que hiciera lo que quisiera en la casa siempre y cuando no se metiera conmigo. Pensaba que si no hacía nada no podría hacerme daño, pero no pude quedarme quieta, no cuando comenzó a gritar. Escuché platos, vasos rompiéndose… Sabía que si la dejaba sola iba a hacerse daño así que me levante de mi cama y fui donde ella.
Hago una pequeña pausa recreando la escena. Me acuerdo que no sabía de dónde había venido mi madre aunque siendo sincera había dejado de molestarme en preguntárselo porque siempre era la misma respuesta "A ti que te importa". Tampoco sabía con quién había estado e igual que con lo anterior, había dejado de preguntarlo.
—Me la encontré tirada en el suelo con muchos cristales a su alrededor. Aún no sé cómo conseguir sacarnos a las dos ilesas, pero lo siguiente que recuerdo es dejándola en su cama mientras le quitaba su ropa llena de alcohol. Al quitarle su pantalón toqué algo líquido y caí en la cuenta de que era pis—miro a Cassiel fijamente—. Mi madre se había meado encima por lo que metí la rompa a lavar e intenté darle una ducha cosa a lo que se negó. No volví a insistir. Lo siguiente que pasó fue que mientras limpiaba el desastre que había hecho en la cocina comenzó a gritar desde su habitación, la diferencia era que esos gritos no tenían punto de comparación con los de antes. Sus gritos fueron tan fuertes que parecían más los de un animal agonizando que una persona y como cualquier persona normal me asusté.
A mi lado Cassiel me aprieta más la mano cuando ve que he comenzado a temblar.
—No sabía lo que le ocurría. Hice todo lo que pude para calmarla, pero simplemente se vistió con lo primero que pillo, cogió dinero y se fue, así sin más. Yo no sabía que había pasado ¿Había hecho algo mal? ¿Algo le había incordiado?—Cierro durante unos segundos los ojos—. Me agobié y lo único que supe hacer fue ver como se marchaba mientras lloraba. No lloraba solo por lo que estaba ocurriendo sino también por el estado en el que se encontraba mi madre, medio desnuda y borracha. Nada iba a salir bueno de eso.
«Decidí ir a por ella a por la que entonces llamaba madre…—La palabra madre resale rocosa, sin emoción, sin ganas—. Pero cuando estaba a punto de irme vi su teléfono tirado en el suelo. Me acerqué y descubrí la razón de su actitud. Mi padre le había enviado un mensaje de que jamás podría volver a su casa en Denver. En ese entonces jamás había imaginado que se referían a mi hermana pequeña si no que lo primero que pensé fue que tenía una amante y por eso mi madre había reaccionado de tal forma, claro está que desde que tenía uso de razón jamás había visto a mis padres juntos, hablando o tomando algo como una pareja normal. Deje de desear que ese deseo se hiciera realidad hace mucho tiempo si soy sincera—admito en voz baja—. Hay cosas que son imposibles que sucedan, por mucho que lo desees.»
Respiro profundamente un par de veces antes de continuar.
—Por el mensaje y por las prisas de mi madre deduje que iba a Denver a donde vivía mi padre con el dinero que había cogido para el viaje, y aun así no sé cuanto tiempo estuve ahí plantada, en el suelo de la casa de mi madre releyendo una y otra vez ese mensaje. Para cuando quise darme cuenta habían pasado horas, tal vez incluso un día, desde que se había marchado y sin pararme a pensar más, fui hacia el aeropuerto.
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La Promesa Eterna-1 ✔
Teen FictionEn Denver, la ciudad de las oportunidades y las esperanzas llega Keira Selby para poner todo patas arriba. Su repentina llegada al comienzo de su primer año en la Universidad de Denver, levantará a su paso secretos que nadie había pensado poniendo e...