Prologo

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"¡Cómo las tumbas entregan sus muertos, y cómo el horroroso aire nocturno crece con chillidos!"
<<Varney the Vampire>>
(1845)

Una brisa serpentea por los barrios abandonados de Madrid para luego morir contra tu ventana. Despiertas en penumbras y silencio. Pensamientos acuden a tu mente como fantasmas de vidas pasadas y te recuerdan donde estas.

Tus pupilas danzan investigando la habitación que lentamente comienza a enseñarte sus huesos.

Allí, tendido en el suelo, decides echar un vistazo.

La superficie fría del suelo te tranquiliza. Giras el cuello de un lado a otro y no distingues nada ni a nadie. Comienzas a mover manos y pies mientras la sangre obediente circula por tus dedos.


Los objetos de la habitación se van transformando en siluetas y tus ojos se fijan en la puerta de entrada, donde un armario de madera continua bloqueando el acceso

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Los objetos de la habitación se van transformando en siluetas y tus ojos se fijan en la puerta de entrada, donde un armario de madera continua bloqueando el acceso. Satisfecho, te pones de pie.

Tras dar un paso, contemplas la mesa donde te espera el cuaderno.

El cuaderno no se va a marchar a ningún sitio.

Avanzas percibiendo con tus manos lo que te rodea. En la manta donde descansas se encuentra una pistola H&K Standard (cortesía de un policía en vías de putrefacción). La coges y continuas. A pocos centímetros esta la ventana y por debajo dos cubos de plástico.

Te encuentras palpando el escritorio cuando tu rodilla choca con algo metálico. Reprimes un grito y compruebas que has encontrado el radiador. Tus instintos te piden que contraataques... pero sabes bien que tus enemigos nos son objetos inanimados. Sonríes y sigues adelante.

Llegas a la puerta. Frente a esta, un armario de madera de metro noventa impide la entrada o salida. Tus manos acarician la superficie del mueble para luego empujarlo con la punta de los dedos. Su rigidez te tranquiliza. Bajo tus pies, una alfombra soporta el peso del armario.

Te das la vuelta satisfecho y tu mirada recae, una vez más, sobre el escritorio.

Te sientas en la silla y frunces el rostro al sentir el respaldo de metal. A continuación, coges el mechero y enciendes una vela. La zona se ilumina de inmediato al ritmo de la llama.

Algo dentro de ti arde en deseos de expresarse, de contarlo todo. Crees oír un coche a la distancia pero el ruido desaparece tan rápido que no te da ocasión a pensar en el.

Estiras tu mano sobre la mesa y coges el único bolígrafo que te queda.El cuaderno parece exigirte que des explicaciones. Ayer estuviste horas frente al endemoniado objeto; hoy, sin embargo, la batalla parece decantarse en tu favor.

Tras suspirar escribes:

Mi nombre es Dozs Hakurei. El reloj en mi muñeca me advierte de que son las 04:13 de la madrugada. La electricidad se ha convertido, irónicamente,en un lujo del pasado.

¿Por donde empezar?

Antes de que Madrid se convirtiera en una nube de putrefacción y gritos pasaba la mayor parte de mi tiempo en la universidad.

Estudiar, estudiar, esa es la única manera de triunfar en el mundo. Estudios de grado, másteres, posgrados, cursos...

Antes de que las luces de la ciudad se extinguieran estaba a punto de conseguir mi titulo en Psicología.

Por aquel entonces vivía en un piso en el sureste de Madrid con mi pareja...

Mientras escribo y te pienso, Annie, unas turbinas rugen el cielo... Los ilusos aun creen que pueden retomar la ciudad ¿Para qué, Annie, para qué?

Otra explosión mas, demasiado cerca.

El mismo polvo de yeso que respiro rodea ahora estas palabras. Y ¿Para qué? Habría que bombardear toda la ciudad. Me siento como Anna Frank; me siento como ella pero sin sus ganas de vivir.

Si tan solo estuvieras tú, la mujer de mi vida a mi lado... ¿Qué hable con Kitty? ¡Tú y tus ideas! Muy bien...

¿Qué Kitty? ¿Que dónde está Annie ahora? ¡Eres curioso! Te lo contaré. Pero será mejor que empiece por el principio. Por el día en que Madrid se fue al infierno.

Recuerdo que viajaba en el metro y...

Madrid Zombie ExperienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora