•LYRICA• [Maitake]

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Takemichi disfruta de volver a cantar dentro de un cuarto insonorizado, de cantar tan fuerte, localizar e interpretar de la manera más gustosa una de las tantas canciones que ama.

Adoctrinado por su madre una gran cantante de ópera, la cual le mostró la belleza de interpretar en altos la cotidiana vida de algún pobre diablo o alguna mala mujer, aunque también le enseño que siempre debía de apostar al caballo 45 a pesar de que este jamás ganaba una carrera.

Mantuvo sus ojos cerrados mientras canta "Oh Agnello mío" una pequeña parte como calentamiento.

—Agnello mío— alto, lo suficiente como para sentir su eco prolongarse dentro de la habitación.  Respiró rápido, sus jadeos eran satisfactorios, ya que recaudan aire con la misma pasión que él soltó al cantar.

Su mirada se encontró con una negra como la joyas de onix puesta frente a él, no pudo evitar asustarse, frente a él estaba el prefecto, sentado con una pierna sobre la mesa, la otra libre, mientras que con una mano sostiene unos papeles, y la otra estaba sobre la rodilla alzada. Su cabello cae con gracia sobre su rostro, acentuando su encanto de alfa.

—mi-Mikey.....?— esa mirada afilada estaba sobre él, le causa algo de temor, por qué la siente muy crítica, siente que si hace algún movimiento el contrario podría atacarlo. “modo tieso„ pensó involuntariamente, con la creencia del T-Rex.

—Micchy— sonrió, notando por el lenguaje corporal que ponía nervioso al omega azabache.—Traje la canción que cantarás, el director vendrá dentro de un mes para ver el desempeño—invade el espacio personal del más bajó, buscando sentir sus feromonas, se sentía algo extraño el no poder determinar del todo que sentía el menor, que por lo que nota siempre usa parches de olor. —Tienes unos ojos muy bonitos— hablo bajo, solo para que Takemichi escuchará su elogió.

El azabache se rió, cerrando los ojos, sintiéndose un poco avergonzado por recibir palabras bonitas.

—Tambien tienes ojos bonitos— puso su mano sobre la cara del contrario, moviendo un poco el largo cabello cenizo.—son de un negro profundo, como la noche sin estrellas— El alfa acerco su cara a la palma del omega, disfrutando un poco de la tibiesa de su mano, como una suave caricia.

Estaban en un ambiente íntimo dónde habían momentos cálidos, donde cada poco se reparte susurros, cariños suaves.

El sentimiento de pertenencia en ambos lados, no impedía que terminarán pegados uno al cuerpo del otro pero, la parte racional sabe que son desconocidos que apenas intercambiaron palabras dos días antes a su encuentro en el salón de ópera, así que no podían tener más contacto físico que caricias en el rostro.

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Draken solo se quedó en el pasillo, planeaba adentrarse buscando al prefecto pero, se detuvo al escuchar risas pequeñas, en el aire estaban las feromonas del alfa dominante, ligeras, amables con el delicado destinatario del olor, incapaz de ser sentidas en un margen lejano.

No podía oler otra escencia, en cambio podía escuchar otra voz, era Hanagaki, ambos estaban susurrando cosas, podía escuchar algunas más claras que otras, eran como elogios y sutiles coqueteos , supone que el segundo tiene que ver con Mikey bajo su necesidad de ser el centro de atención de Takemichi, ya que es un alfa malditamente posesivo.

—Mikey ¿Ya te vas?—

—No quiero— pudo escuchar el tono infantil, se sobó la cara, tenía que intervenir, dispuesto a adentrarse pero, la charla lo detuvo.

—Me gustaría quedarme contigo, me siento tranquilo pero, si te acaparó demasiado puede que el Auxiliar se enoje conmigo y me castigue— “¡bien echo takemichi!„ pensó alabando al omega de ojos azules.

—¿El auxiliar?— “putamare Mikey, eres el maldito prefecto y ¿no sabes algo tan básico?„ escucho una breve risa, para que luego procediera a explicar nuevamente.

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—El auxiliar es ese maestro, mano derecha del director que camina por toda la escuela en busca de rebeldes que no cumplan con las normas— fascinado, sus ojos solo ven como brillan esos bonitos ojos color cielo, también como su rostro muestra todo lo que siente, es honesto y transparente.

—¿No te agrada?— indago mirando que las bonitas facciones del omega se distorsionan en incomodidad.

—El anterior Auxiliar era Kiyomasa—Murmuro, cerro los ojos por qué era algo que realmente no quiere recordar.—Deje de venir  por su culpa, me acosaba constantemente, también recibía bulling de sus conocidos, a pesar de ser un maestro, más de una vez termine siendo acosado sexualmente— busco esconderse, termino en el pecho del Alfa, sus brazos lo recibieron con tranquilidad.—una vez me forzo a besarlo, hubiera llegado a más si no gritaba pero, no hicieron nada contra él, ya que argumento que yo me insinuaba y lo seducía— una risa sarcástica salió de sus labios.

Kiyomasa, como no recordar a ese bastardo que acoso a su hermana menor que se encuentra en Drama, kenchin lo partió a golpes, defendiendo lo que por derecho le pertenece.

—no te preocupes Micchy esa escoria no aparecera, me encargare de eso— volvió a ser el centro de atención, de eso preciosos ojos que parecen cantarle a su alma. lo tomo por manos lados de la cara acercándose al ver que takemichi no respondía del todo, le robó un beso.—ah... lo hice— argumento con una sonrisa, observando como todo el rostro niveo se vuelve rojo.

—¡Mikey!— Draken se asomo al no escuchar nada más, para notar que su descarado amigo, había robado un beso del omega, que se tapa el rostro avergonzado.—Tu... imbécil—

—Oh, Ken-chin, ya tenemos que ir con él director— volvió a tomar del rostro a Takemichi para darle un beso en la frente, despidiéndose antes de salir por la puerta, una vez fuera, se agachó.

—¿Que mierda Mikey?—

—Siento que se me saldrá el corazón del pecho....Micchy están bonito y tan, tan Mio— algo retumbó no sabía que, pero, el control del alfa interno de Mikey estaba desapareciendo. Su profunda voz de alfa hace resonar hasta la propia madera de las puertas.

—Controlate Enano, luego tú omega tendrá miedo de tí—

—Cierto, Micchy podía tenerme miedo— le dió la razón reponiendose.—Debo terminar todo rápido y encargarme de kiyomasa— amenazó, mientras camina. Draken solo le dió la razón hasta su apoyo, su preciosa Emma había chillado del terror, cuando ese bastardo la abordo, toqueteando sus muslos, de solo recordarlo su sangre se calienta, lo mataría, lo hubiera echo si su omega no se oponía pero, el director abogó por ellos, muy amable o tal vez por el miedo que le tenía a Mikey, no importa la cosa es que el bastardo de Kiyomasa fue expulsado de la academia.

—Baji estará más que satisfecho de aliviar su frustración a golpes—

—Cierto, que le habrá echo a Chifuyu para que lo evite con tanta obviedad—

—¿No es obvio? Baji es un imbécil—

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Tengo lectores fantasmas, tkm fantasmitas que no votan c':
Me siento orgullosa por probablemente uno que otro se volverá mi hater. [Pro]

Todos concordamos con Draken, "baji es un imbécil"