Semana numero dos, Asanu toco la puerta de la habitación de la femenina avisando que estaba el desayuno, como ahora era costumbre ella solía no contestarle, el de orbes azul marino dejo la bandeja con el desayuno en el piso y se fue, el respetaría su espacio, si ella no quería socializar con el no haría nada para cambiarlo, ella debía tener su tiempo a solas para pensar las cosas, lo mas probable es que crea que el pudiese hacerle lo mismo pero no era así.
Minutos después, la femenina abrió ligeramente la puerta, percatándose que el peli verde se había ido, abrió por completo la puerta para poder agarrar la bandeja con sus manos y volver a cerrar la puerta con uno de sus pies, puso la bandeja en la mesita de noche y volvió para ponerle seguro a la puerta.
Comió tranquila, pensando en todo lo sucedido en su infancia, lo que le causo cierto asco y le impidió que terminara su desayuno, volvió a dejar la bandeja en el pasillo afuera de su habitación, con ahora una nota que decía "gracias, estoy llena por eso no termine", lógicamente mintió. Se sentó en el piso, recargando su espalda en la pared mas cercana, con dos cuadernos diferentes en sus manos, uno de pasta blanca donde dibujaba lo que se le ocurriese y uno de pasta negra donde escribía sentimientos, pensamientos, desahogos y como se sentía en cualquier tipo de situación. Antes de ser comprada por Asanu también tenia uno, era de pasta rosa y con diseños de flores y animalitos, no era del todo su gusto pero no tenia otra opción, lo tenia guardado en un cajón de su closet, en aquel cuaderno hacia lo mismo que con los actuales de colores neutros, escribía y dibujada, pero, eso había cambiado ahora, ella no soportaba el hecho de tener que mezcla las cosas, era muy ordenada en cuanto a eso.
Agarro el cuaderno de pasta negra y lo abrió, escogió una pagina limpia y con un lapicero empezó a escribir largos párrafos de los últimos dos días que habían pasado anteriormente, era como escribir un diario, solo que este, estaba lleno de cosas malas y pensamientos no muy buenos, al tener una pagina llena por completo dejo el cuaderno a un lado, suspirando de forma pesada.
Ahora agarro el de pasta blanca, repitiendo el mismo proceso que con el anterior, cerro los ojos y dejo que su mano se moviera con libertad, trazando líneas por toda la hoja de papel, abrió los ojos al sentir que estaba listo. Lo analizo, parecía la silueta de una persona, con imaginación podría darle una mejor apariencia.
Se levanto y camino a su closet, donde busco colores y marcadores de tonalidad marrón, al tenerlos volvió a su lugar, poniendo en sus piernas el cuaderno, con un lápiz le dio una mejor forma al dibujo.
Mientras hacia las sombras en las puntas del cabello, tocaron la puerta, desconcentrándola y, haciéndola arruinar su dibujo, por debajo de la puerta paso una caja no muy gruesa con chocolates dentro, la femenina ignorando los dulces a unos cuantos metros, volvió a ver su dibujo.
Ahora donde estaba la boca de su personaje había una gran lineal que pasaba por las mejillas casi llegando a las orejas, frustrada al ver arruinado su bello dibujo frunció el ceño, estirándose en el suelo para alcanzar los chocolates y comerlos poco a poco mientras pensaba que hacer. Largos minutos después tuvo una idea, por lo que metió el resto del chocolate que tenia en su mano, agarro otros colores y marcadores, rojo, negro, gris y plateado.
Trazo mas líneas y les dio forma, pinto el dibujo mientras seguía comiendo con esperanza de que quedara bien y teniendo como resultado final, algo mejor de lo que esperaba.
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