Capitulo 10

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A un cliente no le gusto la ropa que portaban Kakuzu y Hidan y por ende les ordenó cambiarse, no obstante, a ninguno de los dos les gustó ello, el cliente optó por ofrecerles una gran suma de dinero a parte de la que ya había pagado por acostarse con ambos, Kakuzu no pudo negarse a esto pero Hidan si lo hizo, a petición de Kakuzu el cliente multiplicó la suma de dinero quedando esta aún más grande y para finalizar Kakuzu obligó a Hidan a cambiarse.

—Fue una buena inversión

—¡Tú cállate, imbécil! Recuerda que la mitad de eso es mío

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—¡Tú cállate, imbécil! Recuerda que la mitad de eso es mío

—¡Tú cállate, imbécil! Recuerda que la mitad de eso es mío

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—Claro...

—¡Oye! ¡Espero que eso no haya sido sarcasmo!

—Para nada...

—Kakuzu, idiota 

—Como digas...

—¡¿Que diablos traen puesto?! ¡Los trajes que Tobirama les había dado estaban bien! —grito una alterada MasaKo— si Tobirama los ve así recibirán un castigo —los metió a empujones a la habitación

—¿Quieres que te contemos como paso? —le pregunto Hidan acercando su rostro al de ella causando una mirada directa de Kakuzu

—Seria lo mas coherente, los escucho mientras se cambian eso —señalo sus ropas

—Al que nos pidió no le gusto lo que traíamos —hablo Hidan mientras MasaKo lo ayudaba con los cierres de su traje maid

—Y nos dio dinero para que nos pusiéramos lo que el quisiera —completo la oración, Kakuzu

—Y... ¿Cuánto les pagaron?

Kakuzu mostro el fajo de billetes mientras se terminaba de cambiarse.

—Vaya...

Debería de informarle esto a los chicos.

—Váyanse a bañar y luego bajen al comedor, por favor —salió de la habitación

—Cambia de actitud rápido ¿no lo crees, Kakuzu?

—...

—¿Kakuzu?

El moreno ya había entrado al baño por lo que no escuchaba nada.

—Ese idiota 

MasaKo buscó a los hermanos por el lugar para contarles sobre aquel cliente, como había pensado en un principio.

Las horas pasaron como de costumbre, comieron, lavaron, lo mismo de siempre, su rutina diaria. Todos dormían pacíficamente como si ese momento fuese el mas feliz de sus vidas a excepción de uno, cierto tacaño miraba el techo con la mente en blanco, conciliar el sueño esa noche era extrañamente difícil, se sentó en la cama recargando su rostro en uno de sus brazos, miro a los demás hasta que se detuvo en MasaKo, la reparo con la mirada, y no había notado su gran belleza a pesar que estaba ligeramente oscuro.

 Todos dormían pacíficamente como si ese momento fuese el mas feliz de sus vidas a excepción de uno, cierto tacaño miraba el techo con la mente en blanco, conciliar el sueño esa noche era extrañamente difícil, se sentó en la cama recargando su ros...

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—Quizá... Podría considerar decírtelo —susurro

 Se quedo mirándola por otro rato el cual no se le hizo para nada eterno, es mas, podía admitir que era entretenido y la vista era hermosa.

—¿Por que pienso esto? —se pregunto a si misma

Quizás porque te gusta.

Habló una voz en su cabeza, su propio pensamiento.

—No, eso es imposible —prefirió acostarse a seguir pensando en "idioteces" como el creía.

𝗡𝗨𝗘𝗦𝗧𝗥𝗔 𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 ||Akatsuki||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora