Capitulo 16

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Había pasado un tiempo, como había dicho anteriormente Hashirama Senju, regresó, y regreso con un amigo. Nadie, absolutamente nadie se esperaba que fuera esa persona, pero todos esos pensamientos cambiaron al ver a aquel hombre recorrer los pasillos de aquella casa, mas conocida como prostíbulo al lado de Hashirama, su mejor amigo.

Un malhumorado Madara se quejaba caminando, obligado, en dirección a la oficina de su rival, Hashirama por su parte lo ignoro.

—Espera aquí, yo entrare primero —avisó el moreno, entrando sin tocar— ¡hermano mío! ¿Qué tal?

Empezaron una pequeña conversación mientras Madara, desde afuera observaba su alrededor, todo era un asco a su parecer. Vio como una de las habitaciones se abría lentamente, alguien estaba por salir, hubiese sido así si una persona no hubiera subido las escaleras corriendo y entrando en la habitación de la misma forma, cayendo junto a la otra persona.

—Que clase de potrero es este —miró con asco la escena, luego de ser llamado por su mejor amigo a la oficina

Por otro lado, exactamente dentro de la habitación, MasaKo era agarrada de la cintura por Hidan, ambos desde el piso.

—Linda, ahora no, nos están mirando —sonrió inocente el jashinista 

—Idiota —se aparto de el y se apresuro a cerrar la puerta con seguro

Hidan se levanto molesto del piso, no entendía su actitud últimamente, era justo como la primera vez que lo hicieron con los demás, dispuesto a gritarle por tan malos modales y por haberlo tirado al piso ella hablo antes. 

—Tienen prohibido salir de la habitación hoy, menos ustedes —señalo a los hermanos, todos la miraron confusos en espera de una explicación— Madara esta aquí —y así fue como todos palidecieron— oigan tranquilos, no se vayan a enfermar 

—¿Cómo es eso posible? 

—La ultima vez que... Bueno, ustedes saben, Hashirama dijo que traería con el un amigo y ese amigo es Madara, tiene lógica ¿no?

—Este lugar va a estallar 

—No lo dudes 

—¿Qué haremos?

—No tengo ni la menor idea —recargo su peso en la puerta— nos conoce a todos... —paso la mirada por los presentes— oh, no a todos —una gran sonrisa se formo en su rostro— Takashi, Yuuki ustedes se encargaran de todo lo que nosotros teníamos que hacer hoy —su sonrisa se amplio haciendo sonrojarlos a todos

—Como te gusta dar ordenes —Takashi, despeino su cabello hablando entre dientes 

—Verdad que si, me hace sentir importante —fingió emoción

Los hermanos salieron de la habitación dispuestos a preparar la comida para mas de 30 personas que habitaban aquella casa, ojala alguien los ayudara, al terminar yendo repetidas veces de ida y vuelta, comían en la habitación junto a los demás.

—Siento que algo va a salir mal —dijo la protagonista, comiendo relajadamente como si sus palabras no importaran— nah, no debe de ser nada 

La miraron con confusión, esperando al menos una justificación pero lo único que obtuvieron fue, nada, ella solo se digno a seguir comiendo y nada mas.

Las horas pasaban y todo seguía igual, hasta donde sabían Madara seguía en el lugar lo cual era realmente fastidioso. De repente alguien toco la puerta.

—Mocosos, Tobirama quiere verlos —sin mas que decir se fue

Se miraron entre ellos pensando que hacer. 

𝗡𝗨𝗘𝗦𝗧𝗥𝗔 𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 ||Akatsuki||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora