Capitulo 26

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—Me alegra que mejoraste eso —el de orbes zarco sonrió orgulloso

—Si, a mi también —Yuuki imito la acción, levantando su pulgar 

—Muchas gracias —el de orbes ámbar sonrió rascando su nuca 

—Pero, bueno, quería decirles que estuve entrenando a alguien en secreto por este tiempo —dudoso, informó

—Genial, ¿lo ayudaremos a entrenar?

—De hecho no es "lo" —río— véanlo ustedes mismos, puedes pasar

Los tres hombres se quedaron en silencio, dos de ellos esperando que la persona entrara, preguntándose mentalmente como sería, pero, esa persona nunca entro.

—Ejem, dije que puedes pasar 

Nada.

—Ahh —suspiro cansado, dirigiéndose a la puerta que daba la entrada al campo de entrenamiento 

—¿Sera que enloqueció? —Takashi le susurro a su hermano 

—Posiblemente

—Tienes que salir de ahí —se pudo ver a un peli verde jalando el brazo de una persona

—¡No! ¡Ya me arrepentí! —se escucho una voz femenina

—Vamos, MasaKo, no puedes ser así toda el resto de tu vida 

—¡Lo dejare en un mes!

—No te creo —uso mas fuerza, logrando adentrarla al campo de entrenamiento 

—Tsk —ella chasqueó la lengua, intentando frenar con ayuda de sus pies

—Chicos, ella es MasaKo  —la mencionada se escondió detrás de el— eh... —se giro quedando frente a la menor— MasaKo compórtate, pensé que ya habías aprendido a manejarlo —susurro, frunciendo el ceño

—Exacto, pensaste, es muy diferente actuarlo contigo a hacerlo realidad —susurro también

—Ellos son buenos, no tienes de que preocuparte —sonrió, tratando de calmarla

—Hmm, confiare en ti 

—Gracias 

—Cual gracias —le contesto de mala gana, caminando un poco para ser visible a ojos de los hermanos— buenas tardes, soy MasaKo como ya pudieron escucharlo y desde mi punto de vista no es un gusto conocerlos —dio una sonrisa torcida

Los hermanos se presentaron formalmente con ella.

—¿No tienes apellido? —el azabache pregunto con un fastidioso tono de voz 

—Tú tampoco tienes —respondió ella, juguetona— solo bromeo, es Ushio 

—Prometo explicarles sobre su carácter —intervino Asanu

—Eso espero —el azabache frunció el ceño 

—Bueno, seré directa y tu no tendrás que explicarles nada —señalo al de orbes azul marino

—Como quieras —levanto las manos en señal de rendimiento

—Quiero unirme a la policía, lo he querido desde que tengo quince años, Asanu me entreno por tres años por lo tanto es lógico decir que tengo dieciocho, quiero unirme a la policía para intentar acabar con los violadores, aunque, bien sabemos que esto es un poco imposible, ya que usualmente el 99.99% de los violadores son hombres, el 95% de los homicidas son hombres y al menos el 30% de los hombres violaría si saben que no atraerán consecuencias penales. Se preguntaran porque estoy algo obsesionada con este tema, la respuesta a su pregunta es porque a mi también me violaron, cuando era niña sin que yo me diera cuenta, sería muy demorado narrar todos los detalles por lo que Asanu se los explicara en otro momento en el cual yo no este presente —hablo con firmeza, manteniendo también una pose firme

—Siento que podrías patearme el trasero hablando de matemáticas —dijo el menor de los hermanos, con la boca ligeramente abierta por la sorpresa

—Lo se —sonrió ladina— entonces, siguiendo con el tema, Asanu se encargo de darme todos los estudios necesarios desde a casa por mi miedo y odio a los hombres, el dice que ustedes son buenas personas así que, si intentan algo que yo no quiera, posiblemente no vivirán para contarlo

Yo no le enseñe a ser tan agresiva, pero, me gusta.

—Así que, ustedes dos mas que todo, me enseñaran mas a profundidad sobre cosas policiales, manejar armas y esas cosas. Ahora, con su permiso, me retiro, debo hablar con el general —girando en su propio eje, toco su pantalón confirmando que aun tenia la navaja ahí, después de todo, necesitaba algo con que protegerse por si acaso

—¿Quieres que vaya contigo? —el peliverde preguntó

—Por favor —le respondió, dejándolo atrás

Asanu fue tras ella. MasaKo se detuvo de un momento a otro haciendo que por poco el mayor tropezara con ella.

—Lo olvidaba... Kakashi ¿verdad?

—Takashi —corrigió

—Si, es lo mismo. Si sigues disparando de esa manera, no tendrás el alcance esperado, cuando vuelva te ayudaré con eso si no te molesta —sonrió y continuó su camino

—Impresionante... ¡Ella es tan genial!

—A mi no me agrado casi —el azabache miro su brazo enyesado.

𝗡𝗨𝗘𝗦𝗧𝗥𝗔 𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 ||Akatsuki||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora