Cap 6. -Eres solo una hiedra ponzoñosa parecida al rosal-

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Boscha había leído el editorial de Willow. Lo había leído, y había deseado ir a la oficina del periódico y pasarla por la prensa unas cuantas veces. Aquella maldita omega era un verdadero dolor de cabeza... y para el caso, de ojo, de labio y de oído. Uno estaba negro y azul, el otro hinchado y el último perforado, todo gracias a Willow Wittebane. Y para colmo, no se contentaba con que la agredieran en plena calle, ahora la atacaba por escrito. ¡Alrededor de ciento cincuenta alfas entraban cada noche en uno de esos prostíbulos y la escogía a ella, Boscha Banshee, la aguacil de Bonesborough, para mostrarla como ejemplo!

Por dos centavos, podía utilizar aquel periodicucho para encender la estufa de su oficina, pero si lo hacía, se tendría que enfrentar a su madre. Si su madre se enteraba de que el pueblo tenía su propio periódico y Boscha no le había llevado un ejemplar a Grimgrub's, habría problemas. Y ella ya tenía que salir hacia el valle uno de aquellos días, tal vez el día siguiente.

Entretanto, tenía que designar a alguien para que la sustituyera durante su ausencia. Era un viaje de unos treinta kilómetros, pero había decidido quedarse a pasar la noche y hacer una corta visita a su familia.

A la mañana siguiente de ser la protagonista principal de la asquerosa columna de Willow Wittebane, Boscha estaba conversando con Morton Block con la intención de nombrarlo su sustituto, cuando Steve entró en su oficina con un sombrero puesto y otro en la mano.

- Boscha... Morton -saludó Steve-. Qué buen tiempo hace, ¿eh?

- Sí -dijo Boscha-. Tan bueno que pienso irme mañana a Grimgrub's y dejar a Morton a cargo de esto.

Morton sonrió y señaló el Stetson marrón.

- ¿Y eso?

Steve emitió una risita ahogada y, sin que eso fuera en absoluto necesario, limpió con los nudillos la copa del sombrero.

- Es para nuestra querida Boscha. De Willow Wittebane. -Le entregó el sombrero a la pelirroja.

Boscha se quedó paralizada. Adoptó una expresión incrédula.

- Es para ti -repitió Steve. -Acéptalo.

Boscha se inclinó hacia delante en la silla y tomó el sombrero con reticencia.

- ¿Te he entendido bien? ¿Lo manda Willow Wittebane?

- Así es. Me pidió que te dijera que ella siempre paga sus deudas.

Boscha miró el sombrero como si la pudiera morder.

- Es un sombrero de primera -añadió Steve mientras se subía los pantalones.

- Se nota.

- Vale veinte dólares.

Morton silbó. Steve se estaba divirtiendo.

- Ni se inmutó cuando le dije el precio. Bueno ¿no vas a probártelo?

Boscha se lo puso con mucho cuidado, utilizando ambas manos.

- Es de tu medida -comentó Morton.

- Y te queda muy bien -declaró Steve.

- Muy elegante -dijo Morton-. Ojalá yo tuviera una linda omega como Willow que me regalara sombreros.

- Eh, esperen un momento. No hay nada entre esa rechoncha y yo.

- ¿Alguna vez un omega te ha regalado un sombrero a ti, Steve?

- No. Lo máximo que un omega me ha regalado es una infección ya sabes dónde. Por supuesto, Boscha ya no tendrá que preocuparse por eso, ya que ahora se mantendrá alejada del páramo.

CUANDO LAS LÁGRIMAS RUEDAN POR TU MEJILLA -BOSCHLOW ADAPTACIÓN- OMEGAVERSE -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora