Cap 14. -Hay un vínculo entre nosotras, que nadie puede explicar...-

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Como si en la estancia hubiese un tercero, Amity maldijo mientras se vestía:

- Dios lo condene al infierno. ¡Qué estúpidas fuimos todas! Y yo no hice más que facilitarle las cosas. Fui a pedirle su consentimiento para casarme contigo cuando cumplieras diecisiete años, y me lo dio. Después de aquello te volviste más y más distante. Ahora lo entiendo. Las piezas encajan.

Luz se había puesto el kimono. Amity la tomó de las manos con delicadeza. Sus ojos echaban chispas mientras hablaba.

- ¿Sabes lo que daría por tenerlo vivo ahora? ¡Le cortaría los testículos y se los metería en la boca como a un cerdo asado! ¡Que alfa más repugnante!

- Oh, Amity... -No se le ocurrió otra cosa que decir.

- ¿Cuánto cuesta sacarte de aquí toda la noche?

- Amity, no puedes...

- ¡Cuánto cuesta! -repitió Blight con voz autoritaria.

- Es la tasa de una cita en el exterior.

- ¿Cuánto?

- Doscientos dólares.

Le entregó la bolsa de oro.

- Toma lo que haga falta.

- ¿Doscientos dólares? Amity, es una tontería.

- Soy una mujer condenadamente rica. Pésalo, Luz.

- Pero Odalia...

- Después hablaremos con Odalia. -Dijo Amity en lo que terminaba de vestirse-. Es Nochebuena, Luz. ¡No te dejaré en este burdel en Nochebuena, y si me salgo con la mía, no volverás aquí nunca más, así que pesa el oro!

Cuando la alfa acabó de vestirse, la omega seguía frente a la cómoda sosteniendo la bolsa en su mano. Amity se la tomó desde detrás y murmuró:

- Siento haberte gritado, Luz. Déjame acabar con esta situación mientras te vistes. Lleva sólo la ropa decente. No quiero que te lleves nada que nos recuerde este lugar.

De pronto Amity se dio cuenta de que Luz estaba llorando.

- No llores, Luz. El tiempo de llorar ha terminado.

- Pero, Amity, ¿qué voy a hacer? He vivido tanto tiempo tras estas puertas... ¿no lo comprendes?

¿Cuántas veces podía romperse el corazón en un solo día?

- ¿Estás asustada? -preguntó Amity en tono cariñoso y tranquilizador. La omega nunca había llevado una vida normal desde los tres años. Abandonar aquel lugar con la alfa sería un acto de coraje-. Mi linda Luz, claro que estás asustada. Pero yo estaré contigo. Ahora, vamos... vístete. ¿Tienes ropa decente?

La morena asintió llorando aún.

- ¿Dónde está?

- En mi cuarto, al lado. -Señaló la puerta que daba a la habitación contigua.

- Iremos a buscarla.

Amity tomó el resto de la ropa y cerraron la puerta de la sórdida habitación a la que se juró que Luz jamás volvería a entrar. En la oscuridad del cuarto contiguo, preguntó:

- ¿Dónde está la lámpara?

- Delante de ti.

Cuando Amity la encendió, un gato blanco alzó la cabeza desde la cama y la miró con ojos entrecerrados.

- ¿Puedo llevarme a Ghost? -preguntó Luz.

- Desde luego. Es lo único bueno que hay en este lugar.

CUANDO LAS LÁGRIMAS RUEDAN POR TU MEJILLA -BOSCHLOW ADAPTACIÓN- OMEGAVERSE -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora