Capítulo 17

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Gabriela Ortiz

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Gabriela Ortiz.

— ¿Sabes? creo que ya no quiero hablar de eso — dije sentada en la cama de Adam mirando las manos sobre mi regazo.

Lo había ido a ver, pasados 3 días de lo ocurrido con mi familia por fin había decidí decirle todo, en realidad creí que ya había la confianza, creía que 9 meses eran suficientes para crear un gran lazo entre los dos.

—Bueno, si no te sientes cómoda creo que podemos dejar el tema de lado — contestó tomando asiento a mi lado izquierdo.

—Gracias Adam — dije recargando mi cabeza en su hombro — además eso ya quedo en el pasado, era una chica que no sabía valerse por sí misma.

— ¿Eso crees? — preguntó recargando su cabeza en la mía.

—Sí.

—Yo creo que más bien, eras una chica que apenas estaba incursionado en la etapa de maduración en la adolescencia.

— ¿De qué hablas? — pregunté confusa mientras me separaba de él para verlo a los ojos.

Él soltó una risa por lo bajo —Para que me entiendas — se pasó la lengua entre los labios —La adolescencia es una etapa en donde cometes muchos errores, pero esos errores te hacen crecer de una manera buena, porque vas descubriendo lo que te gusta y lo que no, en esa etapa no hay gente buena ni mala, y tu forma de ser va a influir depende de tus amistades y también ahí es donde sabes elegir quien es tu amigo y quien no, es solo una etapa de maduración, tus acciones te hacen aprender de ellas ya sea de forma negativa o positiva, todos pasamos por eso — explicó y se encogió de hombros.

Hice un gesto de confusión.

—Con esas palabras juraría que te leíste un libro basura de motivación personal o un libro de psicología para padres — bromeé

— ¿Cómo sabes que son libros basura? — se cruzó de brazos divertido.

Tomé una gran bocanada de aire y la saqué —No suelen ser buenos —expliqué — es fácil decirle a la gente que hacer cuando se siente de una forma, el problema es que no siempre llevamos a cabo ese tipo de acciones, o cuando lo hacemos no nos ayuda de la forma en la que promete hacerlo.

—Ahora pienso que tú leíste un libro de superación personal y no te sirvió, por eso los criticas — me miró con esa sonrisa que tanto me encantaba.

—Tal vez — confesé encogiéndome de hombros tratando de sonar divertida —, pero hey pude salir a delante.

—Entonces sí te sirvió — bromeó.

—No — negué con la cabeza y solté una risa —como dices tú, es una etapa de maduración — le di un pellizco en la nariz.

— ¡Oye! — se quejó ente mi acción

Solo me limité a seguir riendo.

—Eres una maldosa.

—Pero así me quieres no te quejes — sonreí y él se me quedó viendo con una sonrisa a boca cerrada, cortó la distancia entre nosotros, podía sentir el calor de su respiración chocando contra mis labios, hasta que dejó un tierno beso en ellos, beso que seguí muy a gusto.

Déjame amarte [Completa ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora