Gabriela y Adam se conocieron de una manera poco convencional, con el tiempo ellos se frecuentan y se van enamorando poco a poco, pero eso terminara cuando se descubre un secreto detrás de su relación, ambos se siguen amando, pero lucharan por lo qu...
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Adam Jones.
La mañana empezó como cualquier otra, estaba en clases de puntería con mi nueva arma, había acabado mi carrera de turismo algunos meses atrás, pero decidí entrar a la policía, apenas estaba aprendiendo, aunque muchos me dijeron que tenía un futuro prometedor.
Todo iba bien hasta que a las 3 de la tarde nos dieron el reporte que la hija del señor Arturo Ortiz estaba secuestrada y al parecer estaban pidiendo rescate.
El agente Gutiérrez me fue a buscar pidiendo mi ayuda, él me explicó que uno de sus hombres no se presentó por un problema familiar, así que accedí.
Era mi primer caso y estaba un poco emocionado, pero nervioso a la vez.
Según tenía entendido, la chica estaba en la universidad, ella iba con el chófer y este no la regresó a su casa. Después de unas horas los agresores se comunicaron con la familia pidiendo una suma fuerte de dinero, el cual no tenían en ese momento.
Ahí fue donde entró el departamento de policías, llegaron a un acuerdo donde los Ortiz juraban dar el dinero - cosa que no era verdad - y así proporcionarnos la dirección para rescatar a la chica.
Llegamos a la dirección: una casa en el bosque del pueblo aledaño al nuestro y apesar de que hubo una persecución no logramos rescatar a Gabriela Ortiz.
Después los seguimos a una fábrica abandonada donde hubo un tiroteo entre maleantes y policías, al final le lograron dar a dos, yo fallé un tiro hacia el líder y me sentí mal por eso.
—Tranquilo eso siempre pasa la primera vez— habló Gutiérrez a mi lado derecho —, pero buenos tiros, ahora solo hay que ir por la chica. — Rodeen el lugar que no escape — ordenó hablando por su radio.
Yo me fui a la parte de atrás y cuando doble la esquina vi una camioneta y deduje que escaparía por ahí, así que avisé por la radio que traía.
—Tengo una camioneta blanca en la parte trasera, hay una puerta abierta de par en par, al parecer planean escapar por aquí.
—Enterado — me respondió el jefe de policías — sal de ahí Jones ya mandamos refuerzos.
Escuché unos pasos acercándose a la puerta lo cual me puso alerta.
—Muy tarde, escucho pasos, si quieren escapar yo los detendré, solo manden los refuerzos.
—Ya van los refuerzos y con cuidado Jones.
Corrí hacía la puerta y vi al líder con la chica, ambos estaban de espaladas y ella se veía tan indefensa. Cuando se dio la vuelta le apunte con mi arma.
—Suelta el arma — le ordené — déjala ir.
Siendo sincero tenía miedo y las manos me sudaban.
— ¿Piensas matarme?— la tomó más fuerte — pues la mato a ella primero — tomó su arma y le apuntó en la cabeza lo cual solo provocó que ella llorará más, la forma en la que lloraba y me transmitía su miedo, me hizo querer relajar la situación para ella.