Capítulo 6

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Gabriela Ortiz

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Gabriela Ortiz.

Desperté con un gran dolor de cabeza, después recordé todo lo que había pasado una noche antes.

Había hecho el ridículo poniéndome ebria.

Lo sabía y tenía que pedirle una disculpa a Adam por eso.

—Buenos días, dormilona — la voz de Adam me sacó de mis pensamientos, él estaba pardo en el marco de la puerta.

—Hola — tallé mis ojos, pues seguía un poco desorientada.

— ¿Cómo dormiste? — preguntó entrando en la habitación.

—Bien, solo que me duele un poco la cabeza.

— ¿Tienes hambre?

—Sí, un poco.

—Qué bueno porque mi mamá preparo el desayuno especial para ti.

— ¿Ah sí? — pregunté parándome de la cama.

—Sí, le platiqué de tu desayuno favorito — en ese momento el olor a hot cakes invadió mis fosas nasales y el estomago me gruñó. —Hot cakes  — susurré.

—Exacto — dijo  — bueno te dejo para que te vistas, tu ropa la lavo mi mamá.

—No hacía falta  — interrumpí.

—Ahora díselo a ella, a esa señora no la tienes quieta por nada del mundo — la forma en que lo dijo me hizo reír.

— Pues gracias, pero... no se qué me voy a poner ahora — me encogí levemente de hombros.

— En el armario hay ropa, es de Amanda, cuando nos visita parece que se quiere mudar con nosotros, entonces debe de haber algo de ella que te quede — se acercó al armario y sacó una blusa negra o eso parecía, era con encaje solo la parte de los pechos tenía como un top, si me ponía eso parecería que solo llevaba un pedazo de encaje encima y que iba en sujetador.

—Yo digo que si te queda — dijo sobre poniéndome la blusa, me recordó a mi mamá cuando iba a comprar ropa con ella — y se te vería bien.

— ¿Tú crees? — pregunté viendo la blusa.

—Sí, te verías más guapa — en ese momento sentí mis mejillas arder y era obvio que se notaba, ya que Adam sonrió y se acerco a mí.

—No más de como te vez sonrojada — susurró

Dios su voz era tan sexy.

Me contuve para no sonrojarme más, pero es que la voz de Adam me provocaba mucho, traté de no bajar la mirada y verlo a los ojos fijamente, pero no pude.

—Bueno te espero en la cocina para desayunar  — exclamó y se alejó de mí— ¡Apúrate que me como tus hot cakes!— gritó saliendo la de su cuarto y cerrando la puerta a su paso.

Déjame amarte [Completa ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora