(2) Cap 7, Hasta siempre.

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—Has tenido una muy buena idea —susurró Thomas sintiendo la respiración de la de pecas. Martinna rio haciendo que el corazón de Thomas se encogiera de amor, sonrió más si aún era posible.

De repente, apareció Teresa mirándolos, haciendo que se separaran con nerviosismo.

—Yo... solo venía a deciros que tenemos que seguir—balbuceó mirando al suelo. Martinna se sintió mal al instante, sabiendo que lo más probable era que Teresa también sintiera cosas por Thomas y los acababa de ver. Sin dejar tiempo para responder, Newt también apareció por detrás de Teresa, alterado.

—¡¿Se puede saber qué hacíais?! Me habéis preocupado cara fucos —Martinna rio levantándose del suelo con ayuda de Thomas y se acercó a su hermano.

—Oh, vamos. Se que te hubieras alegrado de librarte de mí, pero eso no va a pasar —bromeó la chica pasándole un brazo por los hombros.

—Martinna, hablo en serio, os podrían habe...—Thomas escuchaba como la chica y Newt se alejaban y él se quedó durante un segundo a solas. Vigilando que nadie le viera, empezó a saltar y a hacer gestos de victoria.

—Thomas —advirtió Minho apareciendo de la nada y evitando reírse.

—Sí, sí, lo siento, lo siento. Vámonos.

. . .

Thomas era el cabeza del grupo en ese momento, todos seguían sus pasos. Subieron y treparon por los escombros con cuidado de no caerse ni dañarse. Al llegar a la cima de estos, la imagen que se veía les dejó a todos sorprendidos. Era una ciudad enorme, llena de edificios gigantes, de un montón de pisos y colores. Pero todos estaban destruidos, la calle estaba llena de cristales, objetos y paredes rotas. No había ningún rastro de vida. Ni una planta, ni un bicho, ni mucho menos un humano.

Le sorprendió a Martinna que esto fuera así ya que en la mañana había estado ella misma sentada en una explanada de césped, y no era artificial. Supuso que había tenido suerte de encontrarse con una parte de la poca vida que quedaba.

Avanzaron por la ciudad, analizando cada detalle del lugar.

—¿Qué mierda ha pasado aquí? —inquirió Fritanga.

—Yo qué sé, pero no hay nadie desde hace mucho tiempo por lo que parece —supuso Newt. Martinna estuvo de acuerdo.

—Espero que el resto del mundo no esté igual —comentó Minho.

—¿En algún momento habremos vivido aquí? —cuestionó Martinna a nadie en específico. Antes de que nadie dijera alguna palabra más, Thomas habló algo alterado.

—Alto, alto, parad. —todos le miraron intentando entender que pasaba. —Escucho algo. —tras unos segundos, el sonido de una especie de helicóptero que se iba acercando se escuchó. —¡Escondeos, escondeos!

Todo el grupo, haciendo caso a Thomas, se escondió bajo una roca bastante grande que hacía como techo. Guardaron silencio viendo como tres naves de cruel sobrevolaban la zona. Les estaban buscando. Al ver aquello, Martinna entendió que tenían que llegar ya a las montañas. Era muy peligroso estar tan expuestos.

—Chicos, sigamos. No podemos parar. —ordenó la líder. Thomas seguía encabezando el grupo, subieron montañas de escombros y atravesaron miles de calles de la antigua ciudad, pero parecía que cada paso que daban, la distancia era mayor.

Martinna y Teresa iban atrás del todo, y por esto, a la última le pareció un buen momento para aclarar las cosas.

—Oye...Martinna—empezó algo dudosa con lo que iba a decir.

The Maze Runner: Escape [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora