(2) Cap 11, tregua.

217 14 6
                                    

Martinna debatió en su mente en si acercarse o no a Teresa. Ella estaba mirando al campamento desde un punto alto de la montaña, reflexionando sobre todo lo que rondaba por su mente. Finalmente, la de pecas se decidió por ir junto a ella, pensando que quizás necesitaba alguien con quien hablar.

—Hola —murmuró con voz suave. Teresa giró la cabeza en su dirección, haciéndole un gesto de saludo con la cabeza.

—¿Mirando las vistas? —cuestionó intentando empezar con la conversación. Teresa asintió.

—Sí, necesitaba aclarar mi mente.

—Y.., ¿En qué pensabas? —preguntó metiendo las manos en los bolsillos de la chaqueta que le acababan de dar, estaba empezando a refrescar.

—En cruel —musitó Teresa— entiendo por qué trabajaba para ellos. —confesó mirando a la de pecas esperando su reacción. Martinna alzó las cejas, algo sorprendida. Teresa prosiguió— Hay tantas familias sufriendo, tantas historias, tantas muertes... Entiendo por que buscaba la cura —sus ojos se cristalizaron. Martinna frunció el ceño.

—Teresa, a mi también me entristece eso. Hay mucha gente a la que ayudar, que necesitan desesperadamente protección... Pero bajo mi punto de vista, no es la forma de hacerlo. No puedes torturar a una generación entera, de forma tan fría, como lo hicieron con nosotros, con la excusa de "salvar a los demás"

Thomas, Newt, Minho y Fritanga miraban a las chicas desde lejos, sentados en unas rocas que había al lado de la montaña, preguntándose de que hablarían tan concentradas.

Newt giró la cabeza hacia el moreno viendo como miraba a su hermana, haciendo que este también le mirara.

—¿Qué? ¿Pasa algo? —inquirió el de lunares. Newt rio.

—No, no, no pasa nada. —siguió riendo, desconcertando al chico. —absolutamente nada. —Thomas no entendía la situación. Minho dándose cuenta de esto intervino.

—Thommy, me parece que Newt se ha dado cuenta de tu secreto —susurró en broma, porque obviamente, todos le escuchaban.

—¿Su secreto? —cuestionó Fritanga quitándole las palabras a Thomas de la boca.

—Yo-yo no tengo ningún secreto —balbuceó Thomas empezando a darse cuenta de lo que se refería.

—¿No hay nada que me quieras contar... —preguntó Newt. Thomas negó rápidamente, nervioso — ...cuñado? —en cuanto Newt dijo esto Minho y Fritanga estallaron en carcajadas por la cara de Thomas. Estaba rojo y muy nervioso.

—Oh dios... —susurro mirando hacia abajo. —trágame tierra. —los chicos volvieron a reír.

—Es broma, Thommy. Me alegro mucho por vosotros —le pasó un brazo por los hombros riendo por su reacción.

—¿N-no te molesta? —cuestionó sorprendido girando su cabeza para ver su expresión. Newt negó.

—¿Por qué me iba a molestar?

—No, no. Por nada. Que alivio, pensaba que tenía que empezar a correr —murmuró ya más calmado, pero aun con una sonrisa nerviosa.

—Bueno, si le haces daño si que tendrás que correr —dijo ahora más serio. Minho y Fritanga no podían parar de reír. Sin embargo, Thomas se puso nervioso de nuevo y sus manos empezaron a sudar. Newt no quitó la mano de su hombro.

—No le haré daño, Newt. Nunca haría eso. —dijo seguro. Newt asintió, divertido de lo nervioso que se ponía el moreno.

—Esta bien, te creo. —Thomas asintió, pensando en que había conseguido salir bien de la situación. No había mentido, nunca le haría daño a Martinna.

The Maze Runner: Escape [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora