Mi Alma Gemela

Capítulo 8

Narrador

Harry rodeo con uno de sus brazos su estómago, mientras que con su mano libre tapó su boca, se sintió terriblemente mareado, sentía que el mundo le daba vueltas y varios jadeos salieron de su boca, no sabía que se iba a sentir tan terrible aparecerse de Howards al Callejón Diagon.

Se tomó unos minutos para recomponerse, ya que dudada poder caminar como le enseñó Tom en las condiciones en las que estaba. Se arrastró a la pared para poder apoyarse ni siquiera se preguntó en que momento acabó en el suelo, solo sintiéndose aliviado de no tener que soportar su propio peso con sus piernas que se sentían un tanto temblorosas.

Sonrió levemente cuando el diario zumbó en su bolsillo como si quisiera llamar su atención, por lo que con las manos temblorosas lo sacó de entre sus ropas para abrirlo en su regazo, no pudo ni siquiera buscar una pluma cuando un joven muy guapo apareció arrodillado frente a él con un rostro frío y serio, pero sus ojos delataron su preocupación.

-¿Harry? ¿Estas bien?

-Me siento muy mareado.

Tom preocupado empezó a inspeccionar su cuerpo como si temiera que algo estuviera faltando, solo duró unos segundos para escuchar un suspiro de alivio puro venir del atractivo chico frente a él quien enfocó sus ojos en su persona.

-Estas completo, es un verdadero logro que hayas llegado hasta aquí desde Howards entero.

-¿Qué significa eso? -Lo miró un tanto somnoliento.

-Existía la posibilidad que dejaras algo atrás por tu corta edad y la distancia.

-¡¿Y no me lo dijiste?!

-Sabía que te preocuparías más por eso y que no te concentrarías lo suficiente -Lo miró de arriba a abajo- Y acerté, pudiste hacerlo perfectamente.

-Me mentiste -Se quejó.

-En ningún momento lo hice, dije que lo lograrías que omitiera que podrías dejar algo atrás al hacerlo no es mentira.

Harry sabiendo que no podría convencer a un Slytherin de lo contrario se apoyó en la pared dejando escapar un suspiro deseando que de una vez por todas el mareo pasara. Sonrió leve al sentir una pequeña caricia en su alborotado cabello sintiendo nuevamente esa agradable sensación que recorría su cuerpo cuando Tom lo tocaba o estaba apegado al diario en las noches.

Tom miró angustiado como su pequeño león estaba tan mareado por la aparición, se sentía algo culpable de que por su sugerencia se encontraba en esta situación, pero en verdad era muy necesario, solo esperaba que todo valiera la pena.

>...<

Luego de 15 minutos Harry fue capaz de levantarse y otros 5 más para recomponerse una vez de pie para acercarse a la muralla de ladrillos. Tom por su parte, se quedó tanto como fue posible hasta asegurarse de que su pequeño león estuviera en buenas condiciones para caminar, al confirmarlo regresó al diario sintiendo las manos del azabache tomarlo y guardarlo.

Harry dejando escapar un suspiro de alivio cuando el mareo y el vértigo desapareció pudo pararse correctamente. Estabilizándose frente a la entrada del Callejón Diagon pasó su varita por los ladrillos correspondientes y en lo que se abría se colocó mejor la capucha para asegurarse de que ningún mago lo viera por estos lados.

Una vez la entrada fue abierta caminó con la cabeza agachada por el lugar sorprendiéndose de encontrarlo considerablemente vació en comparación de cuando venía a comprar sus útiles para Howard, aunque no se quejaba, existía la posibilidad de que menos personas descubrieran su identidad y eso era lo mejor para él.