Capítulo 42

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Narrador

Snape caminó junto a Harry hacia el baño del segundo piso ¿Quién hubiera pensado que la entrada a la Cámara de los Secretos se encontraba ahí?

Durante el camino él se encontró meditando sobre como tenía que abordar lo que le iba a decir a Marvolo ¿Debía partir disculpándose por tocarlo? ¿Darle un reporte de lo que ha pasado en los últimos años? ¿Qué sigue siendo totalmente leal a su persona? 

Sus pensamientos se interrumpieron cuando llegaron al baño revisando que no viniera nadie entró aliviado de encontrarlo vació, de repente vio a Potter sacarse la capa de invisibilidad y silbarle a algo que reaccionó de inmediato revelando el paso de la Cámara de los Secretos. 

Los siguientes minutos Snape vio con un poco de asco las paredes llenas de moho, esqueletos de quien sabe que cosa, al parecer la teoría de que hay un monstruo en la Cámara era verdad. Durante su recorrido fue guiado por un emocionado muchacho, claro que se detuvo a medio camino cuando vio una piel escamosa muy, muy grande.

-Esto...-Se agachó a tocarla sintiendo su textura supo lo que es. 

-Es piel. -Le restó importancia. 

-Potter...-Levantó la mirada viéndose increíblemente pálido- Esto es piel de Basilisco ¿Acaso sabes lo costoso que es conseguir esto? 

-No. 

-Todo material de Basilisco es valioso para nosotros, es muy caro y difícil de conseguir cuando no se ha visto un Basilisco en años. 

-Dahlia no le gusta que le recordemos su edad -Le frunció el ceño. 

-¿Dahlia? 

Snape se volvió aún más pálido al juntar los puntos, los niños petrificados, la piel y la entrada de la Cámara que conectaba a muchas cañerías. Lo que había en la Cámara de los Secretos efectivamente es un Basilisco, pero el pequeño detalle que se le olvido a Potter es que no le dijo que un Basilisco de VIVÍA en el lugar. 

-Dahlia no le hará nada, le dijimos que vendría por lo que debe estar cazando algo. 

Snape queriendo creer esas palabras se dejó guiar por su estudiante manteniendo la vista en el suelo hasta que llegaron a una muralla y un silbido más tarde estaba en lo que suponía el centro del lugar, era muy frío, húmedo y espacioso ¿Cómo es que su señor sobrevivió una semana en un lugar con las peores condiciones para habitar? 

-Yo llego hasta aquí, usted entre a la estatua y verá una puerta, Tom lo esperará ahí -Empezó a dirigirse a la salida- Nos vemos profesor, suerte.

Snape sabe que el chico tenía clases, por lo que tomando valor caminó a donde se le indicó y mientras más se acercaba esa sensación regreso con fuerza. Nervioso llego a una puerta, no sabía si tocar, pedir permiso o entrar directamente. 

-Entra. -Llamó una voz muy conocida para él que lo hizo tensarse. 

Tom había esperado ansioso la llegada de Snape, por lo que cuando lo sintió literalmente afuera de la puerta lo dejó entrar levantándose de donde estaba sentado se cruzó de brazos y elevó su mejor máscara de seriedad. Snape entró y se paralizó cuando la puerta estuvo abierta por completo, ahí frente a él estaba Marvolo unos años más joven desde la última vez que lo vio, cabello castaño oscuro casi negro ligeramente más largo y un tanto ondulado en las puntas, pero lo que más le impresionó fueron sus ojos de un gris azulado brillante, nunca había visto ese color de ojos en su señor, solo el rojo, uno que en los últimos años tenía un brillo cruel.. 

El castaño al ver la mirada sorprendida de Snape se preguntó como reaccionaría si lo viera en realidad. Algo que no quiso pensar centrándose en su seguidor que si no fuera por su magia no sabría lo nervioso que estaba, era muy difícil ver a través de las máscaras de Severus por lo que se esforzó mucho en tratar de ver un poco encontrando en sus ojos el alivió cuando chocó con los suyos. 

Mi Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora