Capítulo 17

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Narrador

Harry volvía a su habitación con desgana, habían pasado 4 días desde la última vez que vio a Tom, el primer día fue cuando regresaron, una vez que pudo desahogarse con Dahlia se colocó el amuleto que le dio Aslak volviendo a su antigua apariencia y subió a almorzar solo como de costumbre para volver a la Cámara a buscar a Tom siendo un intento totalmente inútil.

El segundo día se la pasó en la biblioteca buscando información sobre criaturas mágicas y su herencia, buscó varias que pudieran significar un sobresalto en la comunidad o que las consideraran oscuras y peligrosas. Debía ser algo relacionado con eso si Tom evitó mostrarle su prueba de herencia debido a su criatura.

Cuando terminó de investigar cada libro sintiendo lo ligero que era cada uno hablando de las criaturas oscuras como peligro inminente, se sintió asqueado de que pensaran cosas como que los hombres lobo morderían a cada persona por despecho, que los vampiros chuparían su sangre solo por deporte, que los descendentes de dragones los matarían por sus primos en venganza, entre otras cosas absurdas. Lo bueno es que aprendió de que su única debilidad es el sol junto con el ajo, nada de estacas o plata por suerte.

Cuando terminó sus libros sobre criaturas pasó a leer sus libros pendientes que le dejó Tom antes de ir a Gringotts, pasó tiempo en la sala de requisitos leyendo y terminando sus deberes de invierno esforzándose más que nunca ahora que no tenía ni un solo bloqueo.

Referente a los bloqueos tuvo que aprender nuevamente a controlar su magia, ya que al ver a Dumbledore sintió un instinto asesino recorrer su sistema al recordar todo lo que le hizo. Tuvo que tomar unas respiraciones largas y lentas para calmarse.

Para el tercer día logró estar frente a Albus-muchos nombres-Dumbledore sin explotar, se tomó ese día para empezar a sentir la firma mágica del viejo, con el bloqueo fuera de su habilidad, ahora podía sentir y casi ver la magia fe sus compañeros y profesores.

Ya para el cuarto día, o sea hoy, desayunó en compañía de los de su casa recibiendo el anuncio de que la cena será la de noche buena y que todos se juntarían en la mesa de Hufflepuff como uno para celebrar algo que le repudió, ya había celebrado Yule, no deseaba celebrar Navidad ni Nochebuena sin Tom.

No obstante, el recordatorio de esa cena lo llevó a recordar que no le había comprado nada a Tom, por lo que el resto del día pensó en que podría regalarle para el 25 de diciembre.

Entretuvo su mente en regalos que podría darle a Tom, pensó mucho en ello y se decidió con temor a ir solo al Callejón Diagon, tomó las ropas ahora limpias que fue la última vez para aparecerse desde su habitación. Al llegar fue rápidamente a una tienda que serviría para comprar un regalo. Entre pasillos sintiendo a su criatura muy inquieta se apresuró a encontrar un regalo simple, pero significativo sabiendo que tenía poco tiempo para estar tan lejos de su pareja.

Cuando volviera no dejaría que él se escapara, lo enfrentaría y hablarían sobre lo que sucedió, aunque tuviera que atarlo a la habitación para que se quedara, aprendió un encantamiento para eso.

>...<

Harry se demoró 5 minutos en el lugar para volver a su habitación y guardar con aprecio el regalo en su baúl. Se cambió de ropa a la de su primo sintiéndose incómodo con ella, aun así, tomó uno de los libros que pidió prestado de la biblioteca que trataba de pociones básicas, tenía toda la colección de libros de ese tipo y la dificultad subió hasta las que estaban aptas para segundos años.

Se entretuvo leyendo sobre pociones, siempre le había gustado la materia, no tanto como DCAO o Encantamientos, pero si no fuera por Snape seguramente sería su favorita, lo que lo lleva a preguntarle al profesor su hostilidad en su contra, tal vez le pida ayuda a Tom para hablar con el hombre, aunque pasaría una vez hablara con él.

Mi Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora