43. Disimular no es tan fácil

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Trina

Los sueños se destruyen cuando llego a la habitación de Ostyn para que busquemos sus apuntes, pues Flex está aquí, qué karma.

Ostyn se dispone a guardar su bolso de natación, me lamento porque ya no lo tengo sin remera, pero al menos esa hermosa imagen quedará en mi memoria.

—¿Puedes dejar de poner caras estúpidas? —opina Flex y lo miro de mala manera.

—¿Y tú puedes dejar de existir? —contraataco.

Sonríe.

—No.

—Muérete.

Ostyn se gira y ambos sonreímos como si no estuviéramos discutiendo.

—Me encanta este cuarto —agrego.

Mi superhombre también sonríe.

—Es espacioso —aclara y me alcanza sus apuntes—. Puedes quedártelos todo el tiempo que quieras, no sé qué materias tienes, pero yo estoy inscripto en varias.

—Gracias. —Suspiro.

—Bueno, sí, ya vete —dice el rubio y vuelvo a mirarlo mal.

—Pero Flex, ahora todos somos amigos —exclamo con malicia.

—Lo sé, es que solo tengo ganas de dormir, porque alguien me quitó el sueño, ¿sabes quién es? Tu presencia.

—Eh... —habla Ostyn—. ¿Qué tal si aliviamos la tensión y vemos una película? Tengo refresco. —Levanta unas latas.

—¡Me encanta la idea! —gritamos Flex y yo al mismo tiempo.

¡Ah, no lo soporto!

Lo que me hace suspirar aquí, es la capacidad que tiene Ostyn de aguantarnos, amo su paciencia ¡Es tan lindo y considerado! Lo amo.

Dejo los apuntes dentro de mi morral, que por suerte ya está seco luego de la estrepitosa acción de tirarme al agua y ponerlo un poco en el sol. Antes de apoyarlo cerca de la puerta agarro mi celular, para luego ayudar a los chicos a mover el sillón delante de la tele. Después me dirijo al baño para llamar a Sandal.

—Hola, Sandal, mi peor pesadilla ocurrió, ¡tengo a Flex mientras voy a ver una película con Ostyn en su pieza! Cumple tu palabra y deshazte de él.

—Voy a tardar un poco, pero en cuanto me desocupe me dirijo para allá —expresa del otro lado de la línea.

—¡Rápido! —Cuelgo y luego salgo del baño.

Le sonrío a los chicos, guardo el celular en mi morral y me siento en el sillón con ellos. Lastimosamente Flex se cambia de sitio para que yo no me ponga al lado de Ostyn, así que sonríe con confianza.

—Me gusta estar en el medio y ser el centro de atención —expresa el odioso, encontrándose muy contento.

Mis dientes se presionan y fuerzo una sonrisa.

—Me alegro por ti.

¡Alguien, por favor, tírele un rayo!

—Me gusta esta película —dice Ostyn mirando a la pantalla, ignorándonos.

¡Mi hombre está tan lejos de mí, no vale, quiero ver todos sus gestos!

—No se peleen, quiero ver la tele —se queja mi amor cuando intento cambiar de lugar, pero Flex no me deja.

Parecemos niños, peleándonos por un sitio.

Oigo golpes en la puerta y me levanto rápido del sillón, y ya que Flex me estaba empujando, termina en el suelo ¡Premio doble!

Abro la puerta, sonriente.

—¡Sandal! —digo con emoción—. ¿Qué sorpresa? ¿Qué haces aquí?

—Estoy buscando a Flex.

—¿A Flex? ¿Por qué? ¿Para qué? —Me hago la sorprendida y finjo curiosidad—. ¿Hay algo que no me has contado?

—Llámalo, es un secreto —aclara sin expresión en su rostro.

—¡Flex, te buscan! —grito en alto al girarme.

El rubio se levanta enojado y se acerca hasta nosotras.

—¡¿Y tú que quieres, cuatro ojos?! —exclama irritado y luego grita cuando ella le agarra de la chaqueta, para sacarlo de la habitación—. ¡Ay!

Cierro la puerta rápido.

—¿Qué habrá sido todo eso? —Me hago la desentendida mirando a Ostyn.

Él parpadea varias veces rápido antes de responder.

—Debería parar la película —acota mi superhombre.

—¡No! —chillo, corro y me siento a su lado—. ¡Flex la puede ver después! Ah, espera, creo que ya la vio, no te preocupes. —Río nerviosa.

—¿O sea que tú también la miraste antes? Qué lástima, yo solo por la mitad, tendré que buscar otra. —Hace puchero.

—¡No es necesario! Yo la veré contigo, no me importa repetirla —me invento, porque sinceramente nunca la he visualizado, pero si quiero mantener mi mentira, debo seguir el juego.

Rato después estoy muy concentrada mirando el film, está genial. Y sin darme cuenta me agarré del brazo de Ostyn ¡Más que genial! Puedo oler su perfume. Apoyo mi cabeza en su hombro. Espero no estarme abusando. Aunque él se nota muy tranquilo observando la película.

Ostyn

Si pusiera en una metáfora a mi corazón ahora mismo sería algo como: mi corazón me está dando puñetazos cada vez que se mueve. Como buen amigo debería apartarme de ella, pero mis sentimientos no me lo permiten. También me siento un poco mal por Trina, no sabe disimular nada. La miro de refilón cuando al fin deja de observarme, se pone nerviosa y finge estar viendo la película, que según ella ya había visto.

Obviamente no le creí, afiancé más mi sospecha cuando se agarró de mi brazo, pues esta parte de la peli es sorpresiva y alguien que la haya visto no reaccionaría así.

—Ya está por terminar la película, qué triste —me invento una opinión para que pueda disimular y apartarse antes de que eso ocurra.

—¡Oh! ¡¿De verdad?! —Se sobresalta y despacio me suelta, así que sonrío—. No quiero que termine.

Por primera vez en todo el film nuestras miradas se cruzan, entonces nos quedamos callados. El observarnos es tan intenso que tardamos los diez minutos que quedan de la cinta sin dejar de vernos.

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Ostyn todo un caballero fingiendo no saber que Trina lo agarró del brazo ❤️

La compostura que tiene este hombre es increíble 🤣💞

Atte: Vivi. 

Pelirroja PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora