Trina
Llego a casa feliz y recordando el buen momento que pasé con Ostyn. Tiro mi mochila a un costado de la puerta, pero mi buen humor se va cuando me doy cuenta de que está abierta. Voy directo a quejarme con mi madre, no puede seguir dejando la entrada así, nos pueden robar. Sé que no tenemos mucho, sin embargo la seguridad es primero.
—¡Ma...! —No termino de mencionarla que cierro la boca cuando veo a un hombre al lado de ella—. Creí que a estas horas no estabas trabajando. —Frunzo el ceño—. Además, teníamos un trato, ibas a hacer tus "cosas" en el cuarto.
No es que se encuentren en una pose atrevida, solo ella está sentada en la silla, lo estaba a punto de besar, pero igual es una falta de respeto ¡¿Y si llegaba un rato más tarde y los encontraba sobre la mesa?! No quiero ni pensarlo.
Mamá se ríe y se levanta de su silla, apoya su mano en el torso de él.
—No es un cliente, cariño, aunque sí es trabajo —aclara.
Enarco una ceja.
—No entendí.
—Te presento a mi proxeneta, él es Jerry.
—O sea el que te prostituye y se queda con tu plata —digo asqueada.
Mamá vuelve a reír.
—Ay, no, querida, ya estoy grandecita, ya sé administrar mi dinero, Jerry de vez en cuando me ayuda, eso es todo.
—Sigo sin entender por qué seguimos hablando de esto y por qué no se va —aclaro y luego miro al hombre—. Sin ofender, pero tu presencia me está fastidiando.
—Un placer, Trina, tu madre me ha hablado mucho de ti —expresa tranquilo el individuo.
—Qué raro, ni me conoce.
Él se ríe y mira a mi madre para comentarle:
—Qué lindas son las jovencitas ahora.
—¿Se puede ir? Me está incomodando —insisto.
—No puedo, vine por ti. —Vuelve a observarme para aclarar.
—¿Por mí? —Retrocedo, pero no doy muchos pasos, pues me choco con alguien detrás de mí. De hecho son dos que no había notado que estaban aquí, así que me sobresalto mirando a mi madre—. ¿Mamá?
—Ah, son muy buenos enseñando, no te preocupes —responde ella sin importancia.
No tengo tiempo de decepcionarme de mi madre, pues reacciono rápido cuando uno de los hombres intenta agarrarme. Le pego un codazo y aprovecho su dolor para esquivarlo y salir corriendo. Antes de llegar a la puerta tomo mi mochila, luego ya no paro ni un momento más, mis perseguidores me siguen el rastro. Quiero llorar, pero me lo aguanto para aumentar mis pasos. Llego a la estación del subte, brinco la barra de pago, el guardia me grita, sin embargo no le hago caso. Los dos hombres quieren hacer lo mismo, por suerte el guarda los detiene. Aprovecho su percance, así que continúo mi corrida. Veo que el tren se está yendo, por lo tanto salto con toda la adrenalina que tengo, entonces me tiro y ruedo dentro en este, al terminar en el suelo de la cabina.
Cuando la energía se detiene, puedo permitir que caigan mis lágrimas.
Ostyn
Escucho música en alto volumen mientras me baño feliz y cantando. Me enjuago el champú, luego mientras me seco con la toalla, subo el sonido del equipo, entonces empiezo a vestirme. Cuando salgo del baño veo que mi celular está vibrando, lo agarro, tiene diez llamadas perdidas de Trina.
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Pelirroja Peligrosa
Novela JuvenilTrina acaba de terminar con su novio porque la engañó, entonces quiere destruirlo a toda costa, pero hay un problema, el mejor amigo de su ex, él le gana en todo. Flex quiere recuperar a Trina, Trina está obsesionada con vencer a Ostyn y Ostyn solo...