Ostyn
—¿Dónde estabas?
Un relámpago ilumina a Flex en la habitación oscura, como si fuera una película de terror. Él se mantiene sentado en el sillón y cuando enciendo la luz, cierra los ojos tan solo un momento, como si fuera un vampiro quemado por el sol.
—Deja de jugar. —Me río.
Se levanta de forma abrupta y camina hasta mí.
—¡¡Te fuiste a buscar a mi conejita!! ¡¿Cierto?!
Bufo.
—Sí, me pareció muy cruel lo que hiciste.
—¡Estoy harto de ti y de que siempre estés rondando cerca de ella, lárgate de mi cuarto! —Alza la mano en un gesto de echarme.
Frunzo el ceño.
—No hice nada malo.
—¡Qué te vayas! —exige.
—¿Es en serio? —Enarco una ceja—. Yo pagué este mes.
—¡Qué te vas! —insiste.
Suspiro pesadamente.
—Bien.
Agarro mi mochila, tomo las llaves de mi moto, meto algunos refrescos en el morral y un poco de ropa, me la alzo al hombro, entonces me voy. Me dirijo a la cochera de la academia, observo mi vehículo de dos ruedas que no utilizo casi nunca y bufo cuando me subo a este. Me pongo el casco para luego arrancar.
Después de pensármelo un poco mientras conduzco, llego a destino. Dicen que hay destinos peores que la muerte, este es el mío. Estaciono, engancho mi motocicleta y espero a que la reja se abra de manera automática, pues ya me vieron desde adentro. Entro a la mansión, entonces visualizo a mi padre, pero ni me gasto en forzar una sonrisa.
—Y el polluelo regresó a donde pertenece —exclama mi padre sintiéndose ganador—. ¿Ya dejaste ese asqueroso instituto?
—Será por una noche, no tengo donde dormir —digo sin importancia, pero a él le cae mal mi comentario, porque frunce el ceño.
—Ni idea de por qué sigues ahí, es una pérdida de tiempo.
—No sé qué estudiar, me da tiempo para pensármelo y además no tengo que ver tu cara —expreso esta vez de manera hostil.
—Así que sacas tus garras. —Se ríe, pero luego se pone serio—. No olvides que yo soy el principal acreedor de la Academia Crud y he borrado todas tus estupideces mientras has estado allí, respétame.
—Solo invertiste dinero allí para controlarme, ni siquiera está en buenas condiciones la pobre institución. Sigue con tus cosas militares y yo seguiré con las mías, así estaremos en paz, ¿no estás de acuerdo?
—No —dice cortante.
—Bien, continúa hablando solo —expreso lo último dirigiéndome a mi habitación mientras él grita.
Trina
Despierto, me estiro un poco y luego me levanto de mi cama. Como todas las mañanas, peino mi largo cabello rojizo y dejo que se formen los bucles solos, me maquillo un poco, entonces me dirijo a salir de mi cuarto.
No debí hacerlo, la casa es un desastre.
—Hola, cariño. —Sonríe mamá.
Como siempre está desarreglada, su pelo rojo es un desastre, hasta su labial se encuentra corrido, ni hablar de sus pantis que no se hallan dónde deben, y en definitiva ese vestido apretado no es para estas horas.
Mamá se mantiene sentada en su silla, tomando un café, pero hay botellas por todo el suelo, ni puedo pasar.
—¿Qué haces despierta? —pregunto.
—Ah, el cliente se fue temprano —expresa con molestia—. Imbécil. —Sus uñas largas tocan su labio partido y cambia de actitud al volver a mirarme—. Qué linda te ves hoy. —Me sonríe—. Recuerda venir temprano, así arreglamos este desastre. —Se ríe.
Querrá decir que yo arregle el desastre.
—Sí, no te preocupes —digo sin importancia.
—Cada vez estás más hermosa, pronto serás tan bella como mami.
Siempre que aclara eso, siento que tiene segundas intenciones, en referencia a su trabajo, pero mi madre no sugeriría tal cosa, al menos es lo que quiero creer.
—Sí, genial —expreso con sarcasmo.
—Estás mayorcita, solo digo la verdad. —Revolotea las pestañas.
—Sí, entiendo, me voy. —Agarro mi morral y salgo corriendo.
—Nos vemos, nena, cuídate. —Saluda moviendo sus uñas.
Me dirijo a la academia y cuando llego, una motocicleta pasa cerca de mí, directo hacia el estacionamiento.
—¡Ten cuidado, imbécil! —le grito.
El motociclista se detiene y cuando se saca el casco, me sonrojo.
—Lo siento. —Sonríe Ostyn—. Hace tiempo que no uso la moto.
¡Oh, Dios Santo! Písame lo que quieras, no me importa.
ESTÁS LEYENDO
Pelirroja Peligrosa
Ficção AdolescenteTrina acaba de terminar con su novio porque la engañó, entonces quiere destruirlo a toda costa, pero hay un problema, el mejor amigo de su ex, él le gana en todo. Flex quiere recuperar a Trina, Trina está obsesionada con vencer a Ostyn y Ostyn solo...