Pelirroja Peligrosa

13. Acosar a la gente es ilegal

Ostyn

Mi celular suena, entonces me pongo irritable con solo ver el nombre de la persona la cual me está llamando. Solo hay un ser en este universo que me puede quitar el buen humor y ese no es nada más ni nada menos que mi padre.

El móvil se estrella con la pared, así que olvido el odio que procesaba ¡Oh, miren, un refresco! Sonrío notando que es de uva y me mantengo tranquilo sentado en la silla de mi pupitre.

Visualizo a Flex entrar al aula, como siempre corriendo.

—¡Me está engañando, lo sé! —grita.

—¿Engañando? —Enarco una ceja.

—¡Mi conejita! —Se tira de los pelos.

—Te sigo el juego porque no quiero que sufras, pero no puede estar engañándote porque ya no son novios, solo sigue su vida y ya.

—¡No me ayudas! —Me agarra de la ropa, furioso.

—Solo te digo la verdad.

—¡No, también la dejaste huir! —Sube más la voz—. ¡¿Estás de mi lado o contra mí?!

—¿Lo dices por lo de esta mañana?

—¡Sí! —Aumenta su furia—. ¡¿Por qué?!

—Acosar a la gente es ilegal, te puedes ir a la cárcel.

—¡¿Es broma?!

—Te cubro la espalda ¿Por qué te enfadas?

Me suelta despacio.

—Pensaba que...

—¿Qué cosa?

—Bueno, ustedes dos...

—¿Ella y yo? —Lo miro confundido.

—¿Me vas a decir que no están pasando demasiado tiempo juntos? Y ya los vi varias veces en situaciones comprometedoras. —Bufa.

—Malentendidos sin importancia —digo tranquilo.

—¡Más te vale porque te mataré si no es cierto! —Se retira corriendo.

¿Por qué se va?

Observo que todos están alejados y vuelvo a concentrarme en mi bebida de uva. Oh, esto está delicioso ¿Hay algo mejor que la uva? Yo creo que no.

Las manzanas también son buenas ¡Manzana roja! ¿Roja? Me viene a la mente cuando dejé que Trina escapara de Flex. Cierto, no fue por eso que le permití huir. Debe ser algo que ignoro por completo, como muchas cosas que me ponen de malhumor, así que me olvidaré de la duda y seguiré con mi refresco de uva.

¡Hey, eso último rimó!