Luego de la fiesta de año nuevo, Hope volvió a Hogwarts, Sirius tenía mucho papeleo por hacer y para sorpresa de todos iba a retomar los negocios olvidados de los Black, claro, solo aquellos que son realmente buenos, quizás más adelante tomaría un puesto como Auror, pero por ahora, prefería la tranquilidad, Remus lo acompañaría en el proceso, todos estaban felices por la unión de esos dos, Hope con esperanza esperaba que en menos de dos años hubiera boda. Los días pasaron rápidamente y en un abrir y cerrar de ojos ya solo faltaba un día para que los estudiantes regresarán a Hogwarts.
Era 9 de Enero, temprano en la mañana cuando Hope se encontró con Harry en las escaleras principales, el chico la miró emocionado y ella río suavemente.
—Bien Harry, te enseñaré un lugar secreto —extendió su mano y él la tomó.
Caminaron hacía las cocinas, Harry miraba curioso alrededor, intentando guardar cada caminó, al llegar frente a un cuadro miró a su madrina con curiosidad.
—¿Ves esa pera? —señala el cuadro y Harry asiente—. Es muy cosquilluda —sonríe antes de acercar su mano y hacerle cosquillas a la pera que se sacudió y desapareció revelando una manija.
—Wow —Harry dijo sorprendido.
—Bienvenido a las cocinas Harry —sonríe mientras abre y revela una cocina muy amplia llena de elfos domésticos.
—Asombroso —pasa y mira alrededor.
Cuando los elfos los notan se acercan a atenderlos, Harry cohibido se pega a Hope y ella sonríe.
—Tranquilo, son inofensivos, solo debes tratarlos con respeto y ser claro con las órdenes, ya que ellos se rigen por ellas —mira alrededor—. Queremos preparar un pastel, ¿Pueden buscarnos los ingredientes? Por favor.
—¡Que sea de chocolate amargo! —Harry la mirá—. Remus me dijo que solo le gusta ese chocolate.
—Muy bien, de chocolate amargo será —sonríe, ambos se acercan a una mesa que los elfos despejaron para ellos, Hope mira la hora y sonríe.
—¿Crees que le guste? —Harry mira a Hope mientras vierten la harina y el cacao en un recipiente.
—Estoy segura que sí —sonríe.
Mientras que ambos preparaban el pastel, en las mazmorras Severus se encontraba extrañado por no ver a dos castaños girando por todos sus aposentos, a decir verdad que no hacía mucho que vivían juntos pero era impresionante lo rápido que se adaptó a ellos, aún le sorprendía lo bien que se adaptó a Hope principalmente que era quien más permanecía con él, bufo al pensar en eso, se estaba volviendo blando, eso no sería bueno para su reputación, frunció el ceño mientras tomaba su capa, tenía que volver a su imagen del murciélago de las mazmorras, le gustaba ser temido.
Harry y Hope terminaron un poco sucios, llenos de harina pero orgullosos de su trabajo.
—¿Ahora se lo llevamos? —Harry la mira y ella sonríe con diversión.
—Nop, eso sería muy simple y aburrido —mueve su varita y los limpia a ambos.
—¿Entonces?
—Vamos a hacerlo a gran manera, ¿Que es lo que más avergüenza a Severus?
—Ser molestado en público y el contacto físico —asiente solemnemente y Hope ríe.
—Muy bien, ve por Draco, intentá no cruzarte con él. Nos veremos en la entrada del gran comedor.
—¡Esta bien! —Harry ríe y corre fuera de la cocina.
Severus entró al comedor con su rostro en blanco, demostrando la indiferencia de siempre, dio una barrida con la mirada, la mesa seguía siendo más pequeña de lo normal debido a los pocos estudiantes que se quedaban, aunque ese último año, más personas de lo normal se habían quedado, pudo notar la ausencia de tres Weasley, la sabelotodo, su ahijado y Harry, también pudo notar que Hope no estaba en la mesa, entrecerró los ojos, estaba seguro que ella estaba planeando algo.
—¡Oh Severus! —Dumbledore llamó su atención alegremente y Severus le dedicó una mirada sería antes de escuchar cualquier felicitación, el viejo pareció entenderle porque solo dijo—. Tu desayuno favorito está en la mesa.
Severus dio un asentimiento y se sentó, comió tranquilamente aún preguntándose donde estaba su compañera, algunas veces miraba en dirección a la entrada por si los niños entraban con ella, entabló una pequeña charla con Minerva y cuando se sintió satisfecho estuvo a punto de pararse pero entonces algo entró pitando a su alrededor, frunció el ceño y vio el pequeño cohete volar lejos de él hacía el techo, varios fuegos artificiales siguieron y pudo escuchar las exclamaciones de sorpresa de los estudiantes.
Para su absoluto horror, los fuegos artificiales explotaron brillando con su nombre y debajo la palabra "Feliz cumpleaños", se levantó inmediatamente luciendo cabreado, los chicos no sabían si sentirse asombrados por los fuegos o aterrorizados por su profesor, entonces antes de que Severus pudiera hacer algo, una canción de cumpleaños sonó por el aire y Dumbledore río, seguro el maldito viejo tendría algo que ver, Albus empezó a aplaudir y los estudiantes lo imitaron, el pelinegro vio a Hope cruzar las puertas del comedor siendo seguida por niños de segundo año que también cantaban.
—Feliz cumpleaños, querido Severus, cumpleaños feliz —entonces se detuvo delante de él con una sonrisa radiante.
—¡Vamos tío Severus! —lo ánimo Draco que parecía querer rebotar.
—Pide un deseo —Harry lo secundó y Severus se abstuvo de rodar los ojos y miro el pastel.
Miró el pastel junto a las llamativas velas y las sopló, todos gritaron y aplaudieron, pero Severus solo estaba concentrado en los niños que se estrellaron contra su cuerpo para abrazarlo.
—Feliz cumpleaños padrino.
—Feliz cumpleaños profesor —Harry y Draco le sonrieron y Severus no pudo resistir corresponder su sonrisa aunque mucho más pequeña.
—¡Oh... —Severus levantó la vista horrorizado ante la imagen de dos cabezas pelirrojas delante de él.
—...Querido...
—Profesor!
—¡Feliz cumpleaños! —Y como si fuera una pesadilla, ambos se tiraron a abrazarlo, esto si que dañaba su reputación como el vampiro de las mazmorras, mezclándose con Gryffindors, como si el lobo y el pulgoso no fueran suficientes.
Cuando se separaron, miró a los amigos de Harry que se veían algo incómodos, enarcó una ceja y Ron carraspeó.
—Feliz cumpleaños profesor —dice y se remueve en su lugar.
—Gracias señor Weasley.
—Feliz cumpleaños señor —Hermione sonrió algo insegura.
—Bueno, en celebración del cumpleaños del profesor Snape —Dumbledore sonaba animado—. Propongo algo de pastel para el postre —y en las mesas apareció pastel, Harry miró a su madrina insegura y ella le sonrió.
—Él comerá especialmente este Harry.
—¿Lo envenenaste? —la mira escéptico y ella rueda los ojos, pero antes de dar una respuesta sarcástica Harry se adelantó.
—¡No! Solo lo hicimos nosotros —sonríe orgulloso—. Pensamos que te gustaría.
—Oh... —mira el pastel y luego a ambos—. Gracias.
—Vamos Harry, te apuesto que podré comer más pastel que tú —Ron tiró de él.
—Yo puedo comer más que ustedes —Draco dice presuntuoso y los sigue.
Hope deja el pastel sobre la mesa y lo mira, se sostienen la mirada por unos segundos hasta que notan que todos lo miran fijamente, Hope sonríe divertida.
—Feliz cumpleaños Severus —y toma asiento logrando que algunos se quejen.
Severus se sienta a su lado y mientras come el pastel que era de su chocolate favorito, solo piensa lo mucho que cambiaban las cosas en poco tiempo y aunque aún es extraño vivir con Hope, no diría que se queja de eso. Pensó que iba a recibir un abrazo de ella, lo cual era divertido, se quejaba del contacto en público pero ahora también se quejaba por no abrazarlo, realmente se estaba volviendo blando.
Si esa noche en las mazmorras Hope durmió abrazándolo, él nunca se lo diría a nadie.
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Psicomagia
FanfictionEl segundo año de Harry Potter comienza mal cuando la barrera de la plataforma 9¾ se cierra y junto a Ron toman el auto volador del señor Weasley para llegar a Hogwarts. Su profesor de pociones no está feliz de que se haya librado tan fácilmente de...