Psicomagia

45. La primera fiesta

Hope se había despertado antes de que saliera el sol, se levantó y tomó un baño, al salir se vistió en silencio.

—¿Que haces despierta tan temprano? —la voz ronca de Severus la congeló y miro hacía la cama, el pelinegro la miraba con los ojos entrecerrados.

—Tengo cosas que hacer —dijo mientras se colocaba la camisa—. Tu vuelve a dormir —se acercó a él y le dio un beso en los labios, estuvo a punto de enderezarse pero Severus tenía otros planes tomándola de la cintura y girando con ella a la cama dejándola bajo él.

—Mejor quédate conmigo —dijo mientras escondía su rostro en la unión entre su cuello y sus hombros, ella río levemente.

—Tengo que preparar las cosas para la fiesta —levanta su mano y la pasa por el cabello de Severus.

—Podemos repartirle las actividades al pulgoso y a tu hermano.

—Por más que me encantaría, no le encargaría el desayuno a un tonto que no diferencia las pociones —se mueve bajo él—. Vamos Sev, debo levantarme.

—Cinco minutos más —el aliento de Severus contra su cuello la hace estremecer, sonríe de manera perezosa—. Olvidó lo sensible que eres en esta parte —dice con diversión mientras deja algunos besos.

—Oh no Severus —Hope se arrastra fuera de sus brazos—. No vas a manipularme —niega—. Vuelve a dormir —se gira pero Severus ríe por el rubor de sus mejillas, la ve salir y niega divertido.

Hope baja aún con las mejillas sonrojadas pero rápidamente se distrae por lo que tiene que hacer, sale al patio trasero y mira alrededor antes de mover su varita, las mesas se acomodan en su lugar y las serpentinas adornan los alrededores, algunos globos se inflan y se acomodan en su lugar, sonríe satisfecha y entra a hacer el desayuno.

Harry no tenía grandes ejemplos de fiestas de cumpleaños, la mayoría de los cumpleaños de Dudley se celebraban afuera mientras él se quedaba con la señora Figg, en su cumpleaños no se hacía nada, ni siquiera lo felicitaban, pero nada lo habría preparado para lo que significaba ahora su cumpleaños.

Fue despertado por un gran abrazo de Hope y muchos besos por todo el rostro, se quedaron en la cama mientras Harry se refugiaba en los brazos de su madrina hasta que Severus tuvo que ir a buscarlos, aunque en realidad también quedó atrapado en la cama con ellos y Harry en medio de ambos.

Luego de un desayuno especial preparado por su madre, acompaño a su padre a hacer ciertas actividades extrañas por lo cual Harry sintió que solo lo estaban distrayendo, luego de unas horas su padrino llegó junto a su Tío Moony, Sirius lo llevó a volar en el jardín principal, lo que solía ser raro ya que siempre usaban el trasero, cuando preguntó porque simplemente le dijeron que aún no estaba listo, lo cual incremento su curiosidad por ver el jardín.

Después del almuerzo tuvo que ir a arreglarse para su fiesta, Harry aún no se adaptaba ni siquiera a la palabra, pero estaba feliz, aún más sabiendo que sus amigos vendrían a visitarlo.

El primero en llegar fue Draco quien había crecido bastante en el último mes y ahora Harry tenía que levantar la vista para poder mirarlo, lo cual solía ser molestó.

—¡Hey! ya no parece que te hayas colocado un kilo de gel en la cabeza —dijo Harry al ver el cabello de Draco.

—Eres un idiota —bufa y rueda los ojos—. Feliz cumpleaños —dijo extendiendo un regalo hacia él, los ojos de Harry brillaron antes de tomarlo.

—Gracias Draco —sonrió y lo abrió con cuidado, adentro había un amuleto muy hermoso, lo saco con cuidado y lo miró detalladamente, era gris, pero no un gris normal, este le recordaba a un color exacto, miró a Draco quien tenía las mejillas levemente sonrojadas.

—Es protección, si estás en peligro el amuleto enviará una señal al mío —mete su mano dentro de su camisa y al sacarlo le enseña un amuleto idéntico al suyo pero el de Draco era de un verde esmeralda.

—Es asombroso —dijo Harry abrumado y sonrió antes de abrazar a Draco—. Gracias Draco.

—Si, si, si —Draco palmeó su espalda incómodamente—. Ahora suéltame Potter, lo haces incómodo.

Harry río y se separó, se colocó el amuleto y sonrió antes de tomar la mano de Draco y correr al patio arrastrando al rubio que se quejaba a su espalda.

—¡Mamá! ¡Mamá! —Harry se detiene delante de Hope y ella sonríe—. ¡Mira lo que me dio Draco! —se lo enseña.

—Es muy hermoso —dice suave mientras lo mira—. Y poderoso —sonríe—. Un lindo regalo de tu parte Draco.

—Gracias Tía Hope —dice avergonzado y Hope sonríe antes de acariciar su cabello.

A lo largo de las horas el resto de los invitados llegan, todos impresionados por la mansión y el jardín, Harry se encuentra muy animado al menos hasta que llega Oliver con su padre, por un momento entró en pánico cuando vio al hombre abrazar a su madre pero luego estrecho la mano de su padre y Harry se calmó.

Jugaron quidditch durante gran parte de la tarde, también como en el trampolín que su padrino le había regalado. Al atardecer, Harry notaba como todos le cantaban el feliz cumpleaños, sonreía sin poder evitarlo ante las caras de fastidio que hacía Draco o los empujones que Ron le daba, miró a su familia y luego a las velas, ya tenía familia y amigos ¿Que se supone que tendría que desear? La canción llegó a su fin y Harry cerró los ojos deseando y soplo las velas, los aplausos se escucharon y él sonrió.

Después de eso muchos empezaron a irse, los Weasley viajarían al día siguiente a Egipto y Hermione iría a Francia, Draco simplemente se quedaría con él porque así lo quiso el rubio, Harry había notado que después de un rato, sus compañeros Slytherin se sintieron más integrados a ellos y agradeció haberlos invitado cuando Theo se llevó tan bien con Neville y Ron parecía divertirse con Blaise.

—Harry —Draco llamó su atención cuando se encontraban en la sala de estar rodeado de sus tíos.

—¿Mmmm..? —lo mira.

—¿Que deseaste?

—Si lo digo en voz alta no se cumplirá —había escuchado a los gemelos decir eso en su cumpleaños, realmente no creía que fuera verdad pero le daba algo de vergüenza decir su deseo en voz alta.

—Tuviste 13 deseos —Draco lo mira obvio—. Cuéntame uno, además, eso es un mito.

—Yo... —hizo una pequeña mueca—. Desee un hermano o hermana.

Luego de esa declaración se escuchó como alguien se ahogaba, Harry miró rápidamente a su madre que intentaba respirar con normalidad y Severus a su lado lo miraba con una ceja enarcada, por su parte Sirius había empezado a reír como desquiciado y Narcissa se veía divertida.

—El elegido ha hablado —Lucius dijo con burla—. Quiere un hermano.

Harry no entendía que era tan gracioso y porque era a costa de Hope, la miró y ladeó levemente la cabeza, ella evitaba la mirada de Severus mientras carraspeaba.

—Bueno Harry —Narcissa lo miró—. Esperemos que al menos ya que lo dijiste en voz alta se te cumpla —dijo con una suave sonrisa.

Por alguna razón, el de la cicatriz sonrió y miro a sus padres con ojos brillantes, confiaba en que su momento ellos le darían un hermano o hermana, pero sabía que tomaría tiempo. Había sido el mejor cumpleaños de todos.