Las resacas eran la peor parte después de una noche de fiesta. Jimin despertó en la mañana con la migraña haciéndole estragos en todo el cuerpo, salió de su habitación tocándose la cabeza ante el dolor. En cuanto llegó a la sala, la puerta de la entrada se abrió con cuidado, Jimin ladeó su cabeza viendo a su padre entrar sigilosamente.
El hombre se giró pero quedó estático al ver a su hijo en medio de la sala con un pijama.
—¿Papá, estás llegando a esta hora? —cuestionó el rubio.
El señor Park dejó las llaves sobre la mesita y caminó hasta su hijo para darle un beso en la frente.
—Buenos días.
—Buenos días, no respondiste mi pregunta. —dijo desdeñoso, el hombre abrió su boca para responder pero se limitó a simplemente asentir.
—¿Tienes hambre? Yo sí, haré cereal. —se alejó rápidamente de su hijo hasta la cocina, Jimin lo siguió.
Tomó asiento en el taburete de la cocina mirando a su padre sacar un cartón de leche del refrigerador y cereal de la alacena. Su actitud era un poco sospechosa, se veía activo, alegre y fresco.
¿Así lucían las personas después de jornadas de trabajo toda la noche?
—¿Te divertiste en la fiesta? —preguntó el hombre.
Jimin suspiró recordando la pelea de anoche y su metida de pata con Jungkook. ¿En qué demonios estaba pensando? Sentía tanta vergüenza, no era propio de él actuar de esa forma o ser tan impulsivo... Todo era a causa del alcohol, por supuesto, nada más eso. No es como si en su interior de verdad quisiera besar a Jeon Jungkook.
O quizás sí pero no quería reconocerlo.
¡Pero el condón! Joder, Jimin deseaba matar a su hermano por darle eso. Pero también se quería matar a si mismo por dejarlo caer tan torpemente. ¿Y si Jungkook pensaba que era de esos que se acostaba con todos? ¡No podía permitirlo! Sólo había estado con Eunwoo... Y otros chicos que nada que ver en la actualidad.
Era todo tan horrible para Jimin, no quería ir siquiera al instituto mañana.
—¿Jimin? —la voz de su padre interrumpió sus pensamientos, el rubio parpadeó seguido mirando a su progenitor.
—Eh, sí... Fue divertido.
—¿Tu hermano fue por ti?
—Sí, pero terminé conduciendo yo. —dijo encogiéndose de hombros. Su padre dejó el bowl con cereal en frente de él, pero Jimin observó su cuello... Una marca roja.
No, varias marcas rojas.
—¿Qué te sucedió en el cuello? —señaló la piel roja.
El señor Park rápidamente tapó su cuello y se alejó de la mesa de vuelta a la cocina.
—Nada, es... Ansiedad.
—¿Ansiedad?
—Sí, ya sabes... —murmuró— Tu psicóloga dijo que cuando tenemos ansiedad solemos hacer cosas, tú te pellizcas, yo también.
Jimin se cruzó de brazos.
—¿Entonces te pellizcas en el cuello por ansiedad, papá?
Una patética excusa a decir verdad, eso no eran pellizcos, se veían claramente marcas de mordidas. Jimin no era un tonto y estaba seguro que su padre ocultaba algo más allá de decir que sólo era trabajo. Pero él no estaba en la posición de averiguar que era, o si se trataba de algo más.
—¿No tienes tarea o algo qué hacer? —su padre cambió rápidamente de tema.
—No, me quedaré en casa viendo películas, no tengo muchos ánimos hoy.
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Prom Night © Kookmin
Teen FictionJimin es un chico popular que todos creen perfecto y superficial. Y Jeon Jungkook el estudiante nuevo quien es considerado un ex convicto y criminal. Gracias a una pelea, termina siendo su ayudante para organizar el baile de graduación en el institu...