3. Guerra

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La cena había transcurrido sin ningún percance, y es que realmente no había espacio para que alguna pelea o discusión saliera a flote, pues la única persona que tomaba la iniciativa de conversar era la señora Tweak, dado que los jóvenes intentaban evitarse a toda costa luego del incidente del salón.

Cada uno estaba perdido en sus pensamientos, intentando procesar el porqué de sus acciones, pero lo más sencillo para ambos era poner al celo como el detonador, pues tanto el pelinegro como el rubio tenían sus motivos para evitar pensar que otra clase de emoción o sentimiento estuviera apareciendo.

"Estúpidas feromonas" pensaron ambos para dar fin a la tonta incomodidad que había entre ellos.


—Entonces, Craig, ¿qué dices? ¿te quedarías a trabajar con nosotros como seguridad?


Esa fue la pregunta que oficialmente sacó de sus pensamientos a ambos chicos.


— Eh...eh... — El mencionado no sabía qué responder, por una parte, sí quería conseguir su objetivo original en ese pintoresco lugar, el poder trabajar en la mansión Tweak sería ideal, pero tampoco quería incomodar a Tweek. Aunque al mirar de reojo al rubio para medir su reacción, éste sólo miraba su té sin expresar su desagrado ante la idea de su madre. —Yo... no creo que sea correcto Sra. Tweak, después de todo soy un alfa y no quiero que Tweek se sienta en un peligro constante por ello, ya tiene mucho con lo que lidiar.


—...Realmente... no sería un problema. Nuestra seguridad no es muy eficiente de por sí últimamente. —Tweek aún seguía mirando su té como si fuera lo más interesante del mundo, pero aun así Craig pudo notar el rostro porcelana del chico tintado de un suave rosa, lo que hizo que su corazón diera un pequeño salto, la belleza de Tweek era peligrosa.


—¡Ves! A Tweekie no le molesta, y ya lo salvaste antes de un evento terrible, estaré mucho más tranquila si eres tú quien esté a su lado de ahora en adelante.


— Pues si a Tweek no le molesta, agradezco su propuesta Señora Tweak y la acepto gustoso.


— ¡Qué maravilloso! Será un encanto tenerte por aquí de ahora en adelante cariño. Mañana a primera hora las doncellas te mostrarán las áreas de la casa y explicarán tus tareas, debes saber que...


Las palabras de la dulce mujer se vieron cortadas por un terrible ataque de tos que no pudo contener el joven heredero Tweak.


— ¡Oh por dios mi cielo! — Lamentó la mujer, colocando la palma de su mano derecha en su mejilla. — Con razón estabas tan quieto y distraído durante la cena.


Rápidamente se acercó al chico y tocó su frente.


— Efectivamente, volvió a hacerte daño el medicamento. Ya te he dicho que no debes tomar los más fuertes tan seguido, siempre te debilitas y terminas con un resfriado por tus bajas defensas.


La mujer hizo señas de acercarse a la doncella que esperaba pacientemente a que la cena terminara para realizar la limpieza correspondiente.


— Linda, ¿Podrías preparar el té de siempre para Tweek? Por favor.


Lucky kiss - CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora