La Chica del Parque 02

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Continúe esta historia por que si. Y curiosamente es lo mas extenso que he escrito en las últimas semanas. Disculpen errores ortográficos.

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La Chica del Parque

- Corazón Dolido -

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Ella no volvió a la tarde siguiente, ni a la otra, ni a la otra después de esa. Los gritos de los demás chicos que jugaban alegremente al futbol, o que contaban chistes, corrían o simplemente platicaban bajo la sombre de alguno de los grandes árboles de ese parque de Royal Woods, se escuchaban en su sentir, muy a lo lejos.

"Déjame sola"

Volvió a recordar mientras, inconscientemente, hacía una mueca de dolor. Suspiró. Que tontería era el ilusionarse solo, pero como dolía.

Perdido estaba en su pesimismo, cuando sintió que alguien le apretaba la nariz. Era Stella quien lo miraba preocupada.

-Por lo menos lo intentaste, muchacho. Eso es algo.-

-De que sirve si me rechazo totalmente. Me tuvo que defender de un pelotazo. Debió pensar que soy lo más débil del mundo.- El chico se dejó caer en la banca completamente desganado. Stella le acarició el cabello.

-Así es esto, Lincoln. No hay muchas palabras que pueda decir para ayudarte, pero, ánimo. Ven, te invito un helado.-

-Te lo agradezco, Stella, pero no tengo antojo de nada.-

Es verdad que Lincoln se había descubierto enamorado de aquella chica de cabello largo y castaño y profundos ojos verde brillante; se dio cuenta de ello en los días en que ya no llegó. Por sobre todo le dolía el considerar que parte del rechazo, era haber quedado como un pelele que no pudo reaccionar al balonazo. Culpaba eso. Aun así, todavía la recordaba gallarda deteniendo aquel disparo de balón.

Stella le acarició un poco más el cabello.

Mas tarde, Lincoln llegó a casa y, dejando su mochila al lado de la puerta, se sentó en el sofá y prendió el televisor solo para escuchar ruido.

No mucho después de él, llegó Luna quien lo saludo alegremente y pasó de largo a su cuarto sin hacer mucho espaviento; para ese entonces ya todas sabían que su hermano estaba mal y de malas y no lo molestaban mucho.

Arriba de las escaleras, Luna se encontró a Lynn Jr. quien, desde allí, veía a su hermano.

-¿Sigue igual?-Preguntó Lynn.

-Eso parece. Creo que no solo lo rechazaron, si no como que fue feo.-

-¿Tú crees?- Devolvió Lynn sin dejar de observar el sillón de la sala desde las escaleras.

-Pues sí se pone mal cuando una chica no le da bola, pero esta vez ya se puso bastante emo. Será mejor que lo dejemos en paz un rato.-

-Si...creo que si.- Dijo Lynn de una forma extraña.

Luna siguió el camino a su habitación y la joven deportista bajó despacio hasta llegar al sillón donde su hermano veía nada en la tele. Se sentó.

-Eh...Link...- Dijo para romper hielo.

El chico estiró la mano y le alcanzó el control remoto. Ella miró el control y luego a él. -No, no baje para ver tv, Lincoln.-

Su hermano por fin la miró.

-Lynn, quiero disculparme por cómo te contesté el otro día. Fui grosero y lo siento, entenderé si aún me quieres golpear.-

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