Una de Louds

B.B.B.O. III

Y  bueno, la tercera parte de esta línea con esencia netoraresca. Espero les guste.

Esto es:

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- ...Bobbie...Boo Boo... Osito... III -

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Comenzó como una sensación fría subiendo de los codos a sus hombros. Luego, fue de la base inferior de su espalda hasta los omóplatos. En respuesta a esa sensación helada, sintió perfectamente, los cabellos de su nuca erizarse. La reacción de su cuerpo fue de estrés súbito.

El tiempo era oro. Cada milésima de segundo que pudiera ganar era bienvenida desde este momento, justo ahora que el disparo de salida ya estaba dado.

Su cerebro se sentía escarchado con hielo y sal. Se enfocó en mantener su respiración bajo control para que no se notara el inmenso terror que le estaba subiendo desde el vientre, y que se esparcía por su cuerpo como tinta china derramada en un vaso de agua.

Parpadeó, tragó saliva lo más disimuladamente que pudo, respiró lentamente pero no pudo evitar hacerlo con algo de profundidad mientras la volteaba a ver.

En medio de la penumbra de la sala, enfrente de un televisor que irradiaba luz centelleante; Lori esperaba expectante la respuesta de su novio.

-¿Qué decías, Babe?.- Preguntó el chico, como si nada.

-No te hagas, bien que me escuchaste.

-No, de verdad que no, estaba pendiente de la película.

-Ok, está bien, va de nuevo. ¿Cuál de mis hermanas, después de mí, te parece la más bonita?-

De esta pregunta a Roberto Santiago le nacería un tic en el ojo que, sin saber, le duraría toda la vida.

-¿Para qué quieres saber eso, Lori?- Dijo un tanto fastidiado y regresó a ver la tv.

-Solo es curiosidad.- Dijo ella mientras tomaba el control del televisor y le bajaba todo el volumen, sin dejar de verlo.

El chico barajó lo más rápido que la mente de un varón podría, las posibles respuestas y escenarios.

1.- Desestimar la pregunta y cambiar de tema. (No le serviría ni en sueños, Lori se aferraría de vuelta una y otra vez).

2.- Evadir la pregunta con algo general. (Podía funcionar si alargaba la charla, pero requería un enorme esfuerzo y no había garantías).

3.- Decir un nombre y ver qué pasaba.

Ésta última era una opción peligrosa, ya que, inevitablemente; desataría un impredecible infierno:

O Lori explotaría con gritos, llanto y cosas volando hasta que se diera cuenta que todo era una exageración,

o le diría que no pasaba nada, no le hablaría en toda la película y no le diría por qué estaba molesta, para luego reclamar que no había hecho nada por saber por qué estaba enojada y de alguna manera terminara pidiendo perdón.

Había un tercer escenario, pero de ese era mejor no hablar.

-Babe, esas preguntas son tramposas y lo sabes.- Bobbie buscó desestimar la pregunta. No estaba demás intentar.

-No tiene nada de malo que te pregunte, Bobbie, ya te dije que es curiosidad. ¿Crees que me voy a enojar por ello?- Ella se acurrucó más hacía él, pero no dejaba de mirarlo.