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Minho tenía un aura misteriosa pero demasiado atrayente.

Jisung notó que mayormente cuando habla, te mira a los ojos y acompaña su habla con sus manos, tiene seguridad y confianza en sí mismo, eso se ve reflejado en su forma de expresarse, caminar, en su personalidad, en todo. Minho podría estar mintiéndote, y aunque sepas que eso que te dice es mentira, le creerías porque él tiene el poder de hacerte confiar, con una simple sonrisa te hace creer que todo va a estar bien, y te convence para que te tires del abismo, aún sabiendo que saldrás herido.

Esa es la mágica que tiene, y tal vez era aquella personalidad segura y la confianza que tiene en si mismo lo que lo volvía tan atractivo.

Jisung estuvo durante varios días analizando a Minho, su personalidad, sus gestos, e intentó descifrar su lenguaje corporal pero era más difícil de lo que él creía.

Minho nunca se muestra incómodo, ni cohibido, siempre parece que estár en su zona de confort. Minho no se pone tímido o se avergüenza, él siempre mantiene la postura. Minho no era muy expresivo, sin embargo, notó que cuando pasaban tiempo a solas, el mayor se soltaba, su cuerpo se relajaba y no intentaba manterse neutro, siempre que estaban solos, Jisung veía a un Minho diferente, más relajado, tranquilo y menos robotizado.

Pasar dos semanas enteras analizando detenidamente a Minho, no le sirvió de nada, no logró saber con exactitud que era lo que volvía a Minho tan atractivo, sólo terminó aumentó la atracción que comenzó a sentir por el mayor, ahora lo veía más lindo, más inteligente, más cautivante. Quería conocer más de él, y caer bajo los trucos de Minho, dejar que su magia lo hechice.

Minho había activado botones que ni siquiera él sabía que existían, era raro, porque nunca sintió una atracción tan fuerte por alguien, nunca se sintió tan cautivado por un hombre, es más, Minho no encajaba en los estándares que tenía de belleza, no entendía porque se quedaba admirando su belleza por minutos o aprovechaba cualquier oportunidad para mirarlo.

Era muy rápido para decir que le gustaba, pero sí había una gran atracción que sentía hacía el rubio, aunque tenía un poco de miedo, no quería confundirse, ni mucho menos apresurarse, sin embargo, notó que Minho con él era distinto, la sonrisa que le dedicaba, como dejaba que rompa su espacio personal, y lo que más ilusión le daba era que Minho con él baja el perfil de guardespalda frío y serio.

—¿Por qué me miras tanto?— Le preguntó Minho— ¿Intentas controlarme la mente o algo así?

Jisung rió, y se acercó un poco más al mayor, dejó caer su cabeza en el hombro contrario y miró hacía el frente.

—¿Te pone nervioso que te miré tanto?

—No, simplemente me da curiosidad.

—¿Curiosidad?

—Quiero saber porqué me miras tanto.

—No hay una razón.

—¿Cómo? ¿Me miras fijo por minutos y aprovechas cuando yo no te miró para mirarme, y no hay una razón?

Jisung se sonrojó un poco, y alzó su cabeza, enderezando su cuerpo.

—Me gusta mirar a las personas.

—¿O te gusta mirarme a mí?

—Puede ser.

Minho se puso nervioso, y Jisung se dió cuenta de ello, porque de inmedaito puso sus hombros en alto, e intentó mostrar seguridad, cuando hace unos minutos estaba relajado.

—¡Te pusiste nervioso!

—No, no me puse nervioso—. Dijo, desviando la mirada.

—No puedes mentirme a mí, te he estado observando y estoy comenzando a entender tu lenguaje corporal. Te pusiste nervioso.

•『 ✶ Solo un poco encubierto ✶ 』•  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora