Al regresar al estudio, noto desilusionado que Tae Hyung ya se marchó, en mi escritorio hay una pila de libros con una nota encima.
─Su Alteza, estos son los libros que debe leer antes de nuestra siguiente lección ─leo en voz alta, una ligera sonrisa huye de mi control. Tomo el primer libro, lo abro en una página al azar y encuentro otra nota─: recolecté algunos ciruelos amarillos que maduraron fuera de época, al dudar de su sabor, los mandé a secar y bañar en miel y licor. Si desea un bocadillo mientras estudia, abra el cajón a la derecha de la ventana.
Desearlo es parte de todo lo que no me corresponde, lo sé, mas, mi corazón lo persigue sin obedecerme.
Toda la frustración muere y vuelve a surgir, si sólo me permitiera desearlo, sólo a él... ¿la familia Jeon, mi padre, la corte, el país me lo permitirían?
Sólo a él.
Él.
Muerdo una ciruela confitada mirando su caligrafía, no es tosca pero tampoco es tan suave como la de otros tutores, está llena de vida, de sonrisas, de brisa de verano.
Las fiestas de Año Nuevo pasan con el palacio cubierto de nieve, el príncipe heredero está recuperado así que precede el saludo al rey y a su favorito antes de ir a presentar nuestros respetos a la tumba del monarca anterior; no muestra desobediencia o desagrado frente a Ji Min aunque su madre haya sido relegada, me pregunto si sólo lo disimula bien o mientras tenga asegurado el trono no le importa nada. Las lecciones fueron suspendidas una vez más, salvo cumplir con mis pocas obligaciones, no salgo de mis aposentos, es terriblemente solitario estar mirando cómo cae la nieve desde mi ventana cada tarde, deseo comer más ciruelas confitadas mientras Tae Hyung habla.
─El soldado Cha regresó, Su Alteza Real─anuncian fuera de mi puerta.
─Déjalo pasar.
─Su Alteza Real─llama el gran hombre con respeto dando pasos cautelosos.
─ ¿Qué noticias me traes? ─Finjo calma, mis dedos acarician el cuenco de porcelana donde Tae Hyung me dejó las ciruelas.
─El tutor real Kim está en la casa de su familia en la capital y aceptó verlo.
Uso un traje diferente para ocultar mi identidad, el soldado Cha y el eunuco que me sirve me escoltan por seguridad al salir del palacio. Poco después, llego a la casa Kim, los sirvientes se apresuran a atenderme, me conducen hacia un pabellón abierto en la segunda planta.
─Su Alteza ─me saluda Tae Hyung sonriendo, sin la rigidez del palacio me ofrece tomar asiento frente a él, sirve una taza humeante de té blanco─ ¿Qué lo trae por aquí? ¿Se aburrió estos días porque no le dejé ningún libro para transcribir?
─Parece ser así ─sonrío de vuelta agarrando la taza, nuestros dedos se rozan y lo veo ponerse nervioso. Acaricio las puntas de sus dígitos superficialmente antes de beber un sorbo de té─ ¿Qué variedad es?
─Sólo es té blanco con pétalos de crisantemo.
─ ¿Seguro que no tiene nada más? Su sabor parece distinto.
Tae Hyung bebe su propia taza, saborea el té y traga.
─Aunque es agradable, no encuentro ninguna anormalidad... ¿Duda si está envenenado?
─No, no es eso. Me gustó más que el del palacio.
─Si desea, puede llevarse una bolsa para que se lo sirvan al volver.
Nos quedamos en silencio observando el paisaje; a pesar del clima, hay niños jugando en la nieve y adultos yendo y viniendo cerca del río congelado. Los árboles sin hojas parecen desolados pero me siento cálido.
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ANHELO REAL - KookTae
Fanfiction─Saludos, Su Alteza Real ─su voz estremece el aire, no paso por alto las miradas disimuladas de las criadas y las sonrisas que quieren ocultar y no entiendo el disgusto que me generan. No debería importarme. ─Retírense ─ordeno antes de invitarlo a o...