El jugo de pera es más dulce si se vierte de sus labios que si proviene de la pulpa de la fruta, bordeo el belfo inferior con la lengua antes de tomar posesión de su boca. Tae Hyung queda desconcertado, parpadea perdido e intenta alejarse pero yo lo tomo de la nuca fijándolo sin rendirme totalmente.
―Nos descubrirán ―murmura en mis labios, sus manos sueltan la pera para posarse en mis hombros dejándola rodar por la hierba fresca.
―No te alarmes, aunque deseo que todos ellos se enteren del lugar que ocupas en mi corazón, no te expondré ―contesto volviendo a besarlo, lo conduzco con suavidad hacia el árbol que tenemos cerca para cubrirlo de cualquier mirada indiscreta.
El funcionario Kim duda un poco, su cuerpo tarda en destensarse y dejarse llevar mientras me alimento del elixir que guarda hasta que a regañadientes me separo al dejarlo sin aliento. Me cautiva su expresión agitada, sus pestañas temblorosas engalanan su hermoso par de ojos; beso sus párpados, su frente y bajo por sus mejillas muy lento.
Quiero besarlo más, mucho más.
―Es una pena que la pera se cayera, sólo le di un pequeño mordisco ―se queja mirando la fruta.
―No te preocupes, limpiaré otra para que comas ―susurro abrazándolo tratando de borrar las sombras que dejaron las acciones del príncipe heredero.
―Está bien ―asiente rodeándome con su cálido abrazo, no necesito más para sentir que me derrito, lo acerco a mí todo lo que puedo.
―Jung Choi merece pagar un precio alto por lo que hizo, no pretendo dejarlo libre ―le comento irguiéndome.
― ¿Hay algo en lo que pueda ayudarlo? ―pregunta firme, él tampoco parece dispuesto a dejarlo pasar.
― ¿Quieres ayudarme a hundir al heredero de la nación?
―Por supuesto, inicié la investigación pensando que en algún momento podría serle útil y hoy él buscó su propio fin ―asegura en tono malévolo, eso me cautiva más así que le robo un ósculo apasionado que dura un instante y una eternidad al mismo tiempo.
Tomo otra pera para limpiarla, en lugar de dársela, la trozo poco a poco mientras discutimos los detalles de la pequeña cortesía que le haremos a mi hermano real. En los registros ocultos que encontró por casualidad y que le hicieron iniciar la investigación, había una cantidad inusual de negocios y bienes a nombre de una familia noble de procedencia extranjera que había vuelto a su ciudad de origen hace más de diez años.
―Los supuestos almacenes a nombre de la familia Cu serían de los que salieron los tesoros que se enviaron a la frontera para auxiliar al gobernador antes de la llegada de Su Majestad también pagó el reclutamiento para la guerra ―analizo acercando el último pedazo a su boca.
―La familia Cu vino al país cuando su bisabuelo todavía estaba en el trono, príncipe Jung Kook. Su regreso se debió a que el hijo mayor no pudo seguir aquí la carrera de funcionario como se planeó y el hijo menor empezó a darles problemas. Al mantener contacto con una familia amiga en su país de origen, consiguieron un matrimonio venturoso para el mayor además de un título nobiliario y decidieron deshacerse de todo lo que poseían aquí antes de irse definitivamente ―narra dando un mordisco, el resto lo empuja a mis labios y acepto gustoso.
―Según la carta, una rama secundaria relacionada con el clan Uh fue la que adquirió todos los bienes pero no eran tantos, ¿o sí?
―No, si poseyeran la mitad de lo que hay en los registros no se hubieran marchado. La transacción se hizo en secreto así que son pocos los que saben quiénes son los dueños actuales.
―El rey Min no provee de tantos recursos al palacio de la reina desde hace tiempo pero ella y Jung Choi llevaron una vida bastante cómoda, mi hermano puede encubrir sus gastos al ser el hijo destinado a subir al trono.
―Hasta donde sé, la reina se escuda gritando lo filial que es su hijo al proporcionarle una parte de su riqueza.
―Si alguien viera el libro real de cuentas de sus patios y cuadrara los gastos con los ingresos notaría las evidentes irregularidades, Jung Choi puede ser bastante notable al memorizar los clásicos y dedicarse a las diferentes disciplinas académicas, pero uno de sus defectos yace en su ambición sin límites.
El funcionario Kim se distancia un poco de mí antes de que yo llame a uno de mis servidores de confianza para darle las indicaciones que debe seguir; una vez ordenado hasta el detalle más pequeño, retomamos la marcha, seguimos el camino oficial hasta un desvío cerca a las montañas donde cambiamos de carruaje y empezamos a avanzar al verdadero destino. Con identidades falsas, vemos cómo el otro vehículo parte al alba, nosotros tardamos un poco más en salir evitando levantar sospechas, con mucho más libertad, mis acercamientos a Tae Hyung son más frecuentes así que siento que la felicidad no me es ajena.
En la Capital Real, un día antes que las candidatas para la selección de la princesa heredera ingresen al palacio, Jung Choi se ve tentado por una oportunidad difícil de rechazar, hasta ese momento, no participó activamente de los negocios de su familia materna aunque insistiera y podría ser razonable, pero, teniéndose a sí mismo en un valor tan alto como las montañas y el cielo, la meditación no dura mucho tiempo antes de decidir sentenciarse. Así, le devolveré el detalle de despedirme en el palacio con creces.
-electrahearth-
Hola, lindas personitas, lamento haber desaparecido.
Disculpen lo corto del cap, recién retomé las obras y tuve que modificar varias veces porque no me convencía, con más práctica podré darles mejor contenido.
Besos bitiezianos.
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ANHELO REAL - KookTae
Fanfiction─Saludos, Su Alteza Real ─su voz estremece el aire, no paso por alto las miradas disimuladas de las criadas y las sonrisas que quieren ocultar y no entiendo el disgusto que me generan. No debería importarme. ─Retírense ─ordeno antes de invitarlo a o...