Melisa daba vueltas en la biblioteca con un brazo abrazando su vientre y el otro elevado hasta que su mano esté a la altura de su boca donde se mordía las uñas, desde que Peter salió corriendo estaba de ese modo. Nadie sabía nada y aún así no la dejaron salir atrás de él.
Por lo que les habló Connor para ellos no tenía sentido ese comportamiento por unas cartas y una foto, creyeron que era una simple broma de Peter, pero la pelinegra no creía eso.
Luego de esperar dos horas a que el chico vuelva, y sin obtener respuesta, Melisa decidió salir a buscarlo, estaba lloviendo y se podía enfermar, puesto a que él salió solo con un buzo que no abrigaba mucho, y eso le preocupaba.
-¿A dónde vas?- la detuvo la voz de Lorena.
-Voy a buscar a Pet- la chica abrió la puerta de la biblioteca pero su amiga se interpuso y le cerró-. ¿Qué diablos te pasa?- preguntó, el enfado estaba claro en su tono de voz y en su rostro-. ¿Crees que no he notado tu comportamiento?
-¿A qué te refieres?
-Estás más distante, casi ni me hablas, te la pasas practicando con tus flechitas y casi ni duermes.
-¿Cómo sabe-
-Te conozco desde que tengo ocho años- interrumpió la pelinegra antes de que la otra terminara la pregunta- cuando no duermes te vas a tu habitación temprano para que crean que estás cansada, también te bañas más temprano, además pareces un mapache con esas ojeras- Lorena arqueó las cejas y abrió la boca para decir algo pero ésta concluyó-. ¿Qué te pasa? Y no me mientas porque sabés que no funciona.
-Nada, no me pasa nada, solo estoy entrenando, y no estoy distante, solo necesito espacio- dio un suspiro-, no he estado durmiendo bien últimamente porque me duele la cabeza.
-Estás mintiendo- dijo cortante; le dolió decirle eso a su mejor amiga, pero más le dolía el hecho de saber que ella le mentía pero no saber el por qué.
-Esa es la verdad, sino me quieres ayudar- Melisa frunció el ceño y ella también- creer- arregló cuando se dio cuenta de su error-, si no me quieres creer no es asunto mío.
-Me voy a buscar a Peter, permiso que tengo que salir.
-No, es peligroso- antes de que pueda protestar un destello de luz apareció afuera.
El destello de luz azul llegó junto a un rayo y relámpago, Stevenson, el profesor, aparecía en esa luz, estaba agitado y frunció el entrecejo cuando vio que los cinco jóvenes salían de su casa, no dijo nada y se metió adentro, no quería mojarse, la temperatura no era agradable, y menos si estabas mojado.
-¿Qué hacen aquí?
-No, ¿dónde diablos estaba usted?- protestó Sheila enojada ignorando completamente su pregunta.
-Los últimos días estuve buscando a Emilda.
-¿La madre de Yassi?- interrogó William y el profesor asistió-. ¿Por qué?
-Creo que necesitaremos su ayuda para vencer a las brujas, lamentablemente no logré encontrarla pero seguiré buscando.
El profesor dio un vista panorámica al lugar y entrecerró los ojos al notar que las cosas no estaban como él las dejó, vio la puerta del que él llamaba ‘templo de territorios’ abierta, miró a los chicos y entendió que lo habían estado buscando.
-Espere… ¿dijo que se fue hace días?- Stevenson asintió-. ¿Pero volvía por las noches o no?
-No, me fui un día después del cumpleaños de Peter- los chicos se miraron aterrorizados e iban a decir algo cuando el profesor habló-. Por cierto, ¿dónde está el mocoso?
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Guerra de Elementos [#1]
ФэнтезиDespués de la derrota de las brujas, Adira y Yassaria, los últimos guerreros de los cuatro elementos siguen desapareciendo de una manera misteriosa, lo que confirma las sospechas del Guardián de los mundos de que nunca las vencieron. Buscando la man...